sábado, 2 de enero de 2010

Nicole Austin, mujer espectáculo

Nicole Austin, mujer espectáculo

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RECOMENDACIÓN DE PATSCHI:
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llenando de alegría la vida misma:
deben leer los siguientes blogs:

martes, 25 de agosto de 2009

MANU 2009

25/08/2009
*Las instituciones jurídico-religioso-político-sociales-económicas… islámicas, están pensadas para hacerle la vida imposible al no musulmán.
El Islam no concibe un mundo pluricultural, distingue únicamente entre musulmanes y no musulmanes.
El término ‘infiel’ (káfir) se aplica a todos los no musulmanes. Si bien se establece una distinción entre las denominadas ‘gentes del libro’ (judío y cristianos, a los que con el tiempo se le añadieron los zoroastrianos y otros), y el resto de las culturas, que son denominadas paganas (idólatras, ‘chirk’), sin más, y no merecen atención alguna, su destino es el de ser destruidas, desaparecer.
El concepto ‘gente del Libro’ hace alusión a los creyentes que tienen escrituras santas, textos revelados, libros sagrados; se aplicó en un principio tan sólo a la tradición judeo-cristiana (la saga bíblica, Antiguo y Nuevo Testamento, el legado de Moisés y de Jesús).
La teoría profética de Mahoma se incardina en las revelaciones monoteístas que tienen su origen en el pueblo judío. Él es el último y definitivo enviado, dice. No habrá más. La Biblia pues, Antiguo y Nuevo Testamento, se subordina a esta última ‘revelación’. Tal interpretación, como se sabe, no fue aceptada ni por los judíos, ni por los cristianos. Estos no ‘reconocieron’ a Mahoma como profeta y enviado del dios. Este rechazo ofendió gravemente a Mahoma, y a sus seguidores.
El término ‘dimmi’ hace alusión a las condiciones que tienen que acatar los no musulmanes en una sociedad islámica (‘dar al-Islam’). Pensada en un principio para los judíos y los cristianos, conforme la expansión islámica avanzaba hacia el este, se le añadieron los zoroastrianos (persas), e incluso, una vez en la India, los budistas y los hinduistas (aunque no siempre).
Las gentes que no son del Libro, las tradiciones culturales que nada tienen que ver con el discurso judío y posterior cristiano; los pueblos paganos, la gente sin más, los gentiles, tienen dictada su sentencia de muerte en el ámbito islámico. Sólo la ‘gente del Libro’ (la saga bíblica) serán tolerados.
La mayor parte de las culturas y civilizaciones del pasado contaban con textos sagrados, venerados por todos. Sumer, Egipto, Persia, China… Los árabes, precisamente, carecían de ‘libros’; Mahoma hizo el Corán para ellos. Ahí comienza la ‘civilización’ árabe.
No se le reprocha a Mahoma haber unificado a un pueblo, el árabe, y haberlo dotado de un texto religioso-jurídico-político… De haberlos puesto en marcha.
Pero no lo hizo de manera original, no partió del propio pueblo árabe. De sus tradiciones y leyendas. Importó e impostó un discurso monoteísta ajeno, el hebreo, también un pueblo semita. Urdió un discurso que le vinculaba a la tradición profética judía. El sería el último de los profetas enviados por el dios de los judíos (y de los cristianos, Jesús desciende a la categoría de profeta o enviado).
*Una vez asediada una ciudad o un reino, la población no tiene otra opción que islamizarse, acogerse a la ‘dimmi’, o luchar hasta morir o vencer.
La población conquistada y sometida a la ‘dimmi’ goza de ‘protección’ bajo el Islam. Es un insulto éste eufemismo. Dadas las condiciones de desigualdad, de inferioridad, de injusticia… a la que se ven sometidos aquellos que no se islamizan, las poblaciones autóctonas, precisamente –judía, o cristianizada, persa o india.
Numerosos conceptos islámicos tienen que ver con esta consideración despreciativa en que se tiene a la población no musulmana. Los no creyentes no merecen respeto alguno. Aquellos que no reconocen a Mahoma.
La no aceptación de su discurso deja a los musulmanes disgustados, contrariados, y ofendidos. Su actitud hacia los no musulmanes es la del rencor y la venganza. Pagarán caro su rechazo del Islam.
Hay, sin embargo, ambigüedad en la actitud de los musulmanes para con estas poblaciones renuentes a islamizarse y que viven en sociedades regidas por el Islam (en tierra del Islam). Por un lado se las explota (los impuestos que se derivan de su condición de ‘dimmi’), por otro se las desprecia y se las odia porque no reconocen a Mahoma, no se islamizan, no se humillan, no se ‘someten’.
*El complejo, la trama, la red jurídico-política-religiosa-social-económica… islámica, alrededor del ‘infiel’. Dentro y fuera. La guerra fría y caliente contra el ‘infiel’. El que no reconoce a Mahoma, el que no se somete. El otro, los otros. Los no musulmanes están caracterizados y categorizados en el imaginario colectivo de los musulmanes de tal manera que se les puede engañar, robar, matar. Si ello es en el nombre del Islam.
Tiene que estudiarse bien esa trama conceptual que rodea al infiel.
*Es una querella particular la que los musulmanes sostienen con judíos y cristianos. Estos son infieles porque se supone que tienen que aceptar el Islam, tienen que reconocer a Mahoma. Es una querella étnica y local, entre pueblos y tradiciones semitas.
Esa historia étnica y local, se ha internacionalizado, universalizado. Debido a la cristianización y a la islamización de buena parte del planeta.
Los paganos, los gentiles, la multitud de culturas que nada tienen que ver con el estrecho marco histórico-geográfico y lingüístico-cultural en el que se mueve toda esta historia, no tienen voz en este asunto. Nada tienen que decir. No tuvo nada que decir en su momento Egipto, ni Grecia, ni Roma, ni Persia.
Cristianos y musulmanes minaron, destruyeron estas grandes culturas. Apenas quedan culturas clásicas. China, la India no musulmana, Japón. No encuentro otras (que estén vivas), a no ser la tradición judía, precisamente.
El Islam nos obliga a todos a movernos en el estrecho marco citado. En el judeo-cristiano-musulmán. Es una cárcel conceptual. Un laberinto cerrado, sin salida. Un maldito círculo vicioso.
Todos sus mitos y tradiciones, sus profetas, sus enviados… tienen que ver con las promesas de dominio que les hizo (a cada uno de ellos) su dios. La locura judeo-cristiano-musulmana.
Es la última ‘revelación’, la islámica, la que ha exacerbado todo este asunto. No es menos ofensiva y hostil que lo fue el cristianismo en sus comienzos y en su período de dominio, o el mismo Islam a lo largo de su historia, pero las dimensiones que cobra el asunto en la actualidad son ya a escala planetaria. Todo el planeta está implicado. Partiendo de la propia clasificación que de los pueblos del mundo hace el ámbito islámico (entre fieles e infieles, entre musulmanes y el resto, entre tierra del Islam y tierra de infieles…).
La propagación de musulmanes asiáticos y africanos por todo el planeta tiene una intención proselitista, tiene la intención de sembrar el Islam por todo el planeta. De sembrarlo de comunidades islámicas. Esto complicará (ya lo hace) la vida política y social de los pueblos europeos, americanos, australianos y demás. Ya estamos padeciendo las contradicciones culturales, la dicotomía que instaura el mismo Islam, allí donde se establece. La discordia.
La ceguera para una multiplicidad cultural. Invalidan toda cultura que nada tenga que ver con sus reivindicaciones y demandas, con su mundo. El mundo egipcio, el chino, el griego, el romano, el persa… Sus tradiciones, su sabiduría. La desaparición de estos mundos.
Es la misma ceguera que tienen los judíos y los cristianos. Obsesionados por su propio discurso. El discurso sólo a ellos referido. El dios que se dirige sólo a los hebreos, o a los cristianos, o a los árabes. Que habla incluso en hebreo, y en árabe. Que les promete, además, a cada uno de ellos, la preeminencia sobre todos los pueblos del mundo. Los tres tienen la palabra del dios de que, en su momento, todos los pueblos se inclinarán ante ellos. Sueños megalómanos. Sueños propios de pueblos pequeños, y miserables, y mezquinos.
Éste es el pleito que se traen entre sí judíos, cristianos, y musulmanes por la preeminencia y el poder; por el dominio, no sólo espiritual, del mundo. Ésta es su locura, éste es su discurso. ¿Cómo terminará esta loca y maldita historia?
—–
Esta ceguera (esta certeza) les legitima en su camino de destrucción. Cristianos y musulmanes son responsables de la extinción de numerosas culturas en todo el planeta, grandes y pequeñas. El genocidio cultural. Sin conciencia alguna de culpa, pues instauran al ‘verdadero y único Dios’.
No podemos jugar a su juego. Ni desde los judíos, ni desde los cristianos, ni desde los musulmanes. No podemos tomar parte en esta monstruosa y demencial querella.
*Si medimos el tiempo de las civilizaciones desde un año cero que tendría lugar hace seis mil años en Sumer, alrededor del nacimiento de la escritura, hace algo más de tres mil años (desde Moisés, influido tal vez por Akhnatón) que padecemos esta lacra de las religiones de salvación.
Mahoma dice que con él termina la serie de enviados del dios de Moisés y Jesús. Pretende cerrar el diálogo que el dios de los hebreos mantenía con su pueblo. Esto forma parte de su impostura, de su intolerable intromisión.
Tenemos que deshacernos de esos juegos de lenguaje. Negarles poder y autoridad fuera de sus ámbitos de dominio. Deslegitimarlos. Aquí, en Europa, en las Américas, en todas partes. Negarles validez, vigencia.
Ciertamente, nos han convencido, es o ellos, o nosotros (el resto del mundo). La guerra que nos plantea el Islam en los momentos presentes tiene estas dimensiones. No descansarán hasta la victoria o la derrota final.
¿Por qué tuvo que universalizarse ese discurso? ¿Por qué tenemos que seguir jugando ese funesto juego?
*A los judíos, que iniciaron esta historia, no les queda más remedio que compartir la ‘gloria’ con cristianos y musulmanes. Estos se han adherido a la estela que ellos iniciaron. No podrán llevarse toda la gloria que les prometió su dios. Este dios parece haberles traicionado, primero con los cristianos, y luego con los musulmanes.
También los cristianos creyeron reservada la gloria para solo ellos. Únicamente los judíos que reconociesen a Jesús como el Mesías, alcanzarían la ‘vida eterna’. La ‘revelación’ cristiana pretende anular la judía (mosaica).
Los musulmanes niegan la gloria a los judíos y cristianos que no reconozcan a Mahoma. Pretenden la anulación del judaísmo y del cristianismo. La disipación de estos. Su desaparición. Así como el cristianismo lo quiso con el judaísmo.
¿Por qué el judío va a abandonar su estirpe milenaria? Dejemos en paz a los judíos. Se limitaron, por lo demás, a un pequeño territorio sin aspiraciones imperialistas.
Aparte de los avatares del pueblo judío, que fue el de todos los reinos y pueblos pequeños de Oriente próximo y medio, estos tuvieron que soportar la aparición del cristianismo. Aquí quisiera romper una lanza a favor de los judíos. Jesús como Mesías, y el cristianismo posterior, fue lo peor que le pudo suceder a ese pueblo. A costa de sus tradiciones, de sus claves simbólicas, y de ellos mismos. Ese sufrimiento y esa humillación.
Por si faltara poco, apareció el Islam. Un tercero en discordia. No bastaba la humillación cristiana, ahora tocaba padecer la musulmana.
Mediar, intervenir en algo tan íntimo como las relaciones espirituales de un pueblo con su mundo simbólico. La impostura cristiana y musulmana con respecto al pueblo judío.
Es la envidia lo que está detrás del cristianismo (Pablo) y del Islam (Mahoma).
Sin capacidad para producir nada propio, cristianos y musulmanes, piratearon y parasitaron el legado espiritual judío. Se auto-injertaron, podríamos decir. Usurparon, también. Sin humildad, sin modestia. Arrogantes e insidiosos. Faltos de medida.
El pueblo judío es de los pocos pueblos que, junto con el chino, el indio (no islamizado), y el japonés, han mantenido vivo el nexo con sus antepasados. Un nexo milenario. No menciono a los pueblos de cazadores-recolectores supervivientes. Me limito a las civilizaciones y culturas del período neolítico.
Apenas quedan culturas autóctonas de ese período. Cristianos y musulmanes (además de hinduistas y budistas) las han destruido total o parcialmente. Egipto, Fenicia, Grecia, Roma, Persia… Culturas que han perdido vigencia, valor. Pueblos extrañados de sus orígenes, espiritualmente alienados.
Todos los intentos por destruir la tradición mosaica (por parte de cristianos o musulmanes) fueron infructuosos. Lo que nos muestra que es un pueblo digno de todos los respetos. Un pueblo que ha logrado conservar el nexo con los antepasados. Cosa que no pueden decir ni los cristianos, ni los musulmanes (ni los pueblos cristianizados o islamizados).
Los cristianizados, o islamizados, tenían que desarraigarse primero, extrañarse de sí mismos, de su cultura ancestral, para adoptar posteriormente la base cristiana o musulmana de su ser simbólico. Ésta es la verdadera apostasía, la infidelidad real. El abandono de lo propio y la adopción de lo ajeno. Eso es lo que no hizo el judío. Y eso le honra. Pues en eso estriba la verdadera fidelidad, la que le debemos a los antepasados y a las tradiciones ancestrales de nuestro pueblo.
Los pueblos cristianizados o islamizados carecemos de orgullo, de honor. Con antepasados espurios, con tierras sagradas espurias, con una historia (pasado) espuria. No son, nuestro cristianismo o nuestro islamismo, motivos para enorgullecerse, precisamente, sino bien al contrario. Pueblos, hombres y mujeres, desconectados de su pasado ancestral y autóctono. Alienados, instrumentalizados, enfrentados. En el nombre del dios de los cristianos o de los musulmanes.
Estas ideologías universalistas, hechas, parece, para hombres y mujeres que han perdido u olvidado su estirpe, su pueblo, su gente, sus tradiciones y demás. En el maremágnum de los imperios multiculturales, en la confusión de lenguas y culturas, en el desgaste (de los mundos simbólicos) que se produce; el nihilismo, la desertización, la entropía.
El imperio egipcio, el acadio, el griego, el romano, el persa aqueménida, el sasánida… La aparición del cristianismo, del Islam. El caos, el desorden, la confusión, el diluvio que todo lo arrastra… Mantenerse firmes en estas circunstancias. Eso fue lo que hizo el pueblo judío (entre otros). Ésta es su enseñanza. Otros pueblos también lo consiguieron (China, Japón…), pero han estado menos expuestos que el judío a la extinción. El judío ha llegado incluso a carecer de tierra. Y es que lo verdaderamente importante para un pueblo no es tanto la tierra, sino el mundo simbólico, el cielo. Se puede perder la tierra, pero si se pierde el cielo, ese pueblo desaparece como si nunca hubiese sido.
Es debido a su entereza y a su fidelidad, pese a las más adversas circunstancias, que el pueblo judío merece ser honrado y distinguido entre otros. Son una escuela de fidelidad.
Eso no podemos decirlo ni de los pueblos cristianizados, ni de los islamizados, insisto. Esos pueblos no tienen otros antepasados o patriarcas que los de la tradición judeo-cristiano-musulmana. Europeos griegos, romanos, celtas, germanos… Asiáticos fenicios (libaneses), sirios, persas, afganos, tibetanos, mongoles, turcos… Africanos… Americanos… Multitud de pueblos desarraigados, que han perdido el vínculo natural con sus antepasados y su mundo simbólico.
Esos pueblos han demostrado no ser fieles, no ser fuertes en la adversidad. No luchar hasta la muerte en defensa de lo suyo. Esos pueblos no merecen en verdad honra alguna. Digan lo que digan.
Carecen de voz propia. Son la voz de otro. Un discurso ajeno les domina.
*El Corán se escribió pensando en los árabes. Léanse los fragmentos correspondientes a la relación del Corán con la lengua (y el pueblo) árabe. Es un texto etno-céntrico, como pocos. Como por otro lado lo es también el Antiguo Testamento judío. Finalmente, le dice Mahoma a los árabes, ya tenéis un texto ‘revelado’, como los judíos y los cristianos.
*Si con el cristianismo se produce un pan-judaísmo (las claves simbólicas, lingüístico-culturales, son judías), con el Islam se produce un pan-arabismo.
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26/08/2009
*Mahoma, su Corán, no puede rivalizar con las figuras de Moisés y Jesús. Mal que les pese a los musulmanes.
Difícilmente van a conseguir que judíos y cristianos se islamicen. Sólo la fuerza y la violencia podrían conseguirlo, y aún así. Siempre les quedará el cripto-judaísmo, o el cripto-cristianismo.
Y entretanto, ¿qué hacemos los gentiles? Los paganos, los idólatras, las otras culturas. En Europa hace ya tiempo que el discurso (y el mundo) judeo-cristiano-musulmán quedó atrás. Ha sido superado, dejado atrás. Conceptualmente, espiritualmente, simbólicamente, culturalmente, colectivamente. Me refiero a la población europea autóctona. Ya no rige las conciencias de la mayoría. Ahora son minoría los creyentes y practicantes cristianos.
La población musulmana extranjera que actualmente reside en Europa es aún pequeña, aunque bastante ruidosa. Esta población sí vive de pleno el discurso judeo-cristiano-musulmán. La polémica, el enfrentamiento. Sigue atrapada en ese discurso.
*La religiosidad del Islam, como la de las demás ideologías religiosas de salvación, es ofensiva y hostil para con el otro. Estas ideologías practican el proselitismo, el apostolado, la propagación. Convierten al otro en uno de ellos, o lo intentan. Apenas si hay conversos al Islam (u otras creencias extranjeras) entre los autóctonos europeos. Lo cual, ciertamente, es un motivo de alegría.
Esta indiferencia hacia el discurso de las religiones de salvación en general, no indica necesariamente un rechazo consciente y pensado. No supone una meditación previa. Unas razones para decir no.
Esta indiferencia es generacional y tiene que ver con el desgaste de estas ideologías en nuestro ámbito cultural. Nuestra evolución cultural y simbólica nos ha sacado de esos mundos. Cosa que no parece haberles sucedido a las poblaciones musulmanas en sus sociedades de origen (Asia y África). Estos sujetos aún viven en la Edad media.
Hemos menospreciado estos discursos religiosos. Pero estos amenazan con envolvernos de nuevo y arrastrarnos, hundirnos en el pasado.
Necesitamos, pues, exorcizar estos fantasmas del pasado. Para bien del mundo entero. Acabar de una vez con ellos.
Dada la insistencia de estos creyentes, y particularmente de los musulmanes, la más reciente de estas ideologías universalistas, tarde o temprano, tendremos que contestarles. Necesitan una respuesta. Una posición clara con respecto a estas tradiciones. Y la tendrán.
Hay que decirles unas cuantas cosas a estos creyentes, a cual más ofensivos y hostiles. Europa tiene que responderles. Desde Europa. No desde la Europa cristiana, o desde la Europa musulmana, sino desde la Europa europea, la autóctona, la gentil. La Europa recuperada.
Responderles fuera del ámbito judeo-cristiano-musulmán. Fuera de sus juegos de lenguaje, de sus discursos. Desde Europa. Desde las tradiciones europeas pre-cristianas (y pre-islámicas). Y en los momentos presentes, desde Darwin, desde Marx, desde Nietzsche… Desde el pensamiento crítico contemporáneo.
Es una respuesta a aquellos que se resisten a abandonar el tenebroso pasado. Sus claves simbólicas. Hemos de hacer un esfuerzo por traerlos al presente. Por des-alienarlos también. Hacerles ver primero su extrañamiento espiritual, cultural. Primero que enlacen con sus verdaderos antepasados, situarlos en su contexto ancestral y autóctono. Recuperar el nexo con los antepasados propios. Una vez ahí, traerlos al presente. A la nueva era, al nuevo período que ya vivimos.
*Vivimos los albores de una nueva era que ha tenido su nacimiento aquí, en Europa. Vivimos una revolución cultural semejante a la que dio lugar al neolítico. Un cambio de era cuyas consecuencias culturales están aún por ver. De la misma manera que el hombre del neolítico abandonó los mundos simbólicos elaborados por los paleolíticos que le precedieron (por insuficientes), así nosotros también abandonaremos los mundos generados a lo largo del neolítico –por inútiles, por irreales, por descentrados.
Los nuevos modos de producción (y de vida) que instaura el neolítico dieron lugar a nuevos mitos, a nuevas interpretaciones acerca del mundo, de la naturaleza, de la vida, del lugar del hombre en la naturaleza. Estos mundos son tradiciones coherentes con el período neolítico. Están vinculados a los modos de vida que inaugura el neolítico.
Hay que decir que las ideologías o superestructuras simbólicas del neolítico pecan de un excesivo antropocentrismo y antropomorfismo, que hoy por hoy, y a la luz de la evolución y la genómica, son inconcebibles. La revelación del código genético arruina todo antropocentrismo.
La nueva era no es antropocéntrica, pues. La relación del dios con el hombre es fundamental en las ideologías del neolítico. El hombre es un ser privilegiado en todas estas tradiciones. La naturaleza está, poco más o menos, al servicio de este hombre. Todo esto es inconcebible hoy día.
El hombre de hoy no es el hombre del neolítico, o de las ideologías del neolítico. Criatura privilegiada, creada con el barro más fino. Todas las tradiciones que sostienen este antropocentrismo tendrán que abandonarlo.
Resulta que el sujeto de toda actividad biológica no es la criatura (el fenotipo) que aparece, sino el genotipo que alberga. Los genes son la única sustancia viva del planeta.
Se pasa de un antropocentrismo (o fenocentrismo) a un genocentrismo donde la sustancia genética es el único sujeto de toda actividad biológica (y cultural).
Esto habrá que digerirlo. Este presente.
Ésta podría ser una de las respuestas de Europa. A todos los dudosos e indecisos. A los atrapados en el pasado.
Europa ha de esforzarse porque el resto de los pueblos supere el neolítico. Ha de efectuar una labor específica en pro de la nueva era. Ha de comprometerse. Tiene que dar razones. Tiene que convencer. No puede abandonar a multitud de hombres y mujeres en el pasado. Tiene que traerlos al presente. Y tiene que traerlos al presente en las naves adecuadas; en las respectivas naves autóctonas.
Es una labor doble. O con dos frentes. Primero, advertirles de su alienación cultural (en la mayoría de los casos) y devolverlos a sus pueblos autóctonos; segundo traerlos al presente.
27/08/2009
*Nadie nos restituirá nuestras culturas. Nunca recuperaremos nuestras culturas.
Los pueblos que en su momento perdimos o abandonamos nuestras culturas ancestrales.
Restos, reliquias. Lo poco que nos queda.
*¿Qué pasaría si el Islam lograra el dominio del planeta; si todo el mundo se islamizara? ¿Habría paz? No nos engañemos. No pasaría otra cosa que lo que hoy ya pasa y lo que ayer pasó. El Islam está múltiplemente dividido y enfrentado. Dependerá del área de domino de cada una de estas ‘sectas’ (suníes, chiíes, entre muchas otras). Cada día se matan entre ellos. La mismos métodos (guerra fría o caliente) que emplean contra el infiel (‘dar al-harb’, ‘dar al-kufr’, tierra de guerra, tierra de infieles), son los que emplean con sus disidencias. Es una historia cruenta, la historia del Islam. Es también una historia criminal. Mutuamente se acusan de infieles (‘káfir’), o de idólatras o paganos (‘chirk’). Las sectas rivalizan entre sí en ‘puritanismo’. Los ‘puritanos’ abundan y se enfrentan entre sí. Se niegan (la autenticidad, la pureza mutua). Puede verse en la historia de los últimos veinte o treinta años (toda su historia en verdad). Grupos que mutuamente se niegan, se acusan, se destruyen. Es la guerra generalizada.
Se masacran entre ellos. Véase su territorio, el ‘dar al-Islam’. Los musulmanes no conocen la paz. Muerte, muerte, muerte. ¿Es esto lo que quieren exportar? ¡Por favor!
Seamos sensatos con el Islam. No es una vía de paz. En absoluto. Es, quizás, la vía más pura de la violencia. La guerra pura.
Un mundo islamizado sería un mundo en guerra eterna.
La violencia contra el otro está legitimada, sancionada, divinizada. Es guerra dentro y fuera. Fuera contra el mundo no islamizado (no sometido) y dentro contra toda disidencia. Dentro es guerra de todos contra todos. Las diferencias entre las sectas musulmanas les llevan a combatirse a muerte. Es guerra a muerte, no se olvide.
Cada secta reclama para sí la pureza islámica. Acusa a las otras sectas, a los otros musulmanes, de infieles, de apostatas, de idólatras… Son los insultos que les dedican a los pueblos no musulmanes, a los paganos, a los gentiles. A los pueblos no sometidos, no islamizados.
Es un futuro terrible el que nos espera. Si el Islam sigue prosperando en nuestras tierras. Creciendo, multiplicándose. Reproduciendo su modo de vida violento en nuestras tierras. Traen la guerra, la discordia, el enfrentamiento. La mente de cada sectario es un ‘mundo’ que tiene que imponer al otro. Por las buenas, o por las malas.

28/08/2009
*El futuro será genocéntrico y ecológico, o no será. Ésta es la conciencia y la sensibilidad que viene, que ya está. Que ya circula. El saber, la conciencia y la sensibilidad que cambiará la faz del planeta. La nueva sabiduría.
Los mundos elaborados a lo largo del neolítico quedan inexorablemente atrás.
¿Qué hemos de conservar de ese período? Cada pueblo ha de conservar el vínculo espiritual con sus antepasados, con los suyos. Son las señas de identidad. Los pueblos han de identificarse, distinguirse. Estas diferencias no pueden perderse.
El futuro es también una nueva era en las relaciones entre los pueblos. Siempre que las diferencias entre éstos sean conservadas.
Las únicas culturas o tradiciones culturales que son un obstáculo para tal entendimiento son las llamadas religiones de salvación. El universalismo de estas tradiciones, pese a su origen étnico (indio (hinduismo y budismo, fundamentalmente), iranio (el zoroastrismo o mazdeísmo), o semita (hebreo y árabe)). El ámbito de dominio de estas tradiciones oculta, sepulta, sofoca… numerosas culturas y pueblos.
Son numerosísimos los pueblos que han perdido, total o parcialmente, sus tradiciones. O las han visto desfiguradas, transformadas, desvirtuadas… por la tradición religiosa universalista que en su momento les alienó.
Pueden estudiarse las tradiciones semi-destruidas y deformadas por el cristianismo en Europa (o en América), o por el islamismo en Asia y África, o por el hinduismo y budismo en Tíbet y el sudeste asiático.
Hay que tener presente que lo que se universaliza es una cultura étnica y local (la hebrea, la árabe, la india). Y en un determinado estadio lingüístico-cultural. Son, pues, culturas históricas, étnicas, y locales, las que se imponen. En detrimento de innumerables otras.
Las culturas autóctonas han sido destruidas, deformadas, pisoteadas, mancilladas, profanadas… Los antepasados han sido calumniados, insultados. Los pueblos han sido desarraigados.
Si esta nueva era que vivimos provoca una crisis de identidad, ha de pensarse que, en numerosos casos, la identidad que teme desaparecer no es la autóctona, sino la impuesta en su momento (cristiana, musulmana, hinduísta…). Esta crisis de identidad, en estos tiempos de transición, la padecen todos los pueblos, hayan sido o no culturalmente alienados.
El momento no puede ser más oportuno. El nuevo saber, la nueva conciencia, la nueva sensibilidad, que choca ciertamente con el pasado, sitúa a los pueblos en la tesitura de qué pasado merece la pena conservar, transportar al futuro.
Se requiere un proceso de autognosis de los pueblos. Estas tradiciones que defiendo y extiendo a muerte… ¿son mías? ¿Adónde me llevan estas tradiciones? No me llevan a mi pueblo, sino a un pueblo extraño. Si me aferrase a estas tradiciones, conservaría y transportaría al futuro tradiciones foráneas. ¿Qué hay de mis antepasados verdaderos? ¿Por qué no sigo vinculado a estos? ¿Qué sucedió?
¿Por qué Moisés, Jesús, Mahoma, o Buda…? (Y sus respectivas tradiciones lingüístico-culturales). ¿Por qué no mis antepasados griegos, romanos, celtas, germanos… tibetanos, persas, o incas?
Pueblos cristianizados o islamizados… son pueblos extrañados de sus orígenes. Que han vivido un proceso (las más de las veces violento) de destrucción de su propia cultura (aculturación) y de adopción de la ajena (enculturación). Hemos perdido multitud de lenguas, pueblos, y culturas.
El genocidio cultural practicado por las religiones universalistas de salvación. Desde su aparición.
El retorno de los pueblos a sus fuentes. A sus orígenes. Primero la identidad ancestral y autóctona. Es esa identidad la que ha de sumarse a la nueva era. Restablecer el vínculo con los verdaderos antepasados y, adelante, hacia el futuro. Transportar los Manes propios. Como nos enseña Eneas.
Hay que decir que el propio pueblo árabe padeció la destrucción de sus raíces culturales -que comenzó a llevar a cabo Mahoma. Y otro tanto podemos suponer del pueblo hebreo, tras la aparición de Moisés. Zoroastro transforma, subvierte la propia tradición cultural de los pueblos iranios, que les vinculaba al mundo arya védico. En la India los sacerdotes hinduistas hacían lo mismo con el mundo védico; el budismo posterior, a su vez, negaba el mundo védico y el hinduista.
Estas ideologías universalistas, en su momento, destruyeron o manipularon su propio medio cultural. Son ideologías sacerdotales, hay que decir. Son los sacerdotes los que han urdido estas ideologías universalistas en donde el sacerdote, precisamente, ocupa un lugar privilegiado. Son ‘revoluciones’ sacerdotales que surgen a mediados del neolítico histórico. Hace poco más de tres mil años.
Hay que poner en la balanza, pues; pesar, ponderar. Es el momento del juicio. Es un juicio el que debemos realizar sobre el pasado. El periodo neolítico acaba, concluye. Sus mundos, sus superestructuras simbólicas. ¿Qué salvaremos, qué transportaremos al futuro?
Las identidades ancestrales y autóctonas, los Manes propios. Cada pueblo. El mundo simbólico elaborado por nuestros antepasados. Eso es la que debemos transportar al futuro, a la nave Futuro.
Es de justicia. La recuperación del nexo con los propios antepasados y con la propia historia. Recuperar, rescatar, limpiar su memoria. Los diversos pueblos europeos, asiáticos, africanos, americanos, oceánicos… Es también recuperación del orgullo, de la dignidad, del honor.
Enfrentarnos a la nueva era desde nosotros mismos. Llevando con nosotros las figuras de los respectivos antepasados. Desde nuestras estirpes y culturas ancestrales y autóctonas. En memoria de nuestros antepasados. Para mayor gloria del árbol de los pueblos y culturas del mundo, que es también el árbol de la vida. El árbol más puro.
Tenemos, pues, que desprendernos de la envoltura simbólica impuesta, del ser simbólico ajeno.
Es el juicio anunciado, el diluvio, la catástrofe de las catástrofes. La rueda cósmica ha girado. El nuevo estadio, la nueva era.
Sí, qué vamos a transportar a la nave Futuro. De esto se trata. Qué va a sobrevivir. Qué llevaremos con nosotros a la nave Futuro. Qué nos acompañará del pasado. Qué merece la pena conservar.
Los pueblos han de aprestarse, porque el juicio es ya, el diluvio.
Que recopilen sus cosas, que las transcriban. Que las conserven. Que no pierdan el vínculo con su pasado milenario. Un hilo que nos ate al pasado de donde venimos. Nuestro origen. Nuestra rama particular del árbol de los pueblos y culturas del mundo, del árbol de la vida.
Durante el diluvio védico, Manu ata la nave a un árbol. Esto hizo que la nave permaneciera en el mismo lugar cuando las aguas se retiraron. De esto se trata.
Cuando la rueda haya terminado de girar. ¿Qué habrá quedado?
El juicio ha de llegar a la valoración de las ideologías religiosas universalistas. De su actitud ofensiva y hostil contra todo otro.
Es una filosofía de la cultura lo que necesitamos. Pero una filosofía crítica. Que juzga y valora.
Hay que dejar atrás toda diferenciación hostil entre los diversos pueblos y culturas. La universalización de estos discursos etno-céntricos hostiles al resto de las culturas. Son un severo obstáculo. No sólo alienan, sino que enfrentan a los grupos humanos.
No merecen sobrevivir. Son un peligro en sí mismos. Hay que cuidarse de ellos.
¿Por qué, por qué lo hicisteis? ¿Por qué destruisteis nuestras culturas, por qué nos separasteis de los nuestros? ¿En nombre de qué o quién? No teníais, ni tenéis, ni tendréis, el menor derecho a destruir la cultura de un pueblo otro e imponerle la vuestra. Nunca más.
En nombre de vuestros dioses, de vuestras divinidades, de vuestras tradiciones, de vuestros mundos. Esos dioses no eran más que el rostro de vuestra ambición de dominio.
Os delatáis con vuestras divinidades. Delatáis vuestro duro y oscuro corazón. Vuestra extremada voluntad de poder. Vuestra arrogancia, vuestra soberbia. ¿Qué dioses y principios son esos que exportáis?
Es el dios que ordena la destrucción y la aniquilación del otro. ¿Por qué?
No necesitamos vuestros dioses intolerantes y agresivos. Quedáoslo para vosotros. Dejadnos en paz.
Hay que privarlos de poder. Que no sigan enfrentándonos. Tenemos que dejarlos atrás. Va en ello nuestro futuro, el futuro de los pueblos del mundo.
Lo primero es impedirles el proselitismo. Hecho por lo demás absurdo. Porque es como si un chino fuese por ahí convirtiendo a la gente en china (culturalmente china); intentando destruir la cultura del otro y haciendo que adopte la suya. Es algo demencial. El apostolado cristiano, el musulmán, el hinduista, el budista… Ese prurito de universalización. Cristianizar a todo el mundo, islamizar a todo el mundo… Es una locura. El éxito pleno (por cualquier medio) de cualquiera de estas ideologías supondría la desaparición de ¡todas! las tradiciones culturales del planeta.
De los métodos violentos y mixtificadores usados para imponerse en el mundo. De la destrucción, de la deformación, de la pérdida de pureza de multitud de culturas. Del extrañamiento espiritual de los pueblos. De todo esto y mucho más han de dar cuenta la tradición judeo-cristiano-musulmana, así como el hinduismo y el budismo. Éste es el juicio final para ellos. El dictamen final.
¿Quién lo realiza? El momento presente. Las generaciones presentes y futuras juzgarán el comportamiento de estas tradiciones como indeseable e indigno. Mucho daño y ningún beneficio. Quiero decir beneficios que no pudieran ser aportados por otras culturas. No perdemos ninguna consigna ética si estas tradiciones desaparecen. Nada que no pudiéramos encontrar en otras culturas. No necesitábamos estas tradiciones. Ningún pueblo las necesitaba. No nos son necesarias. Consérvelas el pueblo hebreo, o el pueblo árabe, si así lo desean. Pero el Islam (Mahoma) ha de rendir cuenta a su propio pueblo de origen; a sus antepasados. Qué lugar ha de ocupar Mahoma en una Arabia recuperada. Por qué destruyó la cultura ancestral de su propio pueblo. Esto es lo que tiene que sopesar el pueblo árabe.
Las culturas tradicionales carecen de ese prurito de expansión. Egipto, Grecia, Roma… China. Son culturas que se comparten, no se le imponen al vecino.
Necesitamos distancia de estas tradiciones religiosas universalistas y totalitarias. Desde cada una de nuestras culturas hemos de ver estos movimientos. Desde nuestras culturas ancestrales y autóctonas. Ningún pueblo carece de reglas morales, de tradiciones espirituales. No estamos ayunos, ni huérfanos. El legado cultural de los pueblos, sus culturas autóctonas. El vínculo espiritual con nuestra línea, con nuestro hilo.
Legado semi-destruido, semi-arruinado; espejo roto. El sentido, el ser simbólico ancestral. El propio, el elaborado por nuestros antepasados. Las señas de identidad. Lo que nos queda, lo que conservamos y compartimos. Con amabilidad, con delicadeza, con educación.
Este sencillo asunto ha de resolverse así. Mediante el juicio que realicemos sobre nuestro pasado histórico (neolítico histórico). Desde la nueva era, desde el nuevo período.
La rueda gira sola. Está girando. En estos tiempos de transición. Quiero decir que las novedades cognoscitivas (la evolución, o la genómica, o la relatividad…) están haciendo su labor. No sólo teórica sino práctica. Los modos de vida han cambiado. Un cambio tal no se conoce desde los albores del neolítico.
El período de transición hacia el neolítico pleno. El período que va desde las primeras experiencias agrícolas y ganaderas y los primeros asentamientos hasta la escritura, hace aproximadamente seis mil años, cuando arranca el neolítico histórico.
29/08/2009
*Es un honor, y motivo de orgullo, no estar hoy, a comienzos del séptimo milenio (de la escritura), y del tercer período, sometido al dios de la tradición judeo-cristiano-musulmana, o a cualquiera de las ideologías religiosas universalistas del segundo período, del período neolítico. El período medio, en general. La edad media generalizada.
Ligado a la cultura autóctona, sí; a los propios ancestros. Esta religación no quita, sino que añade honor, nobleza. Pues esto es la nobleza. El contar con Padres (y Madres), con ancestros. El estar ligados espiritualmente a los antepasados. El término ‘patricio’, latino, tiene que ver con esto.
Nuestra era genocéntrica, atómica, evolucionista, relativista… Nuevo cosmos, nueva naturaleza física, nueva naturaleza viviente… Nuevo cielo, nueva tierra, nuevo hombre. Nueva atmósfera –el nuevo saber, la nueva sabiduría. El nuevo alimento espiritual. La nueva luz.
La revelación del código genético, de la sustancia viviente única. Del genio de la vida, de Xenus. Del sujeto único. De nosotros. De Nos. Pues nosotros no podemos ser otros que la sustancia genética. No hay otro sujeto de la actividad biológica (y cultural). No hay otro. ‘Genous’ y ‘Genoussin’.
Los Padres y las Madres nos acompañarán en esta nueva singladura. Los propios. Cada pueblo, que lleve sus Manes. La cultura afanosamente elaborada por los antepasados. Ligazón espiritual con nuestros mundos. Cada pueblo. La nave Futuro.
*Acerca del dios, o de algún primer principio, no podemos decir nada. Algunos pueblos usaron conceptos (‘Rt’, Dao). Pero lo suyo es no decir, callar.
En este asunto hay que extremar las medidas filosóficas. ‘De lo que no se puede hablar, mejor es callar’ (Wittgenstein).
No podemos saber ciertas cosas. No podemos decir ciertas cosas. Hablar sobre lo que no se sabe, ni se puede saber. El conocimiento de ciertos límites. El reconocimiento de estos. Cautelas filosóficas. Honestidad filosófica.
Diré algo sobre la experiencia mística, acerca de la experiencia espiritual, acerca de la ‘iluminación’. De lo que también pudiéramos denominar una ‘crisis psicótica’ de tendencia ‘mística’. Así, sin rubor. Las ‘revelaciones’ religiosas o espirituales tienen ahí su origen.
No debemos pasar por alto el carácter ofensivo, hostil, intolerante, de estas ‘revelaciones’. Tienen que ver con la ‘certeza’ psicótica.
Estas ‘revelaciones’, o ‘iluminaciones’, deben ser escrupulosamente desmitificadas por los mismos espirituales. Se trata de la honestidad espiritual.
La experiencia mística es neutra, silenciosa, muda. Ideológicamente neutra. Es, pura y simplemente, inefable. El silencio es lo suyo. Silencio obligado. Lo honesto, lo prudente, es guardar silencio, no generar ningún discurso, pues éste sería histórico, local, étnico y, probablemente, narcisista (el protagonista de la ‘revelación’, del comercio con el dios…). Así, además, se evita la posible instrumentalización política de estos discursos.
Aunque no hay que olvidar que los discursos ‘revelados’ conocidos nacen ya con esta intención política (de dominio) consciente, o inconsciente. Son ‘revelaciones’ sacerdotales. Llevan a los sacerdotes al poder (o a los guerreros ‘santos’, como decía Jomeini)
Cuando la experiencia mística va acompañada de un delirio interpretativo, religioso. Asociado a la propia persona; acerca del papel que ocupa en esta ‘revelación’ la propia persona -papel central, como no podía ser menos.
Moisés, Buda, Jesús, Mahoma… (como los más significativos) producen discursos en los cuales todo el cosmos gira en torno a ellos. Esto es el narcisismo más puro, si esto se pudiera decir. Es un delirio psicótico religioso lo que producen, un delirio interpretativo. Un delirio psicótico megalómano, y narcisista.
La estirpe de las religiones ‘reveladas’ está llena de estos narcisos. (Y los manicomios). Las escisiones, las sectas, las sucesivas ‘revelaciones personales’… Desde sus comienzos.
Vergonzoso. Repugnantes, resultan ya estos enviados y sus revelaciones. Se les ve a leguas su narcisismo y su vanidad. Su petulante humildad. Su necedad, en suma. Su locura. El bochornoso espectáculo de estos ególatras inconscientes.
‘Sólo la serpiente puede acabar con la serpiente. Poner fin a lo que empezó’. La ‘persona’ mística. Destruir lo que ‘él’ mismo puso en marcha. Ese ser simbólico en particular. Visto lo visto, visto lo que hay que ver.
‘La serpiente se da muerte a sí misma’.
Es el juicio que da fin a un ciclo, a un comportamiento. Que juzga y valora. Que condena y salva. Que distingue, criba, discierne. Que pone fin.
Cerrar un ciclo de comportamiento espiritual (o de los espirituales). Acallar el parloteo. Silencio.
La vida espiritual, por lo demás, se manifiesta en los modos y maneras de llevar a cabo los seres biosimbólicos su ocupación, cualquiera que ésta fuese. Cualquier actividad. Todos los caminos son caminos de perfección.
Teman el juicio final los que lo esperan. Me refiero a los sacerdotes, a los clérigos, que cuentan con este mito. Sobre todo a los de la tradición judeo-cristiano-musulmana. Parece que fue Zoroastro, el persa, el que introdujo el mito del juicio final. Influyó en los judíos (y en los posteriores cristianos y musulmanes). Tiene un origen indoeuropeo, pues. Es una concepción cíclica del devenir de los humanos.
Diré que el ciclo que está concluyendo es el ciclo del neolítico. ¿Qué conservaremos de este prolongado período; qué llevaremos con nosotros a la nave Futuro? Éste es el juicio.
Los cambios tienen la magnitud de la catástrofe, del diluvio que todo lo arrastra. ¿Qué vamos a salvar? Poner a salvo, ¿qué?
Teman, pues, el juicio final los sacerdotes de las religiones de salvación; las religiones de la tradición judeo-cristiano-musulmana, así como el zoroastrismo, el hinduismo y el budismo. Por el daño espiritual que han causado a los pueblos. Por el genocidio cultural.
Sus propias ‘revelaciones’ les acusan. Sus propias palabras. Pues no hablaba el dios, sino Moisés o Mahoma. Eran estos los que se legitimaban a sí mismos; su codicia, y su lascivia. Su libido de poder y de placer. Sobre todo Mahoma, hay que decir. Es una vergüenza la ‘aleya’ en la que el dios le permite copular con cuantas mujeres desee, tener tantas mujeres como desee… pero sólo a él. Es un ‘privilegio’ exclusivo del último enviado del dios. ¡Por favor!
Nunca más. Su tiempo pasó. Hundidos en el pasado más sombrío. Encenagados. Así quedarán. Violentos y mixtificadores. Comediantes, hipócritas superiores. Tramposos, los sacerdotes de las religiones de salvación. Sus predicadores y apóstoles. Monederos falsos. Parásitos. Peligrosos.
Creyentes, conversos, creencias… Cristianos, musulmanes… Sus textos, sus discursos, sus historias criminales… Cuanto más se les conoce, más se les desprecia. Es el desprecio que merecen por su comportamiento.
30/08/09
*Hablando del Corán, no se comprende cómo los espirituales pusieron alguna vez los ojos en él. Es, quizás, el texto religioso donde más se evidencia la patraña, el montaje. El profeta-guerrero. Los sacerdotes o los iluminados guerreros. Es la elaboración de un texto religioso (y de un dios) apto para guerreros ávidos de poder. La extensión de sus dominios será la extensión del texto ‘revelado’; las tierras sometidas, el ‘dar al-Islam’. Es un texto que legitima la ambición de poder. Es, por los demás, un texto burdo, mal escrito, torpe. Escasa o nulamente espiritual. Ni poesía ni verdad.
Con todo, es el ‘regalo’ que Mahoma hace a su pueblo belicoso. Un fundamento ‘religioso’, santo. Un dios legitimador. Una misión, extender el Islam. Someter a los pueblos. Islamizar el mundo.
Semejante al motor que puso en marcha al pueblo hebreo, o a los sacerdotes cristianos. Legitimaba la codicia de poder de los sacerdotes, así como la ‘revelación’ coránica legitimaba a los sacerdotes-guerreros.
Ya la tierra conocía el horror cristiano, ahora daba comienzo el horror musulmán.
Suele decirse que el Islam carece de sacerdotes. Más bien habría que advertir la evolución de estos hacia el sacerdote-guerrero, o hacia las autoridades religioso-jurídico-políticas… (dada la inextricable unión de estos conceptos en el Islam). Si en un principio son los sacerdotes-guerreros (los califas) los que lideran los territorios islamizados, con el tiempo las autoridades religiosas, los ulemas (alfaquíes, muftíes, cadíes), adquirieron importancia, y poder. En el chiismo persa estas autoridades se agruparon jerárquicamente en un cuerpo clerical.
La lucha entre sacerdotes-guerreros (que devienen monarcas, y dinastías) y autoridades religiosas (ulemas, mulaes, imames) reproduce la ‘lucha’ entre guerreros y sacerdotes cristianos en Europa, o la de sacerdotes y guerreros en la India tras la aparición del hinduismo.
El clérigo o la autoridad religiosa en el Islam tienen muchas más atribuciones que el sacerdote cristiano, más poder. Su dominio alcanza todos los registros sociales (religiosos, jurídicos, penales, económicos… y bélicos). Estas características alcanzaron su perfección en el chiismo iraní.
Jomeini es la máxima expresión de este dominio de las autoridades religiosas. La teocracia que pretenden imponer los clérigos chiíes en Irán es semejante a la que pretendían imponer los sacerdotes cristianos en Europa. En la Europa cristianizada el poder de los monarcas-guerreros dependía de la legitimidad que le otorgaba el Papado. Los monarcas-guerreros estaban en manos de los sacerdotes, pues. Sabido es que a lo largo de toda la Edad media los sacerdotes cristianos pugnaron por ser la máxima autoridad. Siguiendo así el esquema hinduista, y platónico (en ‘la República’). Sacerdotes musulmanes chiíes, hinduistas, cristianos, y budistas, aspiran, siempre, a ser la máxima autoridad. Su rival fue, en todos los casos, el guerrero. Lo fue, hasta la aparición del ‘político’.
El político es el sucesor y el competidor del sacerdote. Pienso que uno de los conflictos actuales en el Islam es la aparición de la clase política. Ni suníes ni chiís están dispuestos a ceder el poder a la clase política. Diferirán cuanto puedan la instauración de gobiernos puramente ‘políticos’ en los que el sacerdote o el sacerdote-guerrero no tienen nada que decir.
Nuestra historia europea da cuenta de las dificultades que tuvieron los políticos en regiones donde los sacerdotes tenían gran poder. En España, o Portugal, por ejemplo, las autoridades religiosas frenaron y dificultaron cuanto pudieron la democracia hasta finales del siglo pasado. Todas las dificultades que ha tenido la democracia para instaurarse en Europa. Nuestros dos últimos siglos son las ‘guerras’, podríamos decir, entre la clase política incipiente (y la democracia), y el poder de los sacerdotes que torpedearon, dificultaron, entorpecieron, impidieron por todos los medios posibles el paso a la constitución del Estado democrático moderno.
Los conflictos internos del Islam actual recuerdan a nuestras dificultades europeas para afianzar la democracia. Las autoridades religiosas o religioso-militares, no están dispuestas a pasar a segundo plano, o a desaparecer. Un derecho, una economía, una regulación de la vida política, civil, de los ciudadanos; no religiosa, no sacerdotal. La introducción de la educación política.
La democracia, las dimensiones éticas de la democracia. Ocultadas, o negadas, o discutidas por las autoridades religiosas. Se trata de la pérdida de influencia social y de poder de los sacerdotes (o las autoridades religiosas). Lo impedirán por todos los medios posibles. La instauración de Estados políticos puros. Lo están demostrado; la violencia, la virulencia desatada. El poder, aún, de los sacerdotes. La población dirigida. La insistencia de los sacerdotes en la educación religiosa. El poder de la educación religiosa. Las madrasas. La educación en manos de los sacerdotes o de individuos dotados de autoridad religiosa.
Son tierras sometidas, ciertamente, sometidas al poder de los sacerdotes o de los sacerdotes-guerreros. El Corán los legitima, el libro santo de estos sacerdotes-guerreros. Pueblos sometidos, violentados, desgarrados… divididos y enfrentados.
31/08/2009
*El día-boulein parece ser el dios de los musulmanes: la ambigüedad, la doble intención, la doble lengua. El engaño, el disimulo. Está escrito.
¿Es el dios, o su enviado, el que habla en el Corán? ¿No tenemos en el Corán un retrato esperpéntico de Mahoma? Su diabolismo, su violencia, su ambición de poder, su lascivia… su intolerancia, su crueldad, su rencor. ¿Un dios colérico, codicioso, tramposo… puede ser? También el dios de los ejércitos del que nos habla Moisés deja mucho que desear. Dioses violentos y mixtificadores.
01/09/2009
*Las atribuciones de los ‘clérigos’ musulmanes. Son autoridades religiosas, jurídicas, económicas, sociales… Esta multiplicidad de funciones gira en torno al Corán y la ‘sunna’ (textos concernientes a la vida de Mahoma que son decisorios en lo que concierne a la ley o las costumbres).
Es la estructuración de la sociedad en manos de estas autoridades religiosas: lo propiamente religioso (los textos sagrados’, el Corán y la ‘sunna’) toca todos los registros de la vida cotidiana. Costumbres cotidianas, actos de culto, justicia, fiscalidad… Todo. Esto no es motivo para no llamar a estas autoridades religiosas, que tienen sus representantes tanto entre suníes como entre chiíes (como las ramas más importantes), ‘clérigos’ o ‘sacerdotes’. Aunque sus funciones excedan a las de los sacerdotes cristianos, por ejemplo. Es una evolución hacia el poder total lo que revela la tradición musulmana. Una evolución de las estrategias de poder desde Moisés a Mahoma.

02/09/2009
*Todo está atado y bien atado en la tradición islámica. Es durante los tres o cuatro primeros siglos musulmanes que se pergeña todo el aparato religioso-jurídico-político-económico-social… del Islam tal y como hoy lo conocemos. La ‘charía’, la ley islámica. Sus prescripciones religiosas (cultuales), jurídicas, económicas, sociales… Toda la vida cotidiana queda en manos de estos expertos, de estas autoridades.
Si consideramos como sacerdotes o clérigos a estas autoridades religiosas (y jurídicas, económicas…), nunca estos tuvieron tanto poder. El califa (suní) o el imam (chií) concentran todo el poder religioso, político, jurídico, económico…
Fue también la ambición del Papado cristiano durante toda la Edad media.
*La estructura de poder islámica. Una vez dentro, no hay resquicios, salidas. Estás atrapado. La red conceptual, la trampa que urdieron aquellos expertos.
Laberinto conceptual, autorreferencial. Que remite constantemente a sí mismo. Sin salida. No podemos concederles términos, conceptos. Juego de lenguaje siniestro.
La ‘apostasía’ está penada con la muerte. Sin más. No puedes salir por las buenas. Pasar. No te lo permiten. El Edicto del 405 de Teodosio, hacía que los apóstatas del cristianismo, aquellos que volvían a la fe de los Padres, fueran considerados como extraños en su propia tierra, privados de todos los derechos de ciudadanía… Como si no existieran para la comunidad. La excomunión total. En el Islam la apostasía es la muerte. El apóstata se juega la vida. La hipocresía, pues, está servida. Tanto en un caso como en el otro. Si bien, en el Islam, es cuestión de vida o muerte.
Pero ¿qué juego es este? El más siniestro de todos. El más tenebroso. El más sombrío. ¿Cómo salir? Es muy fácil, y muchos lo hacen, aunque lo ocultan. No les queda más remedio.
Restan nobleza a nuestras vidas, estos canallas. Nos obligan a la hipocresía. Nos obligan a ocultar nuestro asco y nuestra repugnancia por sus ‘mundos’.
—-
03/09/2009
*Los hombres y mujeres inteligentes, claros, puros… atrapados en estas ‘culturas’ hostiles a la luz.
El concepto ‘bida’ (innovación). Desde el momento en que las diferentes escuelas jurídico-doctrinales musulmanas (suníes y chiíes fundamentalmente) establecieron y sistematizaron sus códigos, no se admite evolución o cambio. La ‘charía’ está concluida. Hace mil años.
Un mundo plenamente medieval. Mentalidades puramente medievales. Toda innovación como corruptora de la ley islámica (la ‘charía’). Mundo detenido. En tanto duró el neolítico, ese mundo pudo ser más o menos válido. Coincidía con los demás. Variantes de lo mismo (las superestructuras simbólicas del neolítico). Los mismos supuestos antropocéntricos y antropomórficos.
El sol, la luna, las estrellas… del neolítico han caído. Han perdido su luz.
Las concepciones, los mundos del neolítico no nos sirven. Todo ha cambiado. Tenemos nuevo cosmos, nueva naturaleza viviente, nuevo hombre; nuevas concepciones de la cultura, nuevas formas de vida. La gran rueda ha girado.
Los hombres y mujeres que han hecho posible tal cambio (que han hecho girar la rueda) no son ‘iluminados’, no son líderes religiosos. No provienen de esos campos malditos. Darwin, Marx, Nietzsche, los Curie, Planck, Morgan, Einstein, Heisenberg, Yukawa, Kimura, Watson y Crick… Cientos, miles de ellos. Los constructores del nuevo mundo. Los Padres y las Madres de la nueva era, de este tercer período que inauguramos. Soles, lunas, estrellas del nuevo mundo.
Un mundo otro, un hombre otro, una tierra otra, un cielo otro. Esto tenemos.
Una vez alcanzada esta cota no se retrocederá. No hay vuelta atrás. Es nuevo conocimiento, nuevo saber.
¿Qué sucede con ese pasado paleolítico (primer período) y neolítico (segundo período)? ¿Qué llevaremos con nosotros a la nave Futuro? ¿Qué salvaremos?
Cada hombre, cada pueblo. Que se reúna con sus ancestros, que cargue con los Manes. La línea ancestral y autóctona. La cadena aurea. La que une tierra y cielo. Esto es lo que tenemos que salvar. Cada hombre, cada pueblo.
Es un nexo espiritual con los antepasados. Es un puente tendido hacia los futuros. Un ser, un sentido que se perpetúa. Ramas del árbol de la vida que hay que conservar. Es un legado. Nosotros proseguimos esa línea; florecemos y fructificamos en sus extremos.
El nuevo período exige un proceso de auto-gnosis, de evaluación. Un juicio, en suma. Un juicio que discierne, que criba. Que hace justicia al pasado. Que salva lo que hay que salvar, y abandona lo que hay que abandonar. Cada hombre, cada pueblo.
Conciencia y memoria del pasado, del pasado colectivo. El del propio pueblo. Ese pequeño bagaje es el que tenemos que transportar a la nave Futuro. Junto con otros hombres y otros pueblos. El pasado de la humanidad. Purificado.
Las ideologías universalistas y totalitarias (religiosas o políticas) han de quedar atrás; por múltiples razones. Por inútiles, por alienantes, por peligrosas… Destructoras de mundos, de pueblos y culturas. Lo peor del segundo período.
*Las condiciones en que tiene que vivir un no musulmán en territorio islámico son humillantes. Los musulmanes, allí donde dominan, se complacen en humillar al no musulmán (legalmente, según la ‘charía’), en hacerle la vida imposible. Es la propia ley islámica la que dictamina el comportamiento que hay que tener con un no musulmán. Un comportamiento ofensivo, hostil, arrogante.
Es un comportamiento instituido, religioso, santo, legitimo. Entiéndase esto. Los creyentes musulmanes están instruidos para tratar así a los no musulmanes. Puede recorrerse sus textos ‘sagrados’ al respecto. Y si no pueden hacerlo (porque no están en territorio islámico), lo disimulan, lo ocultan.
No son del todo originales. Los judíos le precedieron en este comportamiento hostil hacia el ‘gentil’, hacia la ‘gente’, los no judíos. También los cristianos usaron esta distinción. Es la actitud propia de los creyentes en estas ideologías universalistas y totalitarias. Estos monismos ocultan un siniestro maniqueísmo. Una actitud beligerante hacia cualquier otro.
Pasados los tiempos de dominio del cristianismo, sólo el Islam queda con poder. Poder sobre las mentes, sobre los individuos. El Islam es la más belicosa de las religiones universales de salvación. La violencia está legitimada. La guerra es guerra de conquista. La guerra puede ser fría o caliente. Mediante la palabra y mediante las armas.
El mundo no islámico ya conoce esta guerra. Desde su aparición el Islam le declaró la guerra al resto del mundo, al mundo no musulmán. Después de tiempos de decadencia, en los momentos presentes se ha vuelto a reactivar, simplemente. La guerra no acabará, como se sabe, hasta la victoria o la derrota final del Islam. La emigración masiva a países no musulmanes forma parte de esta guerra. No es la primera vez que usan este método. Forma parte de las estrategias de dominio, de la ‘yihad’, del esfuerzo por propagar el Islam, por extenderlo por todo el planeta. El proselitismo pacífico (‘dawa’), forma parte también de esta ‘yihad’.
La ‘yihad’ es, por mucho que nos quieran engañar, la guerra total contra el no musulmán. La voluntad de dominio descarada, declarada. La islamización, la arabización del planeta. La sumisión de los pueblos del planeta. Por las buenas o por las malas.
El Islam no quiere parasitar y languidecer en el futuro, quiere gobernar, quiere el poder. La violencia y el engaño son sus armas. La ocultación de sus intenciones.
Es preciso conocer bien el Islam. Es el único modo de no dejarse engañar. De controlar sus palabras y sus actos. Todo creyente habla desde el Islam. Como propagador del Islam. El discurso del otro le resulta absolutamente indiferente. No hay diálogo posible con un creyente musulmán. Ni con ningún otro creyente, en verdad. Cristianos, hinduistas, budistas… Cuando convencidos, cuando bien instruidos, cuando bien alienados. Toda la vida de estos creyentes gira en torno a su creencia. Ésa es la función de la educación cristiana o musulmana. No introducirán el espíritu crítico, o la libertad de pensamiento, u otros valores que podrían arruinarlos. Necesitan instrumentos, vectores de propagación, esclavos. Instruidos para matar y morir por la fe.
El Islam, insisto, es la más peligrosa de estas ideologías religiosas del segundo período.
La clase política en el mundo islámico tiene un destino duro, muy duro. Pero deben pensar que a nosotros los europeos tampoco nos llovió la democracia del cielo. Hubo que luchar por ella. Y precisamente contra una ideología religiosa hermana de la musulmana. Tuvimos que vencerla, vencer su influjo, su poder.
Es el único ámbito cultural (el islámico) en el que los sacerdotes (las autoridades religiosas o como quiera que los denominemos) siguen teniendo un extraordinario poder sobre las masas. Su educación crea masas, podríamos decir. Masas manejables, moldeables. La educación de nuestros pequeños fuera y lejos de sus discursos es, pues, vital. Es lo primero que hay que conseguir. Dada la situación, será como ‘arrancarles’ a nuestros hijos de sus manos. Porque no nos lo pondrán fácil.
Una educación otra, actual, que sitúe a nuestros hijos en la estela ancestral, y que los alinee hacia el futuro. Como parte histórica de un pueblo.
La mayor parte de los pueblos tendrán que recuperar su sitio. Porque son pueblos extrañados de sus orígenes, espiritualmente alienados. Están fuera de su lugar. Tendrán que desprenderse de la envoltura simbólica ajena. Tendrán que recuperarse. Esto supone un esfuerzo.
Situarnos en la línea ancestral, y encarados hacia el futuro.
Salir del sortilegio de las religiones de salvación. Del laberinto judeo-cristiano-musulmán. Desencantarnos. Es lo primero.
Hay que establecer estrategias para vencerlos. Estrategias legítimas. El arma será la palabra. Será una guerra fría, por nuestra parte. Se descarta el uso de la violencia, a no ser la defensiva. Lo suyo es destruirles con la palabra. Con rayos y misiles conceptuales. La libertad de palabra y de prensa, pues. Que podamos decir lo que pensamos al respecto. Exigimos esa libertad. Nos la tomamos. Libertad para decir no.
¿En nombre de quién, desde dónde? En nombre de los antepasados, de la línea ancestral y autóctona. Desde la sustancia viviente única, desde el árbol de la vida; desde el nuevo período, la nueva era. Desde el nuevo mundo imparable ya. Desde la nueva tierra y el nuevo cielo, desde el nuevo hombre.
Todo ha cambiado, nosotros hemos cambiado. Mal que les pese a algunos. La rueda ha girado. Los cambios ya se han producido. Ya estamos instalados. En la otra orilla, podemos decir.
Algunos quieren retenernos en el pasado. Es un pasado que les conviene. Les trae cuentas. Los aspectos más sombríos del segundo período. El mundo sombrío de los judíos, de los cristianos, de los musulmanes, de los hinduistas, de los budistas… Mundos tenebrosos, faltos de aire, de luz.
Todas estas ideologías religiosas, sacerdotales, que se oponen a la nueva era, están, con todo, procurando seguir parasitando en el mundo nuevo. Si bien por métodos ‘pacíficos’, adaptándose y procurando seguir controlando aspectos fundamentales de la vida social, como la educación. Seguir alienando. La astucia de estas tradiciones, de estos sacerdotes.
Son tiempos de transición y son tiempos de guerra. No podemos aliarnos con ninguna de las ideologías universalistas. Todas por igual son peligrosas. Pacífica o violentamente buscan siempre lograr sus propósitos –el dominio.
Hemos de distinguir entre culturas y culturas. Estos ataques se dirigen sólo a las religiones universales de salvación. Nada tiene que decir contra las pocas culturas autóctonas que han sobrevivido.
Son tiempos duros para todos. Es la última batalla. No importa lo dura y terrible que ésta sea. La victoria está de nuestra parte. Venceremos. El futuro es nuestro. No lograrán retenernos en el pasado.
La nave Futuro partirá, y partirá sin ellos, sin esos monstruos.

04/09/2009
*Mahoma se ‘apropia’ en exclusiva (o lo pretende) del dios judío, como antaño hicieron Jesús, Pablo, y los primeros cristianos.
Son, con todo, los cristianos y los musulmanes los que ‘exportan’ a ese dios y a ese pueblo por todo el planeta. Ese mundo, ese discurso. Han sido, conscientes o inconscientemente, vectores, vehículos de propagación de su discurso y de su presencia en el mundo. Han extendido el discurso judío por todo el planeta, si bien en sus vertientes cristiana y musulmana.
Pablo es el que inicia la literatura anti-judía entre los cristianos, le siguen los primeros siglos cristianos y hasta el final; Mahoma igualmente, al ver frustrada su esperanza de que los judíos le reconociesen como profeta o enviado, pretende privar de actualidad y autoridad tanto el discurso de estos como el de los cristianos, y despotrica contra ambos.
El comportamiento tanto de cristianos como de musulmanes con respecto a los judíos es deleznable. Ya desde los principios. Excluyo a Jesús de esta impostura y de esta usurpación. Lo considero un hombre santo, espiritual, en la línea de Jesús Ben Sirach, o Filón de Alejandría. Son Pablo, entre los cristianos, y posteriormente Mahoma, los primeros anti-semitas. Las palabras (duras) que sobre el pueblo judío se ponen en boca de Jesús son interpolaciones debidas a la influencia de Pablo en los redactores de los textos evangélicos. (Esto no puedo probarlo, pero lo pienso y lo digo.) Son anatemas productos de su rencor por el no reconocimiento de la figura de Jesús por parte de los judíos. Es la misma reacción rencorosa de los musulmanes cuando judíos y cristianos no reconocen a Mahoma.
Pablo es el teórico del anti-judaísmo entre los primeros cristianos. Quiero decir, sus razones, sus argumentos contra los judíos.
La lógica de este antisemitismo tanto en Pablo, como en el posterior Mahoma (éste añadiría además el anticristianismo). Se odia al judío porque no reconoce a Jesús. Se odia a judíos y cristianos porque no reconocen a Mahoma.
¿Qué le molestaba más a Pablo, que no reconociesen a Jesús, o que no le reconociesen a él? Los judíos no creían en Jesús como el Mesías, no creían tampoco a Pablo. Pablo y su discurso estaban deslegitimados.
Hay que decir que cuando no se reconoce a Jesús, o a Mahoma, no se reconoce a aquel que lo predica o que lo sigue. No reconozco su discurso, no te reconozco a ti. Son los cristianos o los musulmanes los negados, los no reconocidos. Como nada. Esto es lo que les quema. Que a la aparición de Jesús los judíos no se cristianizasen. Y que a la aparición de Mahoma judíos y cristianos no se islamizasen. Este rechazo padecido tanto por los cristianos como por los musulmanes.
Los judíos permanecen judíos, pese a las ‘revelaciones’ cristiana y musulmana. Éste es su merito. Cristianos y musulmanes quedan en entredicho por el no-reconocimiento del pueblo judío –que tiene en esta historia la última palabra.
Cristianos y musulmanes cargan, pues, con este no-reconocimiento primordial del pueblo que importa (en este conflicto). Esto les duele, a unos y a otros, les ofende, les humilla. Es el fondo de su rencor.
El pueblo judío tiene la primacía. Es un pueblo, y es su discurso, y es su dios.
La manipulación del texto judío tanto por cristianos como por musulmanes es una vergüenza. La apropiación de ese discurso. ¿Con qué derecho? El pueblo judío ha sido injustamente maltratado de palabra y de obra. Durante cientos de años. Un destino verdaderamente trágico. Merecen el espacio que pretenden, y en sus fronteras originales.
Los judíos podrían aceptar a Jesús como hombre santo. Lástima que no acepten los textos bíblicos añadidos en el período alejandrino (la Biblia de los setenta). Esa espiritualidad es digna de todos los respetos. Jesús, en mi opinión, está en esa línea final del pensamiento y de la espiritualidad hebrea.
Los musulmanes sobran por completo. Ésta es la verdad. Un tercero innecesario. La postulación de Jesús como el Mesías por parte de Pablo y los primeros cristianos entra dentro del discurso religioso/cultural hebreo. Hubiera estado bien si la rama judeo-cristiana hubiera sido y permanecido judía (como lo fue en los primeros momentos). Una rama judía no aceptada por la mayoría, pero dentro del contexto judío. La universalización del discurso judeo-cristiano complicó esta estructura. ¿Qué tenían que ver griegos, romanos, celtas, germanos, egipcios… con la trama religioso/cultural del pueblo hebreo? Sobraba por completo la universalización de un conflicto religioso/cultural étnico y local (éste fue el ‘mérito’ de Pablo). En su marco y en su contexto tal situación hubiera tenido sentido. Fuera de sus fronteras es un dislate, una locura.
Es una incongruencia, por ejemplo, el antisemitismo de los cristianizados europeos, cuando estos, ideológicamente, deberían llamarse judeo-cristianos. Su texto sagrado, la Biblia, contiene tanto el texto judío como el texto propiamente cristiano (apenas nada en comparación). Los cristianos son, ideológicamente, judíos en un noventa por ciento, podríamos decir. ¿Por qué los odian? ¿Porque no reconocieron a Jesús como el Mesías que estos esperaban, o porque no les reconocen a ellos?
*El pueblo judío ha dado a luz a dos monstruos; de su discurso han surgido dos monstruos. Indeliberadamente, involuntariamente. A su pesar, y para su disgusto y dolor.
Ha de ser exonerado, pues, de toda culpa en los actos criminales que cristianos y musulmanes hayan podido cometer durante sus períodos de dominio a lo largo y a lo ancho del planeta. Estos usurpan e impostan a su dios; no tienen derecho a remitirse al pueblo judío o a su dios.
Que carguen (los judíos) únicamente con su propia culpa. ¿Cuán es la culpa del judío? Su texto sagrado. Es el proto-modelo. Crearon escuela. A manos de cristianos y musulmanes han padecido lo que le hicieron pasar a otros pueblos. La arrogancia y la soberbia del otro, y la propia humillación. Han probado su propia medicina, como se suele decir.
La recuperación de su tierra sagrada puede acabar con esta querella que abrieron los cristianos y continuaron los musulmanes. Es la querella por la primacía entre los tres discursos. Pero la primacía y la exclusividad le pertenecen a los judíos por derecho propio.
Que los judíos reanuden su propia historia. Y en su tierra. Se lo merecen por su fidelidad milenaria. Pocos pueblos pueden decir lo mismo.
Manu Rodríguez.
La respuesta de Europa.
Cuaderno 82
07/septiembre/2009
*Textos de la nueva Europa, de la nueva era, del nuevo mundo. Contra los aspectos y actitudes más nauseabundos y sombríos del pasado neolítico. Una depuración. Aligerar la carga. El ‘peso’ de ciertas tradiciones lastra el vuelo. La salida del segundo período. La impide.
Venceremos, sin duda. Partiremos. Pero no será fácil, hay muchos frentes. Las ideologías religiosas de salvación, universalistas y totalitarias, sus sacerdotes, necesitan la atmósfera del neolítico para prosperar; no cualquiera (no la egipcia, no la griega, no la persa, no la china…), sino la atmósfera que ellos crearon. La atmósfera que aún domina. Parámetros simbólicos que les hacen necesarios. Los pueblos sojuzgados, alienados, instrumentalizados por los sacerdotes de las diversas religiones de salvación que se reparten el mundo (sus áreas de dominio). Están en todas partes. Creando conflictos en todas partes. Siempre en guerra (fría o caliente) con el otro, cualquiera que éste sea.
Sus ‘discursos’, sus textos ‘revelados’, textos programáticos donde los haya. Es su mundo, anuncian su ambición de poder. No hay lógica aquí, pues se pide del creyente fe ciega en lo que se le dice. Que es el dios el que legitima y avala sus pretensiones de poder, por ejemplo. Que el dios así lo quiere. Que es la voluntad del dios. Es la atmósfera de la ignorancia, de la credulidad, de la falta de luz mental, espiritual. La falta de aire, de luz. Ahí prosperan esos canallas. Mantener en ese estado a la humanidad.
Quizás sea en el ámbito islámico donde más y mejor se pueda observar esto que digo. En Europa, al menos, tenemos conciencia de la muerte del dios judeo-cristiano-musulmán. No tienen ya poder aquí. Las religiones de salvación en Europa no captan la atención más que de algunos despistados. Los que vuelven al cenagal cristiano, o los pocos que se islamizan, o se ‘hacen’ hinduistas o budistas.
Son pocas, estas tradiciones, pero dominan el mundo, se reparten el mundo. La rama judeo-cristiano-musulmana, así como la hinduista y la budista se extienden por todo el planeta. Son las religiones/culturas dominantes hoy día. Han acabado con la casi totalidad de culturas autóctonas. En todo el planeta.
Estas pocas tradiciones detienen el mundo. Impiden la inmersión de los pueblos en este tercer período. Lo impedirán mientras puedan; les va en ello, no sólo su poder, sino su supervivencia. Están a punto de desaparecer.
Lo que estamos viviendo, quizás, por parte del Islam, son los coletazos de estos monstruos moribundos. Las últimas muestras de su poder. Su violenta agonía. La locura terrorista islámica de última hora. No podrán contra este tercer período. Contra este diluvio. Contra esta catástrofe purificadora.
Es el destino el que nos ha conducido aquí. Nuestra pulsión de conocimiento. Aquí, a esta nueva tierra, y a este nuevo cielo, y a este nuevo hombre. Todo ha cambiado.
Manu Rodríguez
mannus000@hotmail.com

domingo, 15 de marzo de 2009

genocidio criminal en Dresden

genocidio criminal en Dresden

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Copiamos de un blog titulado temaldigo:
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lunes, 1 de octubre de 2007

UN ABRAZO A LOS AMIGOS OPTIMISTAS DE “EUREKA”

UN ABRAZO A LOS AMIGOS OPTIMISTAS DE “EUREKA” (1 oct 2007)

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Aviso: Atención en los próximos días a las nuevas entradas que aparecerán indistintamente en mis blogs de HURANIA, URANIA y en IRANIA :
Habrá más humor y optimismo y algo de cinismo.
Saludos y un fuerte abrazo, de corazón, para quienes tienen la sangre caliente, la mirada firme y directa, la sonrisa pronta y el cerebro cargado de ideas serenas, valientes y osadas. También un recuerdo muy cálido para las personas que he conocido en Viveiro, en Celeiro, en Xixón, en Comillas, en Laredo, este verano de 2007. Y saludos para un ingeniero informártico rumano, y para Eva P…, de Alcalá de Henares, que me han prometido leer mis blogs y colaborar con EUREKA en la empresa de erradicar el vicio del tabaco (“Así se empieza…”) y, hablar con la gente, con la verdad por delante, en la medida de lo posible.

lunes, 18 de septiembre de 2000

“La Década Bárbara”…. (…y parte 4ª)

“La Década Bárbara”…. (…y parte 4ª)

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Los herederos de Hitler

“…No, Hitler no ha muerto. Refugiado en el Pentágono, desde allí dicta su política de odio, exterminio y dominación. ¿Quién si no él alienta el odio racial que amenaza la existencia misma de la Unión Americana? La táctica del genocidio como “solución final” del problema de Vietnam denuncia su presencia. Sus métodos, superados, hablan de un nuevo nacionalsocialismo –el pentagonismo– como herencia bárbara de la década de los 30s que reaparece en la de los 60s con su deshumanización brutal y su negación de la vida y la cultura… Ese siniestro paralelismo histórico –Lídice-My Lai– es el que Mario Gill trata de establecer en este su nuevo libro, paralelismo que fatalmente conducirá, si no hay una rectificación oportuna e inteligente, a un nuevo Nuremberg…”

[Estas palabras aparecen en la contraportada del ejemplar número 2522, edición 1970 que tuve oportunidad de leer. Se ve que son de un autor diferente, pero no viene su nombre. El libro tampoco tiene prólogo.]

Hitler no ha muerto.
No hay que ir a buscarlo a la remota Patagonia, ni a las selvas de Brasil o Paraguay. Hitler vive, en espíritu, en el revanchismo y el neonazismo de la República Federal Alemana y en su reencarnación, el nuevo Adolfo, Adolfo von Thadden, que encabeza un nuevo nacional-socialismo con membrete democrático; vive en la OTAN, el brazo armado del neonazismo, la fuerza de choque, agresiva y provocadora del imperialismo; vive en el Berlín Occidental donde las violaciones al tratado de Postdam por parte de los Estados Unidos hicieron indispensable la erección del muro, frontera real entre dos mundos; se halla presente en la rehabilitación de los criminales de guerra que ocupan ahora importantes puestos en el gobierno de la RFA; obra suya es también el llamado “milagro alemán” y la reconstrucción de la industria de la guerra.
Hitler no está escondido en la Patagonia, sino en el Pentágono y es el que dicta a la Casa Blanca la política exterior e interior, el que ordena el genocidio en Vietnam, el empleo del napalm en grande escala, el que sugirió la guerra bacteriológica y dio nuevo nombre a los campos de concentración en Vietnam: aldeas estratégicas. Hitler vive en el profundo sur de los estados Unidos y es el consejero espiritual de George Wallace y Barry Goldwater y pasa sus week ends en el “Rancho LBJ” saboreando la rica barbacoa johnsoniana; es Hitler el que planeó el asalto a Playa Girón, la invasión a Santo Domingo y el autor del Plan Simpático, del Plan Camelot, del proyecto de Ejército Interamericano de Paz y sus auxiliares los grupos de espionaje llamados Cuerpos de Paz y el que organizó con los ultraderechistas yanquis el crimen de Dallas y los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy.
Es Hitler el verdadero director de la CIA que logra al fin su ideal de convertir a la América Latina en un gran protectorado gobernado a través de sus nuevos gauleiters, los gorilas instalados por medio de la intriga, la traición y la fuerza para sojuzgar a los pueblos. La CIA no es sino una Gestapo reestructurada, enriquecida con las experiencias del pasado y con un presupuesto ilimitado.
“La fama de Hitler no se extinguirá. Coronó su gran obra y sus hazañas famosas con el sacrificio supremo… Es merecedor de la fama más sublime y aparecerá ante la posteridad como el héroe resplandeciente de esta época, aunque la vida continúe su curso rutinario…” Con esas palabras inició su testamento político Robert Ley, Reischleiter y jefe del Frente del Trabajo en el gabinete hitleriano. Antes de ahorcarse en su celda de Nuremberg en 1945, uno de los nazis más fieles al führer, tuvo una visión bastante aproximada del futuro de Alemania y del mundo:
“Alemania –escribió– debe y desea seguir viviendo. Este pueblo tiene derecho a la vida, ya que a través de su vigoroso desarrollo que le permitió resistir a tres potencias mundiales durante seis años y medio, ha demostrado que su derrota no se debió sino a la abrumadora fuerza de sus enemigos. Sin embargo, es imprescindible que reconozca esta derrota incondicionalmente y saque de allí las conclusiones pertinentes. Y sus viejos enemigos harán bien en hacer lo mismo.
“Alemania ha sido derrotada, totalmente derrotada, pero aún en su derrota ha mostrado tal fuerza que será en el interés de Alemania y del mundo retener y aprovechar esa fuerza… La tarea ahora es que todos encontremos los medios para aprovechar al máximo las posibilidades de su existencia…
“La época de las naciones ha terminado; se ha dado comienzo a la época continental. Los pueblos, individualmente, jugarán papeles secundarios; la lucha por el mantenimiento y preservación de las razas reinará durante el próximo milenio… Dos continentes dominan al mundo: América y Asia; los Estados Unidos de Norteamérica y Rusia-China: capitalismo y comunismo. Yo cuento a Inglaterra como parte del continente americano. En el centro, entre América y Asia, se encuentra Europa… ‘Quien controle a Alemania controla Europa’, dice un viejo proverbio. Y ahí está el quid. Por eso continuará la lucha hasta que se decida el problema del dominio mundial…
“La ideología nacional-socialista existe aún y puede aprovecharse. Inclusive el führer, como resultado de su sacrificio, podrá despedir de la tumba un poder místico que sería aún más poderoso que si se encontrara entre nosotros. Quien aproveche todo esto dominará a Alemania y con Alemania a Europa…
“Estoy seguro que los alemanes despertarán de su estupefacción para aclamar a quien aproveche estas posibilidades; sobre todo la juventud alemana. No me engaño a mí mismo: sé que pertenecerían a América sin excepción, si América tuviera el valor de dar ese paso… El pueblo no puede reconstruir a Alemania por sí mismo. América tendrá que reconstruirla, si es que ella también quiere vivir. Para el pueblo alemán y para América no existe otra salida… No hay que olvidar que Norteamérica tiene una tercera parte de sangre alemana.
“América no atacará la sustancia alemana, pero en su propio interés se asegurará que las condiciones económicas sean tales que Alemania pueda vivir de nuevo. Nadie, salvo América, tiene el deseo de la reconstrucción alemana… Los intereses de América son los intereses de Alemania…
“¿Cómo considero esta relación Alemania-América? ¿Cómo se podrá arreglar esta amistad? América será la conductora y nosotros la seguiremos Alemania salvará a su pueblo y resurgirá; la ganancia de América será Alemania y Europa. ¿Cómo pienso que podría ejecutarse este plan?
“1) Colocar al pueblo alemán bajo la protección americana y convertirlo en miembro de la Comunidad Americana (American Commonwealth)
“2) Este paso tiene que darse con Hitler, no contra Hitler. La ideología nacional-socialista será la aportación más valiosa de Alemania. Sin esto, la reconstrucción de un muro europeo contra Asia es totalmente imposible. Sería apropiado que algo semejante al partido fuese reorganizado. Aún quedan los hombres, los que fueron los mejores dirigentes alemanes. Los ciudadanos más respetuosos y activos son los que trabajaron como gauleiter, kreisleiter y ortsgruppenleiter. Se les debería utilizar a favor de este propósito tan noble; se podrían lograr milagros.
“3) Todo este plan debería llevarse a cabo de la manera más secreta para que Asia no se dé cuenta de sus intenciones…
“Asia está en marcha, América tiene que actuar y Alemania tendrá que colocarse, sin titubeos y con entera confianza, bajo la protección americana.
“He cumplido con mi deber. ¡Que Dios vele porque todo salga bien!”
Robert Ley no vivió para ver su sueño en camino de convertirse en realidad. El 25 de octubre de 1945 apareció ahorcado en su celda. El suyo fue un sueño profético. ¡Una a una se han ido realizando sus previsiones! ¿Se inspiraron los imperialistas de Washington en el testamento de Robert Ley o actuaron por propia iniciativa? El hecho es que el plan de reconstrucción de Alemania (el “milagro alemán”) se hizo “con Hitler”, como había preconizado Ley.
En los primeros años de la posguerra se procedió contra algunos de los nazis criminales de guerra. Se ajustició a algunos, en Nuremberg; a otros se les procesó y sentenció a penas demasiado benignas en relación con la magnitud de sus crímenes. Veinte años después, todavía en Alemania occidental había cerca de 20,000 nazis culpables de crímenes de guerra, que no habían sido encarcelados ni procesados y por lo menos unos 2000 exdirigentes y funcionarios del régimen nacional-socialista ocupaban puestos de dirección en el Estado y en la economía germano-occidentales. Además, un considerable número de exnazis prominentes están cobrando pensiones que fluctúan entre los mil y mil quinientos marcos mensuales. En total, el Estado germano-occidental paga anualmente 1371 millones de marcos por concepto de pensiones a exfuncionarios del Tercer Reich.
En 1965, fecha en que se publicó el Libro Pardo con el resultado de las investigaciones sobre el proceso de renazificación de la Alemania Occidental, había pensionados o empleados en la administración pública, 21 ministros y secretarios de Estado; 100 generales y almirantes de la Bundeswehr (ejército germano-occidental); 828 altos funcionarios de la justicia, fiscales y jueces; 245 funcionarios dirigentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, de las embajadas y consulados del gobierno de Bonn, así como 257 altos funcionarios de la Policía y del llamado Verfassungschutz (departamento para la defensa de la Constitución, es decir, miembros de la policía secreta).
Renació el antisemitismo con la violencia de los primeros años del hitlerismo. En la provincia Renana (especialmente en Colonia y Dusseldorf) se profanaron nuevamente las sinagogas y más de 200 cementerios semitas fueron profanados. Las consignas antisemitas volvieron a escucharse y publicarse, superando en cinismo y agresividad el vocabulario del periódico nazi Stuermer que se destacó por su violencia antijudía. “Seis millones de judíos fueron muy pocos”, “¡Judíos, váyanse al infierno!” “¡Vivan las SS!”, “¡Viva el führer!”, etc., eran algunos de los slogans normales y cotidianos.
No es sólo antisemitismo. Es un histerismo de odio producto de la frustración de dos derrotas que enferma a varias generaciones de alemanes; si ahora son los judíos, mañana serán los comunistas sin distinción de razas, los negros, o los chinos. Y no es extraño que ese odio no se haya extinguido. Ha sido cultivado sistemáticamente y transmitido en las aulas a las nuevas generaciones en la Alemania Occidental. El profesor Karl Valentin Müller, que glorificó al superhombre alemán y presentó la exterminación de judíos y eslavos como una medida justa era, todavía en 1965, director de un instituto en la Escuela Superior de Economía en Nuremberg.
Hasta en sus aspectos puramente formales, se trata de dar a la actual situación un carácter transitorio. Un periodista curioso hizo un descubrimiento: 15 años después de inaugurado el Bundestag (parlamento de Bonn) en una de las paredes del edificio permanecía, disimulada detrás de un cuadro el águila hitleriana con una gran swástica.
Miles y miles de hitlerianos peligrosos andan libres en la República Federal Alemana. Los exdirigentes nazis Trettner, Speidel, Heusinger, Foerch y otros muchos, culpables de la muerte de miles de civiles inocentes y de los crímenes de guerra más espantosos que haya concebido la humanidad, ocupan o han ocupado cargos en la Bundeswehren la Policía o en la OTAN. Los 140 generales y almirantes de las fuerzas armadas de la RFA, prestaron servicios en la Wehrmacht fascista y 41 de ellos en el Cuartel General de Hitler.
Las autoridades bonnianas intentaron suspender en 1965 las investigaciones de los crímenes de los nazis, argumentando que había prescrito ya la acción penal. Las autoridades de Bonn se apoyaban en el Código Penal de 1871, vigente en la RFA después de casi un siglo, en el que se fija un plazo de 20 años para la prescripción de los delitos del orden penal. Pero esas normas no pueden aplicarse a los delitos contra la humanidad, en relación con los cuales rigen las normas del Derecho Internacional.
El artículo 25 de la Ley Fundamental de la República Federal Alemana, reconoce sin reservas la prioridad de “las normas generales del Derecho Internacional” y esas normas vigentes, generales y obligatorias para todos, no fijan plazo de prescripción para los delitos de guerra. Ni en los Estatutos del Tribunal Internacional, ni en la Ley número 10 del Consejo de Control de Alemania se dice una sola palabra acerca del plazo de prescripción de los crímenes de guerra.
El ministro de Justicia de la RFA, Edward Bucher, en un discurso pronunciado en Augsburgo el 15 de enero de 1965, sostuvo la teoría de que la prescripción de los delitos cometidos por los nazis es algo que sólo incumbe a la República Federal Alemana. Esa declaración levantó una ola de protestas fuera de Alemania. “La cuestión del castigo de los verdugos hitlerianos –se dijo– no es una cuestión interna de la RFA, sino de todos los pueblos donde los verdugos fascistas cometieron sus crímenes y atrocidades; es un asunto de la humanidad entera contra la cual fueron cometidos.”
El 7 de enero de 1946 en el proceso de Nuremberg fue interrogado el verdugo Erick Bach-Zelewsky, esbirro íntimo de Himmler y acólito de los mariscales von Bock y von Kluge. El interrogado habló de la disposición dada por Himmler a principios de 1941, para aniquilar a 30 millones de eslavos. ¿Tendrían derecho los pueblos eslavos a opinar sobre la prescripción de los crímenes de guerra?
Mucho se ha especulado con lo que se dio en llamar el “milagro alemán”. A fines de 1968 el señor Ludwig Ehrard visitó la ciudad de México invitado por el grupo financiero de la oligarquía mexicana para que sustentara una serie de tres conferencias (500 dólares cada una; $100 derecho de admisión) sobre el llamado “milagro”. Probablemente los banqueros mexicanos que se enriquecen “jineteando” el dinero de la Alianza para el Progreso, querían comprarle a Ehrard el secreto del “milagro”.
El mago Ehrard no dijo en realidad nada que no supieran ya los banqueros “con ideas modernas” (como reza el slogan de su propaganda). Diez mil millones de marcos invertidos allí, más la elevada calificación técnica del pueblo alemán; los grandes recursos de carbón y mineral de hierro que posee, la dedicación y el esfuerzo de sus trabajadores; la ausencia de gastos militares en su punto de arranque; una coyuntura mundial favorable, fueron los términos cabalísticos del famoso “milagro alemán”.
“La situación de la RFA en 1965 –escribió José Luis Ceceña– era ya la de una gran potencia industrial. El valor total de su producción se había elevado de 86,430 millones de dólares, superior al valor de la producción de Inglaterra, Francia, Japón, Canadá e Italia, aunque el producto por habitante (1,900 dólares) era aún inferior al de los Estados Unidos (3,500 dólares) y al de Suecia (2,500) y al de Canadá (2,400) y al de Suiza (2,300) y al de Dinamarca (2,100 dólares). Su comercio exterior había superado al de todos los demás países con excepción de los Estados Unidos. En 1965 alcanzó la cifra global de 35,364 millones de dólares, frente a los 48,285 millones de dólares de los EU, 29,848 millones de Inglaterra, 20,395 millones de Francia, 16,620 millones del Japón, 16, 093 millones de Canadá y 14,535 millones de Italia… En 1965 las tenencias de oro y divisas alcanzaron la cifra de 6,626 millones de dólares, el segundo país en el mundo por ese concepto.
“Como era de esperarse, el Dr. Ehrard atribuyó el resurgimiento alemán a la política de apoyo a la libertad de empresa y a la ayuda del capital extranjero. Recomendó para acelerar el desarrollo, el apoyo a la iniciativa privada, limitar la acción gubernamental, eliminar barreras arancelarias abriendo las puertas a la competencia internacional y a los capitales del exterior.
“En el acuerdo de Postdam se exigía categóricamente aniquilar la excesiva concentración de poder económico representado en particular por los cárteles, sindicatos, trusts y otras asociaciones monopolistas. Sólo en el territorio de la República Democrática Alemana las relaciones de propiedad y de poder han sido profundamente transformadas. En la Alemania Occidental, por el contrario, existe una concentración de capital en grado nunca alcanzado hasta ahora… Lo terrible es que, al igual que antes de 1914, y como después de 1918, como en 1933 y después, los Flick, los Thissen, los Krupp y los Siemens, son los verdaderos dueños de toda la República Federal Alemana.
“La invasión de capital extranjero está en plena marcha; no pasa un mes sin que sean transferidas de manos alemanas a norteamericanas importantes empresas. La balanza comercial con los EU no puede ser más desfavorable. En los tres últimos años (anteriores a 1965) Alemania exportó a los EU mercancías por valor de 14,7 mil millones de marcos e hizo importaciones por 29 mil millones de marcos.
“Este desnivel tiene un sentido político… Los gobernantes imperialistas de Bonn alimentan la peligrosa ilusión de poder lograr, con el ‘socio adecuado’, los Estados Unidos, dar en un tercer intento de un nuevo orden a Europa con mejor éxito que en sus dos primeras intentonas que terminaron con derrotas catastróficas. Por eso han abierto como ningún otro país de Europa Occidental las puertas al capital norteamericano. Por eso apoyan, incondicionalmente, todos los actos agresivos de los EU en el mundo.
“Incapaz de desarrollar una política nacional, la RFA se convierte cada vez más en un satélite de los EU. Bonn reconoce el papel de guía de los EU, con el fin de alcanzar con su respaldo, la hegemonía en Europa occidental… Bonn quiere ganar, a posteriori, la guerra hitleriana.
“Alemania Federal es hoy la mayor potencia militar de Europa Occidental. Su ejército supera a los de Francia e Inglaterra. Alista el 45% de todas las divisiones de la OTAN. Más del 50% de los tanques de la OTAN que hay en el área de la Europa Central, pertenecen a los efectivos de la Bundeswehr. El espíritu de este ejército está impregnado de las tradiciones de la Werhmacht fascista y se le educa en un anticomunismo lleno de odio y desprecio para todos los países. El llamado standing group de la OTAN, al que pertenecían sólo los EU, Inglaterra y Francia, se disolvió a favor de la igualdad de derechos pero, en realidad, a favor de la hegemonía, en Europa, del socio germano-occidental. El próximo objetivo es llegar a codeterminar sobre armas atómicas.”
Según pudo investigar el Instituto Alemán de Economía, de Berlín, en 1965 había 109 empresas germano-occidentales que participaban directamente en la producción de armamentos. Entre esas empresas se halla el Reinstahl-Konzern, aliado del grupo IG Farben, el consorcio del acero germano-occidental más implicado en la industria del armamento.
Inmediatamente después de la capitulación de la Werhmacht de Hitler, las autoridades americanas de ocupación, tomaron a sueldo al antiguo jefe del Estado Mayor de la Werhmatchtcapitán general Franz Halder. Al frente de 120 antiguos generales de Hitler, entre ellos Guderian, Menteuffeldt, Shwering y otros, valorizó las experiencias de las correrías de rapiña de Hitler y elaboró los planes de remilitarización de la que más tarde sería la República Federal Alemana.
“Los generales del Estado Mayor de Hitler y Adenauer crearon las premisas personales para la organización de un nuevo ejército, al poner nuevamente ante una mesa a los generales fascistas. Ellos dieron forma al nuevo ejército. Y no solamente eso. Bajo el manto de la integración pretendieron incorporar, no a la Bundeswehr a la OTAN, sino la OTAN a la Bundeswehr.
“De los 109 generales y almirantes de la Bundeswehrmás de la mitad son antiguos oficiales del Estado Mayor de la Werhmacht de Hitler; también los demás oficiales, sin excepción, lo fueron de la Werhmacht. Todos los generales de las fuerzas armadas de la RFA han participado directa o indirectamente en la preparación y realización de agresiones. Entre ellos no hay uno solo que haya combatido contra Hitler. Al contrario, por su lealtad, a un buen número de ellos se les confiaron altos puestos en el Estado Mayor.”
El hecho más notable y audaz en ese proceso de renazificación de Alemania Occidental fue seguramente el de que un criminal de guerra haya ocupado la presidencia de la RFA. Los consorcios de la nueva economía de guerra germano-occidental, necesitaban a un hombre de entera confianza, identificado con el espíritu del renacimiento hitleriano. Ese hombre fue Heinrich Lübke. Durante años Lübke pudo presentarse ante el pueblo alemán, como uno de los perseguidos del régimen nazi, hasta que en 1964 la República Democrática Alemana presentó documentos originales de la antigua dirección de la Gestapo,en Sttetin,  para demostrar ante la prensa mundial que Lübke fue, por lo menos desde 1940, un hombre de confianza de la Gestapo.
El hecho más notable y audaz en ese proceso de renazificación de Alemania Occidental fue seguramente el de que un criminal de guerra haya ocupado la presidencia de la RFA. Los consorcios de la nueva economía de guerra germano-occidental, necesitaban a un hombre de entera confianza, identificado con el espíritu del renacimiento hitleriano. Ese hombre fue Heinrich Lübke. Durante años Lübke pudo presentarse ante el pueblo alemán, como uno de los perseguidos del régimen nazi, hasta que en 1964 la República Democrática Alemana presentó documentos originales de la antigua dirección de la Gestapo,en Sttetin,  para demostrar ante la prensa mundial que Lübke fue, por lo menos desde 1940, un hombre de confianza de la Gestapo.
“Como subdirector del BaugruppeSchlempp, al comienzo de la guerra y más tarde adjunto al ministro nazi del Armamento, dentro del llamado Jagerstab, participó en la construcción de un campo especial de la Policía Secreta del estado de Peene-münde. Lübke amenazó con enviar allí a los obreros que trabajaran de mala gana. Como organizador de los proyectos militares más secretos e importantes de la jefatura fascista, era Lübke partícipe en gran medida del empleo masivo de prisioneros de los campos de concentración… Intervino en la construcción de los talleres de producción de armas ‘V’ y en 1944 le fue confiada la tarea de construir el campo de concentración de Leau, como filial del Buchenwald.
“Lübke llevó 2,000 prisioneros de Buchenwald para trabajar en las obras subterráneas para la industria aeronáutica. Los obreros trabajaban a 400 metros de profundidad, en turnos de 12 horas y vivían en campos de concentración subterráneos. Más de 500 trabajadores murieron a consecuencia de la insalubridad…
“En la Alemania Occidental hay aún más de 800 juristas activos de los tribunales de excepción nazis. Ni uno solo ha sido llevado ante los tribunales. Muchos de ellos fueron culpables de sangrientas sentencias. Estos ‘administradores de justicia’ que estuvieron al servicio de la inhumanidad, de la injusticia y de la agresión, han alcanzado las más altas posiciones del aparato estatal de justicia…
“Los principales colaboradores de Ribbentrop que en su mayoría buscaron asilo en las zonas ocupadas por las potencias occidentales, no sólo no fueron molestados sino que volvieron a ocupar puestos decisivos en el servicio exterior. Para normar la responsabilidad de los diplomáticos, se estableció que ‘todo aquel que planee, prepare o realice guerras de agresión o invasiones’, y que ‘todo aquel que participe en estas acciones conciente y premeditadamente, deberá ser presentado antes los tribunales, juzgado y condenado por actividades criminales contra el derecho de los pueblos’.
“Tanto el ministerio del Exterior, como sus embajadores y dependencias, estaban encargados de misiones especiales para extender la guerra. Trataron de ampliar el círculo de países agresores y arrastrar a la guerra a los pocos países que quedaban neutrales. Los diplomáticos de Hitler se entrometieron en estos países e intentaron utilizarlos en la guerra de agresión de la Alemania hitleriana… En los archivos explorados se encuentran las pruebas de la actividad de más de 520 antiguos diplomáticos nazis que ocupan nuevamente puestos directivos en el ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno de Bonn…”
El hecho de que generales como Heinz Trettner, que formó parte de aquella nefasta Legión Cóndor que Hitler envió a Francisco Franco, con Heusinger, Speidel y otros de los más famosos militares nazis, tengan a su cargo la organización del ejército germano-occidental, es una violación por parte de los EU, de la declaración de Crimea que suscribió, en nombre del Gobierno y del pueblo norteamericanos el presidente Franklin D. Roosevelt en la que la coalición antihitleriana expresó:
Es inexorable voluntad nuestra destruir al militarismo y al nacional-socialismo alemanes y con ellos impedir que Alemania pueda una vez más perturbar la paz del mundo. Estamos firmemente dispuestos a llevar a todos los criminales de guerra ante los tribunales y darles rápidamente el merecido castigo.
No sólo no se ha destruido el militarismo sino que uno de los participantes en la conferencia de Yalta, Crimea, se ha empeñado en fortalecerlo a un grado que no justifica en absoluto la situación europea. Alemania sigue tratando de asustar con el fantasma del comunismo. Robert Ley, en su testamento político, habla de levantar en Alemania el muro contra la invasión de esa doctrina por ser ellos, los nazis, los más auténticos anticomunistas. La verdad es que no hay muro que valga para los fantasmas y el del comunismo se colará inevitablemente. Todos esos países que tratan de levantar muros contra el comunismo en Berlín o en Vietnam, o en Checoslovaquia, se van a sorprender cuando adviertan que el fantasma está ya en su propio territorio y que no habrá posibilidad alguna de echarlo.
Tampoco han cumplido con la segunda parte de la Declaración, la de llevar a todos los criminales ante los tribunales. Se ha tratado de explicar esto con el argumento de que esa generación de nazis está por desaparecer, para dar paso a otra libre de las aberraciones del nazismo. Sin embargo, es un hecho que la formación de las nuevas generaciones está en manos de profesores nazifascistas. Un maestro de la ciudad norteña de Büsum abofeteó a un discípulo porque éste se atrevió a calificar de sucia la guerra hitleriana. Miles de maestros como ese de Büsum inculcan a los jóvenes el veneno revanchista, de manera que al desaparecer una generación la que le sigue estará lista para participar en la guerra por el triunfo de los ideales de Hitler. En todas las ramas de la educación y en todos los niveles, son nazis los que ocupan los puestos dirigentes. No se les ha eliminado pese a que el daño que causan mental y psicológicamente a la juventud es el más grave de todos.
¿Cómo se puede esperar que se castigue a un maestro nazi, si Hans Maria Globke, funcionario del ministerio del Interior que elaboró las leyes racistas de Nuremberg señaladas en el proceso a Eichmann como fundamentales para la “solución final” de la cuestión judía, no sólo no fue enjuiciado sino que se le concedió una pensión vitalicia? Las peores leyes del Reich sobre la germanización o exterminio de los pueblos no arios fueron obra suya. Sin embargo, Globke ocupó importantes puestos hasta que la República Democrática Alemana demostró su culpabilidad.
El Tercer Reich tuvo sus teóricos, legistas, filósofos, científicos, que trataron de justificar la barbarie. El Pentágono tiene también sus intelectuales y estrategos capaces de presentar la guerra como algo “aceptable”. Uno de ellos es el general de brigada J. H. Rothchild, que publicó en los Estados Unidos un libro titulado Las armas de mañana son las químicas y biológicas.
Según el autor las armas “ideales” son los microbios y los gases porque “preservan los bienes materiales. Las armas de mañana son baratas, eficaces y las más humanitarias porque exterminan instantáneamente a las masas”.
Una inesperada epidemia de tifo en la población de Wuppertal-Eberfeld permitió averiguar que en la fábrica química cercana se hacían experimentos para la obtención artificial de agentes del tifus. El 17 de noviembre de 1965 llegaron al aeropuerto de Tokio algunas cajas procedentes de la India. Al descargarlas, una de ellas se rompió y… el campo se cubrió de escorpiones. El destinatario era el Instituto Médico cuidadosamente enmascarado del Destacamento 406º de las Fuerzas Armadas Norteamericanas en la estación de Sagamino, cerca de Tokio, del que desde hacía tiempo circulaban siniestros rumores.
En el instituto, bajo la dirección de expertos yanquis, se realizan experimentos en el terreno de las armas tóxicas. El estudio del veneno del escorpión es sólo uno de tantos. El periodista Walter Shneir publicó en la revista Reporter (1º de octubre de 1959) que en Fort Detrick “siempre hay preparados y listos insectos contaminados con fiebre amarilla, paludismo, fiebres tropicales; pulgas con la peste, garrapatas con la tularemia, el tifus recurrente; moscas con el cólera, el carbunclo y la disentería.” Hay muchos laboratorios para el cultivo de microorganismos patógenos que exterminan los cereales.
Pero los “escorpiones bípedos” no se conforman con lo que han logrado ya. Los biólogos que se consagran al arte del más fácil, barato y eficaz exterminio de la especie humana, acarician ahora la idea de “falsificar el código genético humano para crear, a voluntad, algunas deformaciones… Se trata de crear microorganismos patógenos que ni la naturaleza ha podido concebir”.
En este campo y en otros los nazis del Pentágono han superado a los maestros de Berlín.
El complejo militar-industrial-financiero-político que impone su voluntad a la Casa Blanca ha recogido la herencia de Hitler, ha perfeccionado sus métodos de dominio y de agresión. Del Suchiate hasta el Cabo de Hornos, el Pentágono y la CIA cuentan con una serie de gorilatos, los nuevos Quislings de la American Commonwelth y los Estados Unidos lo han logrado al margen de la guerra, mediante la intriga, el dinero, las inversiones directas. Las conferencias de cancilleres, los congresos de la Organización de Estados Americanos (OEA), la corrupción y el terror. Sólo cuando estos recursos fallan se echa mano de otros más decisivos, el de enviar a los marines “para salvaguardar las vidas e intereses de los ciudadanos estadounidenses” y, por supuesto, ¡la libertad y la democracia!
El proceso de nazificación de los EU es alarmante. Las organizaciones fascistas, como la John Birchla de los Ku Klux Klanes y centenas más del mismo género, no ocultan sus intenciones y se preparan para una lucha armada. En repetidas ocasiones se ha publicado que esas organizaciones derechistas están armadas, bien pertrechadas, disponen de tanques y de las armas más modernas.
Pero lo más grave no es la proliferación de organismos profascistas sino el hecho de que en los más altos niveles del gobierno de los Estados Unidos, el genocidio, los conceptos y métodos hitlerianos, se han adoptado como normas naturales de la política norteamericana. La revelación –noviembre de 1969– de los sucesos monstruosos de My Lai, en Vientam, hecha por el soldado yanqui Ronald L. Ridehour protagonista en la masacre del 16 de marzo de 1968, es no sólo un baldón infamante para el gobierno de los EU sino para todo el género humano. La denuncia sacudió la conciencia mundial pero no puso fin al genocidio. Desafiando el consenso universal, el Pentágono se empeñó en negar las pruebas presentadas y en descargar la responsabilidad en miembros oscuros de la oficialidad.
Las atrocidades cometidas por los naziamericanos con la población civil de un pueblo con el que ni siquiera se mantiene oficialmente un estado de guerra declarada, superan los peores crímenes de la era hitleriana. Estos hechos fueron conocidos y denunciados en su oportunidad, pero como quien suscribió la denuncia fue Bertrand Russell, señalado por la prensa yanqui como pro-comunista, no se les dio el debido crédito. Lo mismo que en la Alemania de Hitler, la prensa mediatizada consideró que las denuncias de atrocidades eran sólo propaganda de los comunistas.
En Julio de 1966 el filósofo inglés, en unión de otros pacifistas de prestigio mundial, muchos de ellos ganadores del Premio Nóbel por sus méritos en las más altas disciplinas del espíritu de la ciencia, el arte o la literatura, entre ellos el conocido escritor y filósofo francés Jean-Paul Sartre, organizó el Tribunal Mundial para juzgar al presidente Lyndon B Johnson, a Robert S. Mc Namara, secretario de la Defensa de los EU y demás criminales norteamricanos de guerra, por las atrocidades cometidas en Vietnam.
Con ese motivo Bertrand Russell dirigió una proclama al pueblo norteamericano denunciando hechos que hasta ahora, tres años más tarde, han aceptado y difundido los periódicos de los EU y de todo el mundo. El llamado del filósofo de la paz cobra hoy una impresionante actualidad. El abogado norteamericano Telford Taylor, que actuó como Fiscal en los juicios de Nuremberg contra los criminales de guerra nazis, al ser entrevistado en Londres por la televisión declaró: “La lección de Nuremberg nos toca ahora a nosotros; temo que estamos empezando a descubrir que esa lección nos afecta ahora de un modo muy directo.”
Dijo además el abogado Taylor que la defensa de William L. Culley, basada en la afirmación de que al ordenar la masacre de civiles en My Lai sólo obedecía órdenes superiores, “es una excusa que no está reconocida como defensa válida bajo las leyes norteamericanas, británicas o alemanas. Si la orden es, como ha dicho muy bien la novelista Rebeca West, servir bebés hervidos en la mesa de los oficiales, uno debe percatarse de que no es lo que debe hacerse”.
Es importante reproducir ahora el llamado de Russell a los soldados, al pueblo norteamericano y a la conciencia mundial:
“Hechos como estos condujeron a los juicios de Nuremberg.”
“Este es Bertrand Russell que habla a Uds. A través de la radio de las fuerzas del Frente Nacional de Liberación de Viet-nam del sur.
“Les hablo, soldados de los Estados Unidos, con el objeto de explicar a Uds. Cómo su gobierno ha abusado de sus derechos al enviarlos a ocupar un país cuyo pueblo se ha unido en su odio al agresor extranjero… El pueblo de Vientam ha estado luchando durante 25 años para preservar su independencia. Primero luchó contra los japoneses y posteriormente contra los franceses, quienes pusieron guillotinas en cada uno de los pueblos del país y decapitaron a todos aquellos sospechosos de oponerse a la ocupación extranjera.
“Muchos de Uds. No saben que el gobierno de los EU financió más del 80% del costo de la guerra y abasteció a los franceses con toda clase de armas modernas a fin de ayudar a Francia en su sucia tarea de asesinar y subyugar al pueblo de Vietnam. Cuando los EU empezaron por primera vez a intervenir militarmente en Vietnam del sur, el pretexto que se dio fue el de que se ayudaba al gobierno de Saigón a eliminar la subversión del exterior. Eso era todo. Paro Uds. Saben, soldados de los EU, porque los han visto por sí mismos, qué tipos de gobierno han pasado por Saigón. Son brutales, corruptos, dictatoriales y completamente despreciados por el pueblo…
“El gobierno de Ngo Din Diem asesinó, torturó, encarceló y mutiló a cientos de miles de vietnamitas y fue capaz de realizar esta increíble barbarie gracias al apoyo y a la dirección militares de los EU. ¿Pueden olvidar Uds. la brutalidad del gobierno de Ngo Din Diem, que obligó a los monjes budistas a inmolarse quemándose como expresión palpable de repudio y protesta? El Frente Nacional de Liberación que Uds. Conocen como Vietcong, tomó las armas para defender a su pueblo contra una tiranía más brutal que la misma ocupación japonesa, pues muchos más vietnamitas murieron bajo el régimen de Diem que bajo el dominio japonés.
“The New York Times escribía en un editorial en 1950: ‘Indochina es un premio digno del juego de mayor envergadura. En el norte hay minerales de exportación como estaño, tungsteno, manganeso, carbón, además de maderas y arroz. En el sur, hule, té, pimienta y cuero. Incluso antes de la guerra de Indochina la región rendía dividendos estimados en 300 millones de dólares anuales.’ Un año después un consejero del Departamento de Estado hizo los comentarios siguientes:
“Hemos explotado sólo parcialmente los recursos del sudeste de Asia. Y sin embargo esta región abastece al mundo con el 90% de su producción de hule crudo, el 60% de la producción mundial de estaño y el 80% de la copra y aceite de coco. Tiene importantes cantidades de azúcar, té, café, tabaco, henequén, frutas, especies, resina y gomas naturales, petróleo y bauxita.
“Y en 1953, cuando los franceses todavía luchaban en Vietnam con el apoyo de los EU, el presidente Eisenhower dijo: ‘Supongamos que perdemos Indochina. Si Indochina se nos va dejarán de venir hacia nosotros el estaño y el tungsteno que tanto apreciamos. Estamos recurriendo al modo más barato de evitar que tal cosa terrible ocurra…’
“Así es que Uds. Ven cómo la razón de que los EU estén en Vietnam es la de preservar y proteger las riquezas de unos cuantos millonarios de los EU… ¿Saben Uds. Que los EU controlan el 60% de los recursos del mundo pero que sólo cuentan con el 6% de la población mundial? Y sin embargo, uno de cada tres de sus habitantes vive en la pobreza, según su propio gobierno…
“A Uds. Soldados de los EU, se les ha entrenado en el uso de cada una de las armas más modernas. Cuando vayan a la batalla pregúntense quién es este pueblo al que se está asesinando. ¿Cuántos niños y cuántas mujeres murieron hoy? ¿Qué sentirían si esas cosas sucedieran en los EU a sus esposas, padres o hijos? ¿Cómo pueden soportar lo que está sucediendo a su alrededor? Yo apelo a Uds: ¿pueden en sus corazones justificar el uso de gas y sustancias tóxicas, el bombardeo de todo el país con gasolina gelatinosa y fósforo? El napalm y el fósforo queman hasta que la víctima queda reducida a una masa burbujeante. Los EU están usando armas como la Lazy Dogque contiene 10,000 astillas de acero tan filosas como navajas de rasurar. En una provincia de Vietnam del Norte han caído 100 millones de filosas astillas de acero en un período de 13 meses…
“Todo lo que hicieron los alemanes en la Europa Oriental ha sido repetido por los EU en Vietnam en escala más grande y con una eficiencia más terrible y más completa… Don Duncan ha revelado que se utilizan películas que muestran torturas nazis para la instrucción de los soldados de los EU. Y Uds. Saben lo que sucede a los campesinos sospechosos de pertenecer al Vietcong. Saben también que las villas estratégicas son poco menos que campos de concentración donde el trabajo forzado, la tortura y el hambre son cosas comunes. Estas cosas fueron el origen del odio del mundo hacia los nazis. Estos hechos condujeron a los juicios de Nuremberg por los cuales los dirigentes nazis fueron ahorcados como criminales de guerra… En violación de solemnes acuerdos internacionales firmados por presidentes norteamericanos y ratificados por el Congreso norteamericano, el régimen de Johnson ha cometido crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, crímenes contra la paz…
“Llamo a intelectuales y eminentes hombres y mujeres independientes de todas partes del mundo a unirse en un Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra que oirá evidencias respecto a los crímenes del gobierno de los EU en Vietnam… El frente de batalla por la libertad está en Washington, en la lucha contra los criminales de guerra –Johnson, Rusk, Mc Namara– quienes han envilecido a los EU y a sus ciudadanos. En verdad ellos han robado los EU a su pueblo y han hecho que el nombre de un gran país provoque repudio entre la gente honorable de todo el mundo…
“No hay más solución para la crisis de Norteamérica que la emancipación de sus habitantes de los bárbaros que hablan en su nombre… La resistencia de los estudiantes norteamericanos y el creciente disgusto por esta guerra mostrado por el pueblo en general, dan la esperanza a todo el género humano de que los días en que hombres rapaces pueden engañar al pueblo, a la nación norteamericana, están acercándose a su fin…”
El dramático llamado de Bertrand Russell a los soldados norteamericanos termina con una invocación a su conciencia de seres humanos:
“Los exhorto –dice BR– a que finalicen su intervención en esta guerra bárbara y criminal. Los exhorto a que, como seres humanos, recuerden esa condición y olviden el resto. Si pueden hacer eso, realizarán un valiente servicio a la humanidad. Si no pueden, permitirán a sus dirigentes la continuación de la degradación de su país y que el nombre de los Estados Unidos sea odiado por los pueblos del mundo entero.”
Las revelaciones de los soldados norteamericanos participantes en las masacres de civiles (ancianos, mujeres y niños) de My Lai, Van Tan y otras localidades vietnamitas, actualizan y dan validez plena a la proclama de Bertrand Russell y su Tribunal Internacional contra los Crímenes de Guerra. Johnson y sus cómplices de ayer y hoy debieran comparecer ante un tribunal menos simbólico que el de la Historia para salvar el honor del pueblo de los Estados Unidos.
Por otra parte los gobernantes imperialistas que recogieron la herencia de Hitler han resultado más odiosos y antipáticos que el modelo germano. La personalidad de Lyndon B. Johnson, por ejemplo, como hombre y como gobernante, es tanto o más repulsiva para su pueblo que la del führer alemán. El periodista norteamericano Norman Mailer describe a Johnson de la siguiente manera:
“La personalidad íntima de Johnson es diferente de su presencia pública. En privado… bromea, ruge, pica, hunde los dedos en los vientres de sus asesores, abraza apretadamente a sus hijas, goza su comida, eructa; es malvado y rencoroso, revanchista y vano, con depresiones súbitas, a veces, picaresco y a veces demasiado insoportable; de pronto modesto, sólo para vociferar y bramar una vez más.
“Tiene una vanidad monstruosa, una piedad hipócrita y dudosos motivos en la guerra de Vietnam. Como todos los políticos que quieren adquirir ‘prestigio intelectual’, ha escrito un libro, o mejor dicho, ha firmado un libro. Se titula Mi esperanza en América. No es imposible que sea el peor libro escrito jamás por cualquier líder político en cualquier parte del mundo… Un abundante océano de piedad presuntuosa, un libro abominable y condenable, una prosa que suscita los gritos de una muerte por sofocación. La esencia de la prosa totalitaria es que no define, no comunica. Se limita a oprimir. Obstruye desde arriba. Desprecia profundamente a las mentes que recibirán el mensaje y hace lo que puede por adormecer las conciencias con frases que no son otra cosa que las estructuras del poder vueltas ladrillos.
Inclusive algunos de los herederos norteamericanos de Hitler se han apropiado sus conceptos, como puede advertirse en el discurso pronunciado por Robert E. Wood, que fuera presidente de la organización fascista America First:
“Los americanos como yo piensan que nuestra verdadera misión se encuentra en Norte y Sudamérica. Con nuestros recursos y nuestra capacidad organizativa, podremos desarrollar un… continente virgen como Sudamérica. La reorganización y el debido desarrollo de México proporcionarían por sí solos un magnífico cauce para nuestro capital, nuestras energías en el porvenir.
“Y aunque bien es cierto que yo pienso que debemos hacer todo lo posible por conservar la amistad de nuestros vecinos del sur, pienso también que deberíamos establecer muy claramente que ningún gobierno en México, en la América Central y en los países sudamericanos bañados por el Mar Caribe será tolerado a menos que asuma una actitud amistosa hacia los Estados Unidos, y que si es necesario debemos estar preparados para crear la fuerza a fin de conseguir ese propósito.”
Hitler había dicho refiriéndose a la América del Sur: “Haremos de ese continente de mestizos, un gran protectorado alemán.” ¿No es en la práctica un protectorado lo que ejercen los EU sobre los países al sur del Suchiate? ¿No son los gorilas verdaderos gauleiters que reciben órdenes del Departamento de Estado norteamericano? Con dos o tres excepciones el resto de Iberoamérica es ya, en mayor o menor grado para los EU lo que Hitler ambicionaba para el Tercer Reich; esos territorios son ya, implícitamente, miembros de la American Commonwelth.
El 8 de enero de 1968 la revista germano occidental Der Spiegel,publicó un extenso reportaje sobre México, con el título de La ley del mestizo, en el que se presenta una imagen distorsionada de este país. En todo caso el aspecto más negativo señalado por la revista nazi (la violencia y la criminalidad, la corrupción política, etc.) resultan inocentes juegos de niños al lado de la realidad del nacional-socialismo y del neo nazismo. Los peores excesos a que haya podido llegar en cualquier época el atraso cultural y político de México, no podrán compararse con los crímenes de los nazis que avergüenzan al género humano.
En todo el artículo de la revista, se percibe un rencor soterrado en contra de México, empezando con el uso en sentido peyorativo del término “mestizo”. Tal parece que los nazis no perdonan a México que su resentimiento histórico en contra de los Estados Unidos, absolutamente legítimo, no se haya puesto al servicio de la estrategia alemana en las dos guerras mundiales.
Dice Der Spiegel: “Parece que la enemistad hacia los Estados Unidos lo ha envenenado hasta la médula. Pero siendo el país del mestizo, nada más lo parece. Es el único país latinoamericano que mantiene relaciones diplomáticas con Cuba, el archi-enemigo de los EU. Doce mil mexicanos estudian en la escuela norteamericana en el Distrito Federal. Su economía solamente florece con la ayuda de las inversiones norteamericanas… Las tres cuartas partes de las exportaciones del país se dirigen a los EU… Nadie será presidente de México si no es persona grata a Washington. Y solamente en un país como México, un presidente de los Estados Unidos puede recorrer la ciudad en un coche abierto porque, según la ley del mestizo, es normal que el enemigo número uno sea el amigo número uno.” (El Nacional, febrero 27 de 1968)
Si hay en estos momentos un país en la Tierra que deba su prosperidad a las inversiones de capital norteamericano y que se pueda considerar como satélite y pelele de los Estados Unidos es precisamente la República Federal Alemana. Fue el cinismo goebbeliano de los neonazis, el desprecio y el rencor hacia México que en cierta medida contribuyó primero a la derrota de la Alemania Guillermina y después a la del Tercer Reich, lo que sin duda inspiró esos ataques.
El tono del reportaje de la revista germano occidental parece un eco del que se empleaba en los momentos de gloria del nazismo, cuando se hacía referencia a los países por conquistar. Esa petulancia arrogante y agresiva de los neonazis es un indicio ominoso; sugiere el pensamiento de que con su nuevo socio norteamericano, se consideran ya listos para lanzarse a una tercera aventura por dominio mundial.
De esa locura hitleriana participan los nazis del Pentágono. El 12 de febrero de 1968, el periódico Excelsior de la ciudad de México, publicó la entrevista que le hiciera el periodista mexicano Julio Scherer García al señor Paul C. Warnke, uno de los más importantes personajes de la política norteamericana, ex abogado general del Departamento de Defensa y secretario adjunto para asuntos de Seguridad Internacional. Al contestar a la pregunta del periodista acerca de si consideraba legítimo que los Estados Unidos vayan a arreglar los asuntos internos de otros países a diez mil millas de su frontera, Warnke respondió:
“Nosotros consideramos tener el derecho moral para intervenir y desde un punto de vista pragmático estamos justificados a intervenir en Vietnam… Tenemos el derecho y la responsabilidad de conservar la independencia de ese país… Si Alemania Oriental tratase de conquistar a Alemania Occidental, estoy seguro de que los Estados Unidos acudirían en defensa de la Alemania Occidental. Si por otra parte Alemania Occidental tratase de invadir a Alemania Oriental, nosotros nos opondríamos. Nos oponemos a toda agresión externa. Tradicionalmente respetamos el derecho que tiene todo país grande o pequeño de determinar su propio futuro. Si México, por ejemplo, sufriera una agresión de China comunista…”
¿Quién les ha dado a los Estados Unidos de Norteamérica el “derecho moral” que según dice Warnke tienen para intervenir en el régimen interno de otros países? ¿Hasta dónde alcanza ese derecho? ¿Cuáles son sus límites y sus implicaciones? ¿No encierran esas palabras el viejo mito de la superioridad racial, el concepto mesiánico de las razas superiores llamadas, según los teóricos del nazismo, a “dirigir los destinos de la humanidad”?
Los Estados Unidos de Norteamérica, violando los tratados internacionales no sólo han reconstruido la economía, sino también la formidable maquinaria de guerra del neofascismo germano occidental. Pero lo que es peor, han adoptado su ideología, su doctrina, sus métodos, instituyéndose a sí mismos en los verdaderos herederos de Hitler.
“Los alemanes occidentales –decía Churchill, uno de los políticos más alertas y clarividentes del campo imperialista– exigen ahora igualdad de armamentos. Semejante exigencia es sumamente peligrosa; puede asegurarse que tan pronto como los alemanes logren la plena igualdad militar con sus vecinos, con toda seguridad que no tardaremos mucho en ser testigos de una nueva guerra en todo el continente europeo.”
Y una guerra en el continente europeo, sería la Tercera Guerra Mundial, la hecatombe nuclear.
No, no son los alemanes los que quieren la guerra.
En la República Democrática Alemana viven 15 millones de alemanes. Muchos de ellos sirvieron en el ejército de Hitler o se formaron en las filas del nacional-socialismo. Sin embargo, nadie allí piensa hoy en la revancha, nadie habla de un futuro desquite histórico, nadie odia tanto la guerra como ellos. El muro que han levantado en Berlín es una trinchera de paz para contener las provocaciones de todo orden de los revanchistas neonazis, un muro de contención en la frontera misma de dos mundos.
¿Qué es lo que ocurre entonces? ¿Hay dos clases de alemanes? ¿Los de la RDA son diferentes a los de la RFA? En absoluto. Los diferentes son los sistemas de gobierno en que viven; la filosofía política que es base de sus instituciones. En la RDA se liquidó el pasado nazi; se transformó la estructura social y los fundamentos de la cultura, desde el kínder hasta los más altos niveles. El único revanchismo que allí existe, es contra los criminales de guerra, contra quienes engañaron al pueblo alemán en 1914 y en 1933 para llevarlo a la muerte con falsas teorías de superioridad racial.
En la RFA, por el contrario, no sólo no se extirpó la raíz del nazifascismo sino que, a la inversa, bajo la protección de los imperialistas norteamericanos, se le cultivó y abonó con miles de millones de dólares, violando los acuerdos de Yalta y de Postdam, hasta hacerlo florecer y restituirle el vigor que tenía en 1939. El revisionismo neonazi germano occidental es un sentimiento artificial creado e imbuido en las nuevas generaciones de la RFA por los herederos de Hitler, los señores del Pentágono.
Jugando aviesamente con la historia los imperialistas yanquis han reavivado en el pueblo germano occidental el odio racial y el absurdo concepto de razas superiores llamadas a regir los destinos del mundo. Se plantean ya reivindicaciones geográficas y políticas y todo el gigantesco aparato del Estado, y todos los medios de difusión están empeñados en la tarea de crear el clima y la psicosis colectiva de la Alemania hitleriana.
En la República Federal han aparecido nuevas ediciones de Mi Luchapara envenenar las mentes de las jóvenes generaciones y el libro circula libremente, con la complacencia de las autoridades bonnianas. La swástica ha hecho su aparición en centros privados y públicos y ahora se habla de crear el Museo de Hitler para glorificar la memoria del más grande asesino de todos los tiempos.
Pero con la historia no se juega. La historia es implacable. No se puede hablar nuevamente de espacio vital para arrebatar a otros pueblos su territorio. Hay una nueva filosofía de la historia en la que no encajan los conceptos de la década de los 30s. Las actuales fronteras geográficas e ideológicas entre el socialismo y el capitalismo son irreversibles, como lo demostró el primer intento revisionista del neonazismo germano occidental apoyado por el imperialismo norteamericano en Checoslovaquia. Como lo prueba también el fracaso de los naziamericanos del Pentágono al tratar de establecer una frontera ideológica en el paralelo 17 en Vietnam. Como lo demuestra el fracaso de la política exterior de los nazis del Pentágono en todo el mundo.
El nazifascismo es una aberración histórica condenada.
Para quienes tratan de rehabilitarlo y para los aspirantes a regir los destinos del mundo, está todavía vigente la lección de Nuremberg.