sábado, 1 de enero de 2011

F C enero 2011 / Jaume Farrerons

F C enero 2011


La narración de la tribu occidental  (en el blog  “FILOSOFíA CRíTICA”)



Veamos cuáles son los ingredientes básicos de la fábula con que se lavan los cerebros de millones de niños occidentales para que no vuelvan a pensar: 1/ los hombres que desembarcaron en Normandía en verano de 1944 representaban la civilización frente a la “barbarie nazi”; 2/ los angloamericanos y los soviéticos encarnaban la inteligencia, la cultura, la tolerancia; el nazismo fue simplemente idiota, carente de nivel filosófico como ideología; y 3/ el liberalismo y el comunismo eran moral y políticamente superiores al nacionalsocialismo y al fascismo; 4/ la lucha contra el fascismo representa una heroica cruzada de hombres “decentes” (los rusos un tanto “brutotes”, pero bonachones a la postre) contra un enemigo literalmente inhumano, el “mal absoluto”, el demonio (!viva la ilustración!).


En las películas de Hollywood todo esto aparece muy simplificado, en una versión literalmente mongoloide, al gusto de las masas “civilizadas” que encarnan el triunfo del “bien” y muestran la eficacia de los resultados educativos “democráticos”. Los nazis son estúpidos y crueles; normalmente, además, muy feos. En la sala de cine contemplamos a los que les superan de todo punto comiendo pipas y disfrutando de las carnicerías cómodamente apoltronados. ¿Quién no recuerda “El desafío de las Águilas”? Los alemanes subiendo las escaleras de la torre en forma de autómatas para a la postre ser abatidos como muñecos. ¡Bravo! Un “demócrata” de esos que votan cada cuatro años debe de sentirse muy orgulloso de sí mismo. Por otra parte, en la narrativa al uso el norteamericano se nos presenta como un soldado admirable, heroico, que derriba cientos de alemanes mientras masca chicle y se muestra, además, simpático, piadoso, campechano, preocupado por la suerte de los civiles… Los fascistas son simples fanáticos, matones con cicatriz, la cultura está de lado del maestro de escuela yanqui que lee a Homero en una edición de bolsillo mientras espera tranquilamente la avalancha de tanques germanos, a los que destruirá con unas pocas granadas mientras bromea y se fuma un pitillo… Etcétera. Todos han visto esas “obras” maestras de la extrema derecha judía que controla Hollywood, sede mundial del cine (=propaganda). Pero, ¿qué hay de realidad en ellas cuando sostienen, sin enrojecer de vergüenza, “inspirada en hechos reales”? Muy poco.

Hoy sabemos que los {mandos{ norteamericanos eran unos asesinos. Sobre ellos recae la matanza de 1 millón de prisioneros alemanes desarmados, la hambruna planificada de posguerra, con varios millones de civiles exterminados siguiendo el método soviético en Ucrania, las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki lanzadas sobre un Japón dispuesto ya a rendirse… Los británicos, con sus bombardeos incendiarios especialmente destinados a quemar vivos a los civiles alemanes, hombres, mujeres y niños (tenían previsto aniquilar a 15 millones de personas, la Luftwaffe consiguió que sólo fueran 1 millón), provocaron el holocausto, una mezcla de venganza difusa y abandono institucional forzoso que se tradujo en epidemias y muertes masivas de prisioneros, judíos y no judíos, en los campos de concentración alemanes. No vamos a dedicar ni un minuto a hablar de los soviéticos, porque pretender que ellos representaban la civilización y la moralidad humanista es algo que, a estas alturas, sólo puede inspirar asco. Los 100 millones de víctimas del comunismo condensan en una simple cifra el fraude de la presunta superioridad moral de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.



¿Inteligencia? ¿Cultura? Hoy sabemos también que los pensadores más importantes del mundo occidental eran alemanes y que no pocos de ellos militaron en el partido nacionalsocialista. Más todavía: somos conscientes de que existe una relación intrínseca entre el pensamiento de Heidegger, cumbre de la filosofía del siglo XX, y la ideología{nacionalsocialista{ fascista, presunta bazofia iletrada. Compárese la profundidad de la ontología fundamental del filósofo de Messkirch con esa estupidez angloamericana denominada “filosofía analítica”, es decir, el proyecto de reducir la filosofía a trucaje gramatical, a un pseudo problema que se resuelve entendiendo que, en realidad, la filosofía nunca existió, que no era más que una interminable confusión de las palabras. ¡No otro sería el resumen del “pensamiento anglosajón”! El “materialismo dialéctico” comunista tampoco iba mucho más allá: disolver la filosofía, esta vez en un sistema ideológico dictatorial que mataba la ciencia en su misma raíz precisamente porque se declaraba científico. ¿Y el arte? ¿Qué arte pueden oponer los vencedores a, por ejemplo, Wagner y el proyecto de ópera popular del nacionalsocialismo? ¿Quizá alguno de los cantantes que se ha dedicado a difundir el consumo de drogas entre los jóvenes europeos y americanos hasta convertirlos en una manada de salvajes narcotizados? ¿Es mejor el botellón que un desfile borreguil de las Juventudes Hitlerianas? Me parece, al menos, asaz discutible.

¿Y la ciencia o la tecnología? Alemania, el Tercer Reich, ha sido el último país de la historia que se enfrentó a EEUU desde una posición de superioridad tecnológica. Los científicos alemanes fueron, en la posguerra, la matriz humana de los programas espaciales americano y soviético. Los cohetes alemanes, los tanques alemanes, los aviones alemanes, la tecnología alemana en general, traducía la superioridad de la ciencia alemana. Desde luego, la mayor parte de los valores culturales que Alemania podía presentar ante el mundo no eran obra de los nazis y éstos más bien lo que hicieron fue aprovecharse de una herencia que el sistema dictatorial hitleriano habría erosionado con el tiempo, pero no cabe duda de que la entidad “Alemania” nada tenía que envidiar culturalmente a las bandas inmundas de mercachifles que desembarcaron en las playas del norte de Francia en 1944 o a las hordas de saqueadores y violadores de niñas que a la sazón penetraban por el Este procedentes de las estepas asiáticas.


En cuanto al supuesto heroísmo que ensalzan las narraciones hollywoodienses, el mito de la valía militar del soldado yanqui empieza a ser cuestionado por los propios historiadores norteamericanos. Así describen los testimonios la realidad en el campo de batalla:

Los yanquis se habían limitado a mirar con un batallón de infantería acompañado de carros de combate. En lugar de hostigar sin descanso al enemigo, daba la impresión de que se hubieran sentado frente a él para esperar a que se retirase. Se sirven de una gran cantidad de fuego de artillería y bombardeo aéreo para que al enemigo se le quiten las ganas de defender sus posiciones, y luego prosiguen en tierra (Hastings, Max, Armagedón. La derrota de Alemania 1944-1945, Barcelona, Memoria Crítica. 2005, pp. 232-233).

Esta actitud era al parecer muy corriente entre los americanos. Eludían el enfrentamiento con los alemanes y confiaban en que la artillería y la aviación les resolvieran la papeleta. Normalmente, frente a ellos tenían ya sólo, al final de la guerra, un nido de ametralladoras y poco más. Pero, cuidado, eran alemanes.

Sobre los alemanes:

Hasta que la guerra hubo llegado a un estadio muy avanzado, quienes se encontraban al frente de las fuerzas terrestres británicas y estadounidenses fueron muy conscientes de que, de enfrentarse con las tropas alemanas en cualquier situación cercana a la igualdad de condiciones, era muy probable que sus propias tropas sufriesen una rotunda derrota. Ellos eran mejores que nosotros: nunca haremos demasiado hincapié en eso (…) Cuando uno veía un Tiger, no podía hacer otra cosa que detenerse. Manejaban aquellos carros de combate con tal destreza, con tanto talento, que resultaba fascinante observarlos (op. cit., pág. 245).

Los testimonios podrían multiplicarse.


Pero Hollywood cuenta otra cosa. Por ejemplo la película “Patton” nos coloca un marcador de bajas alemanas provocadas por la campaña de este general americano desde el norte de África y, al final de la contienda, nos encontramos nada menos que con 3 millones de alemanes abatidos. Una auténtica mentira porque, a pesar de la superioridad numérica apabullante del material de guerra angloamericano (otra cosa era su calidad), las bajas alemanas en el frente occidental fueron inferiores a las aliadas (unos 200.000 hombres) y ello contando con que, en los últimos días de la guerra, Alemania ya no enviaba al frente hombres maduros, sino niños y viejos fácilmente masacrados por el enemigo. Los veteranos alemanes que combatieron en el frente occidental eran, humana, cultural y moralmente, superiores a los americanos. Los prisioneros aliados de los alemanes habían sido, con muy pocas excepciones, respetados. Se les aplicó, dicho brevemente, la civilizada Convención de Ginebra, cosa que, como sabemos, no hicieron los angloamericanos con los alemanes una vez desarmados. Entre los soldados alemanes había poetas, filósofos, escritores… Y, desde luego, eran por lo general unos soldados muy competentes, los más competentes de la historia y, en cualquier caso, harto superiores a sus adversarios desde el punto de vista estrictamente militar. ¿Heroísmo? Una vez más no vale la pena hacer este tipo de comparación con las tropas del Ejército Rojo, que superaban en número a los alemanes en una proporción de 5 a 1. En el frente del Este todo era una cuestión de masa y los alemanes debían compensar con su eficiencia y su valor el factor puramente material que abalanzábase sobre Europa desde Asia.


Nada de eso se nos había contado. La narración de la tribu occidental liberal-burguesa puede calificarse de fábula. Con todos los tremendos errores –y crímenes innegables- del nazismo, quienes desembarcaron en Normandía o avanzaban por el Este hacia Berlín eran unos auténticos bárbaros, asesinos y cobardes sin honor, que luchaban con el fin de destruir la civilización. Una civilización, la nuestra, que ya no existe, siendo así que occidente, literalmente, se encuentra en vías de extinción, tal como el propio Hitler predijo. El nacionalsocialismo pudo cometer atrocidades en la guerra, al igual que lo hicieron sus adversarios en mucha mayor medida, pero nadie puede pretender que el régimen nazi no se orientaba hacia la cultura: todo lo contrario que los vencedores, quienes enarbolaban la sola bandera del lucro. Y así andamos hoy. A los hechos me remito. Occidente, el verdadero occidente en tanto que cultura (la cultura, corazón batiente de toda auténtica civilización), era Alemania. Aniquilada la cultura alemana, extirpada Prusia, su alma, sólo quedó esa carcasa inerte denominada sociedad de consumo, que únicamente sobrevive por inercia pero que ya ha emprendido el camino hacia el ocaso, cumpliendo la predicción de Spengler con unos cuantos siglos de anticipación. El mundo decadente y nauseabundo en el que nos ha tocado vivir queda reflejado en ese cuento donde los bárbaros convertídose han en héroes y los héroes, en bárbaros.

La suerte está echada. Europa perdió la guerra gracias a otros europeos, británicos y franceses, quienes prefirieron cavar su propia tumba antes que aceptar la hegemonía alemana. Que la narración de la tribu occidental (americanos buenos, guapos, simpáticos, inteligentes y valientes; alemanes crueles, idiotas, feos, estúpidos y cobardes) no nos siga engañando. Auschwitz existió, pero entre la fábula y la realidad media un abismo. Y también existieron, en cualquier caso, Dresde, Kolymá y Hiroshima, facta de los que poco tienen que decir los inquisidores de la fiscalía. Por no hablar de Palestina, que pertenece a la más rabiosa actualidad y ya ha obligado a actuar incluso a algunos jueces del sistema hasta que éste ha modificado las leyes para que no puedan husmear en el genocidio de Tierra Santa. Si tenemos que perecer, que sea al menos con la mente lúcida. Que se metan donde les quepa su día del Holocausto. Por mi parte, he invertido el sentido de la famosa frase de Sartre. No me apeo, no me apearé nunca: un antifascista es un perro.

El caso de Franz Krieger

El caso de Franz Krieger

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El caso de Franz Krieger y su álbum invita a revisitar la fotografía oficial del nazismo: una factoría de imágenes propagandísticas, nunca inocentes


“Nacidos para ver, encargados de mirar, consagrados a la cámara, nosotros somos los maestros del mundo”. Esta, bien siniestra si se piensa en el contexto, era una de las divisas preferidas de Walter Frentz, uno de los fotógrafos favoritos de Hitler y miembro de su círculo íntimo. Frentz realizó sensacionales fotos en color del Führer y sus secuaces, algunas de ellas tan célebres como la del líder nazi paseando por el Berghof nevado seguido de Himmler y su negro séquito y luciendo gafas oscuras con todo el aspecto -desde luego no premeditado- de un ciego guiando a los nazis hacia los abismos de la historia. Frentz, que por retratar a todo el who’s who del III Reich retrató en primeros planos hasta a Blondie, la perra de Hitler, pero que tuvo también que tragarse el marrón de acompañar al Reichführer durante una matanza de los Einsatzgruppen en el Este, ejemplifica muy bien el mundo de la fotografía oficial durante el nazismo. Un mundo que cobra apasionante actualidad con el misterio tan rápidamente resuelto de los dos centenares de fotos del álbum de otro fotógrafo del régimen, más discretito, Franz Krieger.
El álbum, de propiedad privada, que incluye nueve imágenes inéditas de Hitler obtenidas desde la insólita distancia de unos pocos metros -no era fácil acercarse al Führer como bien sabían los conspiradores del propio ejército alemán-, ha sido estos últimos dos días apasionante noticia al publicar las fotos The New York Times y pedir ayuda para descubrir quién fue su autor. En pocas horas el enigma quedó resuelto gracias a una historiadora de Hamburgo, Harriet Schanberg, que desveló no sólo la identidad de Krieger sino las circunstancias en que fueron tomadas las fotos: un viaje oficial a Minsk, en Bielorrusia, en 1941, al poco de comenzar la invasión alemana de la URSS, la Operación Barbarroja, una de las más bárbaras campañas de la historia, de la que este junio precisamente se cumplen 70 años redondos.
Las fotos, que incluyen además de algunas personales instantáneas de soldados alemanes, prisioneros de guerra y las de Hitler, varias de ellas en un vagón de tren saludando desde una ventana -junto a él, asomado a otra, aparece Bormann-, son un testimonio histórico de enorme valor pero también un recordatorio del trabajo a la sombra de la propaganda de los fotógrafos de los nazis, muy a menudo ellos también eso, nazis.
Krieger (1914-1993) era un fotoperiodista de Salzburgo que se afilió al partido y a las SS y que colaboró con la oficina del régimen en la ciudad austriaca. En 1941 dejó las SS y se convirtió en miembro de la unidad de propaganda (Propagandakompanie) de las fuerzas armadas alemanas. Eso explica su presencia en Minsk. De vuelta a Berlín coincidió con Hitler y su séquito en Marenburgo -la actual Malbork polaca-, donde el líder nazi celebraba un encuentro oficial con su aliado húngaro, el almirante regente Miklós Horthy. El encuentro fue también documentado por Heinrich Hoffmann, el fotógrafo personal de Hitler.
Hoffmann, Frentz y Krieger -podríamos añadir otros nombres: Benno Wündshammer, Arthur Grimm, Hugo Jäger, Franz Gayk-, forman parte, a diferentes niveles, de la historia poco conocida de la fotografía oficial y de guerra (como si ambas cosas pudieran ir separadas en el régimen) del III Reich.
Hoffmann (1885-1957) fue no sólo el retratista oficial de Hitler sino su amigo y confidente. Fue a través de Hoffmann que Hitler conoció a Eva Braun, que trabajaba en su tienda. Miembro del partido desde 1920, era en principio el único autorizado para retratar al líder nazi. Lo acompañó en su camino hacia el poder y luego en las veces en que Hitler se acercó al frente durante la II Guerra Mundial. Hoffmann tomó más de dos millones y medio de fotografías, y se hizo rico con los derechos de autor -parte de esa riqueza recayó en el propio Hitler, que cobraba un porcentaje-. Era un negocio boyante aunque a veces tenías que hacer desaparecer las fotos de alguien como Röhm.
Hitler fue siempre consciente del poder de la fotografía, como lo fue del cine. Vigilaba cuidadosamente, hasta la paranoia, su imagen y el uso que se le daba.
Walter Frentz no era un tipo tan importante como Hoffmann, pero su carrera no está nada mal, en el sentido nazi, se entiende. Fue camarógrafo de Leni Riefenstahl, que ya es aprendizaje estético. Su primera foto de Hitler -observando atentamente un aeroplano, con intenciones probablemente poco pacíficas- data de septiembre de 1933. Le encantaba retratar al Führer: lo hizo cientos de veces. Sus retratos son menos estilizados que los de Hoffmann, con un toque íntimo. Y a diferencia de su colega utilizaba el color. Su serie de visitantes y residentes de los cuarteles generales de Hitler, de Canaris a Porsche y Krupp pasando por Otto Skorzeny, son un verdadero fotomatón del III Reich. Le gustaba presentarse como apolítico, aunque eso casaba difícilmente con su antisemitismo y aún más con su adhesión a las SS. La Gestapo, que no tenía precisamente la manga ancha, le juzgaba “fiable al cien por cien”. No tenía tan buenas referencias ni Heydrich.
Hoffmann retrató a Frentz con Hitler, y este hizo lo propio numerosas veces. En muchas fotos de Hoffmann -como en la célebre de Hitler frente a la torre Eiffel en 1940- aparece Frentz filmando. Son significativos los silencios fotográficos de Frentz: entre los millares de fotos que realizó de 1939 a 1945, raramente se ven heridos, alguna vez cementerios y ¡una sola vez! un muerto. Como Krieger, fotografió prisioneros rusos en julio de 1941. El 15 de agosto le hicieron presenciar una matanza de supuestos partisanos y judíos, unas 300 personas. Portaba cámara y máquina de fotos. Pero no ha quedado ninguna imagen del asesinato masivo. El silencio más elocuente de Frentz.
El trabajo de Hoffmann, Frentz, Krieger y sus colegas invita a reflexionar. Sus fotos no eran en absoluto objetivas sino que poseían una enorme dimensión propagandística. Nunca han sido tan necesarias las advertencias de Susan Sontag en Sobre la fotografíacomo ante estas imágenes. Son todas fuertemente ideológicas, llenas de mensajes que quizá se nos escapan tras tantos años, pero nunca, jamás, en absoluto, neutras o inocentes. Buscaban seducir, convencer, adoctrinar. Comportaban toda una teoría de la élite política, de la raza, de la guerra. No dejaban de vehicular las teorías de Goebbels o Rosenberg.
También obligan, las fotos de los nazis, a una reflexión sobre nuestra fascinación -¿malsana?- por esas imágenes.
Krieger guarda aún un misterio. A diferencia de Hoffmann y Frentz, colgó la máquina y dejó su trabajo en la Propagandakompanie como fotorreportero para convertirse en simple soldado y servir como conductor de abastecimientos en Rusia. Tras la guerra no volvió a hacer de fotógrafo. Su mujer, Frieda, que aparece en el álbum, y su hija de dos años, murieron en el bombardeo aliado de Salzburgo. Las fotos desaparecieron. Dijo que quizá su madre las había escondido. Probablemente las encontró un soldado de EE UU y se las llevó sin comprender su significado. Ahora, como un viejo pecado, han salido a la luz para volver a poner la extraordinaria vida y destino de aquellos viejos fotógrafos alemanes en nuestras retinas, y, sin duda, también para someterlas al análisis de nuestras conciencias.

Austriaco y propagandista

– Franz Krieger es el misterioso autor del álbum de fotografías de dirigentes nazis, instantáneas de prisioneros del régimen nazi y el propio Hitler.
– Nacido en Salzburgo, murió en 1993. Estuvo en el campo de concentración de Minsk, en Bielorrusia, en calidad de miembro de una formación política del régimen nazi conocida como Reichsautozug. Tomó las imágenes en 1941.
– Su esposa, Frida Krieger, aparece en alguna de las fotos. Falleció en el bombardeo estadounidense de Salzburgo, en noviembre de 1944.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

La verdad como fundamento de la autoridad

La verdad como fundamento de la autoridad

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Con este titular se publica en el blog FILOSOFIA CRÍTICA el siguiente post:
35 PUNTOS DOCTRINALES PARA LA INSTITUCIONALIZACIÓN AXIOLÓGICA DE LA ENTIDAD POLÍTICA **POR UN ESTADO NACIONAL, SOCIAL Y POPULAR (ENSPO)*
I.-El potencialismo brota del espacio de valores NACIONAL-REVOLUCIONARIO DE IZQUIERDAS (“fascista”). Se distingue del resto de las ideologías NR por su carácter crítico. El potencialismo representa la autoconciencia histórica superadora del “fascismo” en cuanto alternativa de valores a la modernidad judeocristiana secularizada. También se distingue por su europeísmo. La palabra “potencialismo” mienta la dimensión filosófica del proyecto NR post fascista.
II.-Nosotros, los ciudadanos europeos, pero también una gran porción de la población del planeta, somos gobernados por los mayores criminales de la historia, a saber, los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. Los regímenes comunistas, en efecto, han exterminado impunemente a 100 millones de personas, acusadas de “fascistas” en buena parte de los casos. Los aliados occidentales no sólo han amparado tal impunidad, sino que ellos mismos son los responsables de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, así como del exterminio de (como poco) 13 millones de ciudadanos alemanes civiles o militares desarmados: 1,5 millones en bombardeos de cremación humana meticulosamente diseñados a tal efecto; 1 millón de prisioneros de guerra bajo administración norteamericana y francesa; 2,5 millones de entre los doce millones de expulsados (limpieza étnica) de las provincias del Este; 1,6 millones de asesinados entre las minorías alemanas centroeuropeas; de 3 a 8,5 millones de fallecidos a causa de las hambrunas cuidadosamente planificadas por los aliados occidentales durante la posguerra; 1,5 millones de prisioneros de guerra a manos de las autoridades soviéticas; 200.000 mujeres alemanas de entre los dos millones de violadas (incluyendo ancianas y niñas) muertas a causa de dichas vejaciones sexuales; 80.000 víctimas civiles en campos de concentración (dirigidos por judíos), que incluyen niños y ancianos a los que se asesinó por el simple hecho de ser alemanes, etcétera.
III.-A partir de 1948, y escudándose en una narración manipulada del holocausto, constantemente repetida y exagerada precisamente para encubrir propagandísticamente sus propios genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, la casta política gobernante ha permitido que el Estado de Israel expulsara de su tierra y exterminara a 1 millón de palestinos, aplicándoles una directriz política racista de colonización que comporta vulneraciones masivas de los derechos humanos de enormes dimensiones (crímenes contra la humanidad).
IV.-Esta “ideología” del holocausto, que pretende convertir la persecución de los judíos en un hecho singular en la historia por su presunta gravedad única e incomparable (nunca explicada, aunque insinuada en su trasfondo racista de afectar al “pueblo elegido”), es la coartada encubridora de la criminalidad genocida vigente. El hostigamiento social, la persecución penal y la agresión física (que llega hasta el asesinato) de los historiadores revisionistas y de los críticos de la narración oficial del genocidio judío (cuya realidad no negamos, pese a que haya sido tremendamente hinchada con fines publicitarios) pone en evidencia el carácter fraudulento del falso sistema democrático actual. La cosmovisión pseudo religiosa del holocausto es el discurso de la oligarquía financiera que controla el planeta. La crítica de semejante constructo conceptual y publicitario es la tarea intelectual por excelencia que corresponde a los valores ilustrados en el siglo XXI.
V.-La verdad es ahí incluso para quien la niega (hay que preguntarle al escéptico si es verdad lo que dice y si son “verdaderas” las razones que alega contra la verdad) y sostenemos que la sociedad debe imbuir el valor-verdad en las escuelas e instituciones educativas públicas, rechazando por lo tanto todo relativismo que convierta a los futuros ciudadanos en mequetrefes caprichosos sólo dispuestos a obtener gratificaciones hedonistas. La verdad como valor constituye el fundamento existencial y ético de la ciencia y, por ende, el factor decisivo del desarrollo tecnológico que hace posible la sociedad industrial moderna. No obstante, la ciencia ha sido en la actualidad pervertida como mero instrumento al servicio del capitalismo, el negocio y el desarrollismo del “bienestar” (perfectamente compatible con las hambrunas tercermundistas) que constituye la praxis corruptora de la oligarquía sionista mundial con el lobby ultraderechista judeo-americano como cabeza visible.
VI.-La verdad representa también el fundamento de la autoridad (auctoritas) y ésta se distingue claramente del poder (potestas). El binomio autoridad/poder es anterior a la división liberal de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y la hace posible. La reconstrucción de la autoridad en unos términos racionales, y no meramente fideístas o religiosos, en el seno de la civilización occidental moderna, es la tarea que define el proyecto político nacional-revolucionario europeo a escala planetaria.
VII.-Proponemos una ética de la verdad en virtud de la cual devenga infamante el acto de mentir para obtener algún beneficio. En casos graves, y singularmente en el mundo de la política, la mendacidad debe ser incluso prevista y castigada por el código penal, comportando la inhabilitación del político defraudador. La ética de la verdad pertenece imperativamente sólo al ámbito público e institucional y siempre con carácter formal. En la vida privada su desarrollo es libre y sólo puede obedecer a una dinámica de convencimiento autónomo de la persona, lo más alejado posible de coacciones o recompensas de cualquier tipo.
VIII.-La verdad vale por sí misma y dignifica a quien la hace suya, sobretodo cuando paga por ella un precio en términos de bienestar físico o psicológico a consecuencia de las represalias del poder corrupto. El valor ético de la verdad es el único sobre el que podemos ponernos de acuerdo los entes racionales. El resto de los valores son subjetivos y cada cuál reivindicará el suyo sin poder legitimarlo racionalmente, de manera que a la postre las opciones de valores no veristas se habrán de dirimir sin razones, léase: por la fuerza bruta.
IX.-De las luchas religiosas del siglo XVII surgió el Estado liberal laico y con él el relativismo moderno. Pero éste conduce al desastre. Sólo sobre el trasforndo de la verdad racional-formal como valor puede erigirse en la modernidad un orden cívico estable. Pese a las interesadas quejas de los escépticos liberales, basta una ética de la verdad para luchar desde el interior del hombre contra la inmoralidad, el pecado y la delincuencia. Todo acto delictivo, pecaminoso e inmoral implica siempre la necesidad del hecho de tener que mentir. Por tanto, al institucionalizar la prohibición de la mendacidad, sólo se cometerán delitos y actos inmorales o pecaminosos vulnerando principios éticos objetivos, algo que en el clima relativista ético actual no puede ya afirmarse, siendo así que el control de la transgresión ha devenido meramente legal y ajeno a la conciencia del sujeto. Esta circunstancia actual conlleva a su vez un endurecimiento creciente y cada vez más peligroso del sistema penal (externo), fruto de la propia descomposición moral (interna) característica de la sociedad de consumo liberal.
X.-El sistema liberal ha sustituido el convencimiento racional por la manipulación más descarada de las masas a través de la “cultura” (=cine, literatura, etc.), la pseudo educación del mínimo esfuerzo y los manipuladores medios de comunicación, todo ello en beneficio de las oligarquías socio-económicas que controlan así fraudulentamente el espacio público de la política. Esta situación de crisis permanente (moral, política, económica, ecológica, etc.) es la consecuencia de la voluntad oligárquica de generar una sociedad de meros productores, contribuyentes y consumidores, no de personas y de ciudadanos. El motivo es la falta de fundamento del propio sistema político, que no puede sostenerse en función del libre ejercicio de la razón por parte de la mayoría de sus miembros, sino sólo compulsivamente sumergiéndose en la carrera del “crecimiento” consumista constante y en el consiguiente saqueo de los recursos naturales. El sistema compra a la gente con mercancías al mismo tiempo que la idiotiza y animaliza a marchas forzadas, en una regresión primitivista sin precedentes que se observa sobre todo en los grandes centros urbanos.
XI.-El sistema liberal puede comprar y manipular a la ciudadanía, pero renuncia a convencerla con razones; por este motivo lo pudre todo sin excepción y quiere al corrupto como el único tipo humano fiable para las instituciones públicas, rehuyendo a los políticos honestos como peligrosos apestados. El perfil antropológico que predomina en este contexto es el de un ser que no responde a pautas de veracidad y objetividad, sino sólo de negocio y adoctrinamiento propagandístico (marketing).
XII.-Por lo mismo, el sistema liberal debe reprimir violentamente lo que él llama “fascismo”, porque considera que los súbditos de las oligarquías, educados como volubles objetos de consignas e imágenes de publicidad comercial, podrían ser manipulados también muy fácilmente por instancias de poder contrarias a las hoy vigentes. Las criminalización mediática, penal y policial de las alternativas axiológicas al poder actual es la lógica consecuencia de esta coyuntura de adocenamiento generada por el propio dispositivo sistémico.
XIII.-La única verdad absoluta es la muerte, aunque la mayoría de los “espectadores”, ”contribuyentes”, ”productores”, ”consumidores” no quiera reconocer esta evidencia ni sea incluso capaz de soportarla, porque es “desagradable” y prefiera sentirse “feliz” ante un programa de telebasura, prolongando esa “felicidad” en la idea de una vida en el más allá, paraíso celeste, “reino de Dios” o utopía social, ya sea por la vía químico-estupefaciente, religiosa o ideológico-política. Se trata de típicas fantasías de seres indignos de llamarse hombres, pero ésta es la sociedad que ha fomentado el liberalismo como secularización del judeocristianismo (=pacto comercial con Dios). La humanidad no ha alcanzado la mayoría de edad filosófica y se aferra por este motivo a las promesas de psicofantes mercantiles, políticos o religiosos. Nuestra tarea es consumar el proceso histórico de racionalización emprendido por los griegos. A esta realidad inherente a la ciencia ya intuida pero temida y odiada se la llama “fascismo”.
XIV.-Nosotros preferimos la denominación de “mortales” por oposición a “humanes”. Los humanes son una especie biológica cualquiera, como un virus (en este momento la infección “humana” arrasa ya toda la tierra como una verdadera plaga). El potencialismo propone un salto cualitativo que entraña la transformación de los humanes en mortales. Se trata de una transmutación espiritual que apela a la decisión libre y heroica de llevar la razón hasta sus últimas consecuencias existenciales, éticas, sociales y políticas. Nietzsche hablaba del Übermensch (ultrahombre), Heidegger del Sein-zum-Tode(ser-para-la-muerte).
XV.-Hay que educar a la sociedad en el valor de la verdad y prepararla para una vida cívica, privada, familiar y profesional sin muletas religiosas, sectarias o consumistas, asumiendo el carácter trágico de la existencia y fomentando las actitudes valientes, generosas, solidarias, honorables y veraces. La verdad no siempre nos favorece, pero hay que admitirla y respetarla tanto si nos “gusta” como si no. Quien miente es una paria moral y debe ser tratado como tal (pérdida de estatus cívico). La verdad es el único “dios” que podemos aceptar en una Europa devastada por los traficantes de paraísos. La verdad nos vacuna contra una nueva estafa histórica.  
XVI.-De este contexto institucional y moral debe brotar un tipo humano novedoso. Democracia y liberalismo son conceptos opuestos e incompatibles. La “democracia” liberal (=oligarquía económica) es un fraude. Hacemos nuestra la defensa de la democracia y la libertad de opciones políticas, pero dentro del marco axiológico y ético potencialista. Exactamente tal como ejercen el poder los liberales sobre un fondo incontestado e incontestable de valores hedonistas que genera empero la corrupción, la violencia y la incompetencia: los “partidos” (=intereses individuales o de grupo, léase: de parte) pueden reivindicar aquello que “deseen” siempre que representen su papel en el contexto constitucional que impone los valores individualistas, relativistas y materialistas de la sociedad de consumo y del mercado mundial. Erradicar esta situación no supone negar la democracia, sino fundarla sobre sus auténticos pilares griegos: la verdad como principio político.
XVII.-Aprobaremos nuestra propia constitución nacional-revolucionaria y las organizaciones inconstitucionales -que no admitan el valor verdad en cuanto principio fundamental de toda actuación pública- serán ilegales como actualmente lo son las llamadas “fascistas”. Dentro de dicho marco axiológico, cada cual podrá argumentar las opciones políticas que considere oportunas, siempre que no contravengan la legalidad democrática. La figura actual del partido, pieza maestra del putrefacto sistema oligárquico vigente, será suprimida y en su lugar se instituirán asambleas políticas libres.
XVIII.-Rechazamos los sistemas dictatoriales. La verdad no se impone por la fuerza, sino mediante razones frente a la asamblea. Una convicción resultado de la coacción no es una verdad ética, sino el fruto envenenado del temor, o sea, del lavado de cerebro y del adoctrinamiento sectario; o del interés, que es la otra cara de las “convicciones” actuales en el mundo burgués. La opción potencialista comporta, por consiguiente, el rechazo del principio caudillista que caracterizó los regímenes fascistas y que constituye un hecho accidental de época compartido con otras corrientes políticas, pero no una exigencia vinculada esencialmente a los valores nacional-revolucionarios.
XIX.-El consenso no es garantía de verdad, aunque sí uno de sus requisitos. En consecuencia, el proyecto potencialista no se impondrá nunca por la fuerza, sino sólo después de haber alcanzado el grado suficiente de acuerdo, de manera pacífica y argumentada. Ahora bien, la sociedad tiene derecho a enseñar a los niños lo que es el sentido ético de “decir la verdad” igual que les enseña el idioma, sin esperar a que estén de acuerdo. Los padres no pueden inculcar a sus hijos que 2.2=10 aunque sean sus progenitores y custodios legales. El menor no es propiedad de nadie. El límite educativo del magisterio paterno es el respeto a unos valores morales objetivos. El principio de no contradicción no se razona, no hay forma de fundamentarlo porque todo razonamiento entraña y supone ese mismo principio.
XX.-La fundamentación de la exigencia de veracidad es existencial, no lógica, y se acredita mediante métodos filosóficos.
XXI.-El fascismo histórico cometió tremendos errores, producto de su rápida derechización, y resulta ya irrecuperable. Pero los adversarios del fascismo no lo condenan tanto por sus crímenes (porque entonces condenarían también los crímenes mucho más graves del comunismo, del liberalismo y del sionismo) cuanto por la dimensión espiritual de un proyecto que supone el nacimiento de un nuevo tipo humano incompatible con el actual. El antifascismo aparece antes de cualesquiera actuaciones violentas de los militantes, estados u organizaciones fascistas como respuesta a las de sus adversarios liberales y comunistas. El potencialismo fomentará una revisión de nuestra conciencia histórica y el fin de las manipulaciones propagandísticas sobre la comprensión del pasado reciente de Europa.
XXII.-El enemigo político del potencialismo es la extrema derecha judía a escala mundial. El potencialismo se define táctica y estratégicamente como proyecto de izquierda nacional de los trabajadores.
XXIII.-El consumo de drogas en cuanto huída de la verdad es la consecuencia lógica de los valores hedonistas imperantes en nuestra sociedad. Todos toman drogas y los políticos liberales son los primeros en disfrutar del vicio. La inercia axiológica de esta sociedad conduce a la autodestrucción, de manera que el estado liberal, ejerciendo paternalmente de represor pero sin argumentos, debe prohibir el tráfico dichas sustancias mientras, al mismo tiempo, atiza la ética del placer y permite el consumo privado de las mismas. La mayoría de los reclusos en las prisiones han sido encarcelados por traficar con drogas. La droga es la verdad interna de la sociedad liberal hedonista. No podemos sustituir la droga química por la religiosa, siendo asi que fueron los siglos de judeocristianismo los que condujeron a la institucionalización de una transgresión “felicitaria” propia de mentirosos repugnantes e indignos de llamarse “hombres” (término ya desacreditado que les cedemos de buen grado a los “humanistas”, declarándonos consecuentemente anti-humanistas).
XXIV.-Es necesario erradicar sin compasión la fuente del mal, que tiene carácter axiológico y corroe a la juventud europea, comprometiendo el futuro de nuestra sociedad. El comunismo marxista y el liberalismo capitalista representan la secularización de los valores hedonistas judeocristianos. Uno y otro campo doctrinal, secular y religioso, deben ser extirpados del solar histórico europeo. Hay que imponer la verdad, pero no porque de lo contrario perezcamos, sino en defensa de la verdad misma y de nuestra dignidad como existentes (Dasein).
XV.-Todos los mortales son iguales y depositarios de idéntica dignidad, deberes y derechos. Condenamos el racismo. La verdad es la misma para cualesquiera entes finitos dotados de razón, sean humanos o extraterrestres, y capaces de experimentar la muerte de forma consciente.
XVI.-El potencialismo es la esencia del fascismo, que parte de una previa crítica de la razón cartesiana e intelectualista y arraiga la racionalidad en la profundidad de la existencia humana en cuanto experiencia trágica de la finitud. Como autoconciencia del fascismo, el potencialismo supone la culminación teórica y práctica de tales fenómenos y la superación real de todos los fascismos históricos.
XVII.-La verdad es en principio la capacidad de razonar y no un contenido doctrinal concreto. No reivindicamos doctrina alguna como sustancia del poder político (lo que nos retrotraería a las luchas religiosas de la época preliberal), sino la exigencia moral de asumir la verdad en cuanto tal. La Entidad Potencialista es puramente formal en su discurso y en este sentido recoge lo mejor del liberalismo –la libertad ciudadana- sin incurrir en su deleznable relativismo.
XXVIII.-Como revolucionarios de izquierdas, hacemos nuestra la tradición socialista, a saber, la exigencia de igualdad (=isonomía) y el efectivo amparo social del educando, sin caer tampoco en este caso en los sangrientos y devastadores errores axiológicos marxistas (colectivismo estatal totalitario). Aceptamos la propiedad privada a escala familiar y la pequeña empresa. En el momento en que una empresa deba recurrir a un consejo de administración, será propiedad colectiva de sus trabajadores y accionistas al 50%, de manera que se fomentará la participación de los empleados en la formación del capital para favorecer la socialización económica frente a la mera estatalización. Las empresas de interés público serán nacionalizadas y sus gestores o propietarios se incorporarán a la función pública como expertos en la materia económica de su dominio.
XXIX.-De la pura capacidad de razonar se deriva la verdad de la muerte de forma natural y sin adoctrinamiento. La verdad de la muerte no es una verdad de contenido, sino el sentido necesario de la idea misma de verdad recodificado en el plano existencial. La finitud no es un ente (semantema doctrinal) sino la determinación el ser de todo ente. Basta razonar con rigor espiritual -y no sólo lógico- para que la idea de un ente omnipotente quede refutada y, a partir de ahí, todo lo demás se dé por añadidura. Se trata de un proceso de autoconscienciación inexorable que cada uno puede conducir por sí mismo de manera autónoma y apoyado en su propia experiencia de los hechos de la razón.
XXX.-La muerte es la condición de posibilidad del sacrificio (que supone un ser finito) y por ende del heroísmo de la verdad que reivindicamos como eje de la existencia colectiva. En este sentido, lo heroico de la verdad está presente en toda forma de actuación ética. El Ser mienta el mencionado fundamento existencial de la Razón que hace posible el advenimiento de los mortales. Es ésta una razón experimentada, no una mera teoría y, por tanto, se desprende de la posibilidad misma de la racionalidad en cuanto intelecto y lógica formal. Estamos ante la decisión ética de aceptar el principio de la verdad o rechazarlo.
XXXI.-La hegemonía de la sociedad potencialista no se desplegará en el terreno militar, subyugando a otras sociedades, sino que se asentará en su propia productividad científico-tecnológica, organizativa, ética y cultural, como ejemplo moral para un mundo liberal cada vez más sumergido en el caos capitalista y en una nueva edad media de feudos empresariales multinacionales. La entidad es el alma de lo político, opuesta al maquiavelismo y, por ende, la sustancia del imperio en el sentido romano de la palabra.
XXXII.-La destrucción de la organización criminal denominada “Estado de Israel”, epicentro de la mentira, es uno de los objetivos de la Entidad Política Nacional-Revolucionaria Europea. Para ello se llegará a los acuerdos oportunos con los estados árabes y se los apoyará contra Tel Aviv a cambio de la repatriacíón masiva de los fieles islámicos. La Europa NR respetará las creencias de otras naciones y sociedades, excepto en el caso del sionismo y de Israel. Pero el antisemitismo, que alimenta el proyecto sionista, es decir, la extrema derecha judía racista y supremacista, será prohibido por ley. También toda otra forma de racismo, como el propio sionismo. En una hipotética República de Canaán (verdadero nombre del país) judíos y árabes serían ciudadanos de la misma categoría como miembros un estado “laico”. Sobre esa base extenderemos pacíficamente los valores éticos de la Entidad Política en Oriente Medio y el Mediterráneo, pero también en América y Asia, dando prioridad en este proceso pedagógico a las sociedades de cuño occidental.
XXXIII.-La negación de la religión no supone la de lo sagrado. La dimensión de lo sagrado, ligada al plano estético y ético de la existencia, es irrenunciable. Las religiones monoteístas representan no obstante una perversión de la faceta sacral del hombre y lo apartarían de la barbarie sólo para encadenarlo eternamente a la miseria moral de un pacto comercial con Dios “a cambio” de la “salvación del alma”. Este pacto entraña la institucionalización de un código mercantil en el corazón mismo del humano proyecto existencial y prepara la hegemonía mundial de la actual sociedad liberal en tanto que secularización y mundialización de la añeja creencia hebrea. 
XXXIV.-La Europa NR aceptará las creencias religiosas, pero sólo en el ámbito individual y privado. Las asociaciones religiosas, iglesias y sectas organizadas políticamente o con pretensiones políticas serán ilegalizadas porque representan proyectos encubiertos de imposición social de la fe que, por definición, carece de razones y debe manipularla mente de las personas para captar adeptos. Se vinculará el sentido de lo sagrado a la verdad y a una liturgia cívica de la comunidad nacional-revolucionaria semejante a la del paganismo romano. Ésta tendrá un carácter formal de afirmación colectiva de los valores sociales, pero no podrá entrar a dirimir la vida íntima de las personas (comida, sexualidad, hábitos), la cual quedará al arbitrio de la autonomía ética individual y familiar dentro de los límites legales. El lugar legítimo de las religiones quedará reservado a dicho espacio institucional.
XXXV.-El potencialismo representa la exigencia de verdad objetivada en una institución depositaria de la autoridad pero ayuna de todo poder. Nuestro proyecto supone así la supresión del Estado (instrumento burgués erigido para “administrar” la “sociedad civil”) en su forma actual y el surgimiento de una Entidad Política (EnsPo) basada en la distinción radical entre autoridad y poder. La sagrada y soberana Entidad mienta la dimensión sacral subjetiva y vivencial de la hegemonía espiritual de la verdad por encima del poder y su institucionalizada capacidad negativa de interdicción de los poderes públicos cuando incurran en flagrante vulneración de los principios fundacionales de la comunidad nacional.
Jaume Farrerons
28 de diciembre de 2010
Este texto es un esquema de 35 puntos que intenta hacer comprensibles ciertas cuestiones filosóficas intrincadas y su relación con la política. No estamos ante un programa de partido, sino un documento doctrinal orientativo pensado de cara a las organizaciones de izquierda nacional. La mayor parte del material procede de ENSPO (1984).  Publicado en la Comunidad de Diálogo 13 de Febrero el 19 de abril de 2009. Revisado en el blog IZQUIERDA NACIONAL el 13 de abril de 2010. Revisado en este blog el 28 de diciembre de 2010.
COMENTARIOS:
Anónimo dijo…
A modo de critica, considero contraproducente hacer coincidir a Nietzsche con la ideología NR. ¿Por qué?, Dado a que mucho de lo dicho por él difiere radicalmente con nosotros, por ejemplo cuando dice: “La democratización de Europa es un eslabón en la cadena de aquellas tremendas medidas profilácticas que son la idea de la nueva época y con las que nos destacamos de la Edad Media ¡Ha llegado por fin la era de las construcciones ciclópeas¡
¡Podemos por fin sentar los cimientos firmes y seguros para que todo el porvenir construya sobre ellos sin peligro! En lo sucesivo será ya imposible que los fértiles campos de la cultura se vean inundados y arrasados de la noche a la mañana”
Tal cual toda una afirmación que jamás sería sostenida en ese sentido por un NR. Cuando Nietzsche “descubre” la “naturaleza” del Planta-Hombre un instinto de vivir en lo que llama Voluntad, contradice de facto el concepto NR de voluntad, insertando al hombre a una Ley Natural, afirmación similar a Marxistas o Nazis. O peor su inclinación al relativismo al hacer de la Verdad algo variable.

Anónimo dijo…
A modo de critica, considero contraproducente hacer coincidir a Nietzsche con la ideología NR. ¿Por qué?, Dado a que mucho de lo dicho por él difiere radicalmente con nosotros, por ejemplo cuando dice: “La democratización de Europa es un eslabón en la cadena de aquellas tremendas medidas profilácticas que son la idea de la nueva época y con las que nos destacamos de la Edad Media ¡Ha llegado por fin la era de las construcciones ciclópeas¡
¡Podemos por fin sentar los cimientos firmes y seguros para que todo el porvenir construya sobre ellos sin peligro! En lo sucesivo será ya imposible que los fértiles campos de la cultura se vean inundados y arrasados de la noche a la mañana”
Tal cual toda una afirmación que jamás sería sostenida en ese sentido por un NR. Cuando Nietzsche “descubre” la “naturaleza” del Planta-Hombre un instinto de vivir en lo que llama Voluntad, contradice de facto el concepto NR de voluntad, insertando al hombre a una Ley Natural, afirmación similar a Marxistas o Nazis. O peor su inclinación al relativismo al hacer de la Verdad algo variable.

lunes, 20 de diciembre de 2010

paz ó guerra… no es lo mismo

En  YRANIA se ha publicado una serie de comentarios procedentes de un foro. Por su extraordinario interés los reproducimos aquí.  Está claro, después de leerlos… que la guerra y la paz sólo son dos situaciones que coexisten y una y otra se suceden en el tiempo. Dicen que en los últimos dos mil años (por determinar un periódo de tiempo histórico) no ha habido un sólo dia en el que el mundo haya estado en absoluta paz…  Quizáz durante la PAX ROMANA… pero incluso entonces estaban las revueltas judías…
En fin, seguidamente reproducimos del Foro de Amisalas el siguiente texto:
ZARPAX   2 marzo 2010-12-20
Estudiar la guerra, pensar la guerra, el conflicto, que es algo que siempre ha existido desde que el hombre es hombre, no es ni desearla, ni añorarla, ni es un “¡Viva a la guerra y la muerte!”.
Tampoco el que la piensa necesariamente ha de ser un militar o un “militarista” aunque no sea un pacifista.
Este “chiste” del Q., me molesta porque es nítidamente una mentira basada en el desconocimiento del asunto. ¿Por qué es una mentira o un error? Porque los soldados que empuñan el fusil y la bayoneta como el del chiste no piensan la guerra. Ellos la hacen, pero no la piensan.
Pensar la guerra es propio de la filosofía, de una muy alta filosofía (me refiero al tema), porque la guerra es un asunto grave, muy grave, y no puede ser dejada en manos de los políticos ignorantes ni en manos de los soldados ignorantes.
Por supuesto no me refiero al estudio de una guerra concreta porque eso no es ni pertenece a la filosofía, sino a la historia. Así, hablar de los “estudios de la Guerra Civil española” es mera ideología y eso es anacrónico. Eso será una “historia” o un relato como otros muchos…, pero no será pensar lo más objetivamente posible la guerra.
No creo yo que se pueda tildar a Raimond Aron de belicista o de militarista por haber estudiado la guerra en su opus <Paz y guerra entre las Naciones>.
Ni Clausewitz ni Aron, ni ningún otro estudioso de la guerra ha expresado jamás que le guste o ser un aficionado o un defensor de ella, por mucha que fuese la fascinación del primero, de Clausewitz, ante la guerra. La guerra, siendo el horror más grande no gusta a nadie. Absolutamente a nadie. Ni a un Hitler.
La guerra, que al decir de Clausewitz es un asunto grave, no debería nuca ser tratada con ligereza, como si fuera cosa de risa o como si la risa la “desarmara” y la hiciera “pacífica” o inexistente. Al contrario, la risa sobre ella es belicista y tiende al conflicto al no saber tratarla en sus justos términos.
El graffiti que he encontrado por la Red y que ven ustedes aquí arriba es -aparte de su necia ingenuidad- un insulto a la inteligencia y una boutade, un acto inconsciente propio de un gran ignorante que, más que ayudar a la paz, ayuda al desconocimiento de la guerra y del ejército y crea una nefasta ideología que sólo sirve al ocasional “enemigo” que se aprovechará siempre de ella. Porque la guerra, digan lo que digan los alelados de los pacifistas, siempre estará con nosotros y nunca nos abandonará, ya que ella es parte inherente de las biocenosis que han dado lugar a lo que somos. Y renegar de lo que somos es de necios. El Jardín del Edén aquí no existe, y la realidad es lo dura que es.
Si, por ejemplo, la guerra “es una confrontación de voluntades” (para doblegar la una a la otra), como dice Clausewitz…, para acabar con las guerras antes habríamos de acabar necesariamente con esas “voluntades”, lo cual es, también, cosa de necios.
No se hace, pues, la guerra con la paz, sino al revés: se hace la paz con la guerra, “en su seno mismo, hay que buscar la paz; la paz en la guerra misma”, como dijo Miguel de Unamuno. ¡Si quieres la paz, efectivamente te has de preparar para la guerra!
Pensar la guerra es así cosa del hombre virtuoso, no es cosa del “pacifista” ni del que al pensar el horror que es, se desmaya sin haberlo realmente experimentado. Tampoco es cosa del belicista.
La guerra es mala, es lo peor…, pero es humana, es nuestra. Así, el mayor insulto a la inteligencia nuestra es oír aquello de que la guerra es “inhumana”, porque los inhumanos, los no humanos, esto es los animales no humanos, no hacen guerras (la selva), por tanto lo “inhumano” si acaso es la paz eterna y el diálogo habermasiano infinito del alicio de turno que piensa que la Ciudad de Dios ya ha llegado a la Tierra. Esto es una verdadera salvajada. Amén.
quedaronseconmigo
Publicado: Mie Mar 03, 2010 12:51 am


Cita:
Dice Pep el Zarpax:
Porque la guerra, digan lo que digan los alelados de los pacifistas, siempre estará con nosotros y nunca nos abandonará, ya que ella es parte inherente de las biocenosis que han dado lugar a lo que somos. Y renegar de lo que somos es de necios. El Jardín del Edén aquí no existe, y la realidad es lo dura que es.
Ya lo sé, Pep, ya lo sé. Estoy de acuerdo, no niego nada de esto. Pero cuando ya nos llegan las calamitosas enfermedades que nos da la vida (a los no nacidos no les entra ni una, los muy jodíos) y pienso en los sufrimientos concurrentes, me da bastante pena que los humanos (como todas las demás especies), se arreen tanto los unos a los otros y viceversa en un baño grandioso de sufrimientos, precisamente. Entonces es posible que uno se alicie un poco con estas cosas.
Además, lo quieras o no, para los menos agudos tus anteriores palabras (las previas al chiste) dan la apariencia de que tu belicismo está por encima de tus razones.
No me alejo de la realidad ni un momento, a pesar de todo. Pero un chiste es un chiste y no iba yo a dejar pasar la oportunidad…

ZARPAX    3 marzo 2010:

Muerte y sufrimiento.“Nec Spe Nec Metu: “Nada espero, nada temo”, hemos dicho.
……………….
quedaronseconmigo escribió:
<…y pienso en los sufrimientos concurrentes, me da bastante pena que los humanos (como todas las demás especies), se arreen tanto los unos a los otros y viceversa en un baño grandioso de sufrimientos, precisamente. Entonces es posible que uno se alicie un poco con estas cosas.>
Dos cosas: Una que los humanos no se arrean los unos a los otros “como todas las demás especies”. Esto es falso.
Los animales humanos se relacionan con las demás especies de múltiples maneras (arte taurino, caza, pesca, religión (los númenes) y se come como ellas a todas las que puede, pero como ellas…, no hace con ninguna de ellas “la guerra” (werra), pues la “guerra contra las cucarachas” o contra las plagas no es verdaderamente una guerra, puesto que ninguna de esas especies es “enemigo” nuestro tal y como lo son otros hombres enclasados dentro de un “Estado enemigo”. Es decir, que la guerra sólo es posible entre Estados, y como los demás animales no constituyen Estados, no hay guerra con ellos… Ni ellos hacen jamás la guerra (bellĭcus) con ningún otro animal, sea de su misma especie, sea de otra especie. La guerra es nítidamente y solamente humana y entre humanos enclasados en alguna Unidad política, cuando esto no es así lo que hay es una “pugna”, una reyerta.
La guerra no es ni lo que dice el RAE: La “Desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias”, pues ello significaría que el “estado natural” es la paz, de donde surgiría la guerra, lo cual ya hemos asentado que es falso. Es al contrario, es la paz, la firma del armisticio o el “cese de hostilidades” el fruto de la guerra, del estado natural del hombre para el hombre según la famosa teoría hobbesiana.
La guerra no es “una lacra social”…, sino un resultado lógico y ecológico del estatalismo y de la civilización, y no es tampoco lo que genera más sufrimiento en este valle de lágrimas:
<En 2000, más de 1,2 millones de personas murieron como consecuencia de accidentes de tráfico, lo que hace de ésta la novena causa más importante de muerte en el mundo. Se prevé que en el año 2020 esta cifra prácticamente se haya duplicado………..los accidentes de tráfico en carretera provocan más de 40.000 muertes en la Unión Europea y producen costes conexos directos e indirectos estimados en 180.000 millones de euros, o sea el 2 % del PIB de la Unión Europea.>
¿Alguién protesta por estas muertes y por este sufrimiento muchísimo más grande que el generado en las guerras actuales? ¿Por qué consideramos “normal” estas muertes y este sufrimiento por “accidente” de tráfico? ¿Por qué no consideramos a la guerra un “accidente”? Pues un accidente es sólo el “suceso eventual que altera el orden regular de las cosas”…, aunque esto del “orden regular” sea muy discutible y hay que tener la noción de “accidente” muy clara.
La guerra -en tanto curso de la sociedad política-, pertenece al eje circular del Espacio antropológico y solamente a él.
…………..
La otra y segunda cosa es que el sufrimiento del que habla Q., eso de “las calamitosas enfermedades que nos da la vida”, es irrecurrente y de nada vale clamar contra él. La mayor mortandad y el mayor sufrimiento lo da la vida al matarnos: la tasa de mortalidad es aquí absolutamente del 100%. Nadie excepto los alumbrados religiosos clama contra este fatum.
La causa mayor de las muertes ocurridas en el mundo son las enfermedades cardiovasculares: Principales causas de mortalidad en el mundo. La guerra no ocupa casi nunca un lugar elevado en las estadísticas: http://www.gstriatum.com/info/general/53-mundial/629-principales-causas-de-muerte-en-el-mundo .
La existencia es la que es y en esto hay que ser estoicos, “Nec Spe Nec Metu: “Nada espero, nada temo”. De nada serviría decir que así como se lucha contra las enfermedades y las muertes causadas por el tráfico, hay que “luchar” también contra la misma lucha que supone la guerra, pues la lucha contra la guerra es la guerra misma, ya que es esta guerra la que establece la paz. Y nadie, excepto el que puede, está mejor capacitado para saber y decidir cuando conviene o no conviene la guerra y cuando conviene la paz.
El sufrimiento, el dolor y el miedo físicos son una alarma darwiniana, evolutiva. Al no existir el “espíritu” ni el “alma” no debemos hablar de “sufrimientos espirituales”…, por ello todo son sufrimientos “físicos” y muy lógicos.
¿A donde queremos ir si no queremos sufrir? ¿No es este quejido del sufrimiento la base ideológica del “progresismo”? Y es que la raigambre de la tradición bíblica y su maldición llega lejos y hondo:<–Como hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida. La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás.> (Génesis 3, 17)
No vamos a ningún sitio, no tenemos futuro lejano, seremos reducidos con el tiempo a polvo de estrellas y todo, absolutamente todo, con el transcurrir del tiempo perderá su sentido, porque el sentido es nuestro, y la guerra es una parte de este sentido nuestro. ¡Nec Spe Nec Metu! ¿Estaremos con el transcurrir de los eones, pues, sin sentido? ¡Peor!: No estaremos. No estaremos ya nunca jamás en trillones y trillones de años, por siempre nunca jamás.
Como decía el Josep Plá, “la felicidad consiste en ver como a tu vecino le cae una teja en la cabeza y a ti no”. Lo demás son cuentos para niños. Amén.

viernes, 3 de diciembre de 2010

V JORNADAS de DISIDENTES (II)

V JORNADAS de DISIDENTES (II)

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Conferencia de Manuel Ángel Pérez Aldana (España):
“Crisis e inmigración”
Manuel Ángel Pérez Aldana (izquierda) durante su exposición

Interesante la ponencia de Manuel Ángel Pérez Aldana. Para este conferenciante existe una clara relación entre crisis e inmigración. Destacó que el discurso del sistema es meramente emotivo y sentimental cuando se trata de la citada inmigración, como si el sistema sólo existiera para compadecerse del sufrimiento; es decir, se trata de un discurso demagógico.
Durante los últimos quince años (1996) se ha producido el fenómeno de la inmigración masiva. Entonces (antes de 1996) ya había extranjeros, pero no suponían un cómputo significativo. Aquel año, 1996, fue también cuando el Partido Popular (PP) ganó las elecciones.
Nota de JRANIA:  Así comienza un post del blog mundodaorino.es
dedicado a las V Jornadas de la Disidencia, celebradas en Madrid en los dias 5, 6 y 7 de noviembre.
Daorino comenta el contenisdo de dos enlaces (Navarra Disidente) y Desempleo en España, de Wikipedia:
Nota de Daorino: Sin embargo se habla de que sólo 1,9 millones de inmigrantes trabajan. Es decir, hay al menos 4 millones de inmigrantes improductivos que continúan en España cuando se supone que llegaron para trabajar. Mientras tanto, no nos dejan de señalar que España necesita la llegada de más inmigrantes: 
El conferenciante nos subrayó el gran impacto de la inmigración en España y para demostrarlo se sirvió de las cifras del INE, que aunque se basan en datos oficiales (que no son los reales, ya que no tienen en cuenta a los inmigrantes irregulares), sirven como referencia:
AÑOPOBLACIÓN INMIGRANTE% RESPECTO AL TOTAL DE LA POBLACIÓN
1996542.3141,37
1998637.0851,60
2000923.8792,28
20021.977.9464,73
20043.034.3267,02
20064.144.1669,27
20085.220.60011,3
20105.708.94012,2
En la época de Aznar se pasa de poco más de medio millón de inmigrantes a poco más de 3 millones. Zapatero, que llega al poder en 2004, prosiguió con la misma política económica de Aznar (siendo un continuista) y observamos como en 2010, es decir, en seis años, la cifra casi se ha duplicado. Para colmo, con la crisis económica han entrado en España casi 500.000 inmigrantes más si nos atenemos a las cifras oficiales. Seguramente las cifras reales nos ofrecerían resultados más abultados y preocupantes.
Datos de inmigración:
Existen más factores para entender la crisis. No podemos soslayar el financiero-monetario. Los inmigrantes han sacado divisas por valor de más de 40.000 millones de euros entre 2002 y 2010. 
Remesas:
El conferenciante también señaló como factor importante el modelo productivo español, con unas tasas muy bajas (1,14 de media), por debajo de la media europea. Asimismo, la UE acusa a España de gastar más de lo que recauda. Los gastos sociales de Zapatero han supuesto un despilfarro y toda una muestra de irresponsabilidad política y mala gestión; al final los inmigrantes no van a garantizar las pensiones: todo esto se traducirá en el desmantelamiento de la Seguridad Social.
Casi llegados al final, el conferenciante destacó la importancia de la labor de las V Jornadas de la Disidencia. Sostiene que es fundamental para nuestra línea política la lucha por las ideas. “Tenemos que ser capaces de proyectar nuestras ideas. Es importantísimo que hagamos un gran discurso político y denunciar a aquellos que van en contra de los trabajadores, de la nación, etc.”, expone Manuel Ángel Pérez Aldana. Finalizó la conferencia denunciando a los llamados nacional-liberales, liberales que con un nuevo discurso pretenden ser nacionalistas.

viernes, 26 de noviembre de 2010

V jornadas de la Disidencia

V jornadas de la Disidencia

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Por el excelente blog “El mundo de Daorino” tenemos noticia de la  celebración en Madrid, del 5 al 7 de noviembre, de las V Jornadas de la Disidencia
Copio lo siguiente del blog de Daorino:

En internet encontré la siguiente información sobre el conferenciante: “El ponente es Licenciado en Filología, ha traducido artículos de analistas geopolíticos eurasiatistas como Claudio Mutti, Tiberio Graziani o Carlo Terracciano. Por otro lado, desde un punto de vista filosófico, se ha encargado de la traducción de textos de autores de formación metapolítica sobrehumanista como Giorgio Locchi, Adriano Scianca o Stefano Vaj. Sus traducciones se han publicado en distintos sitios de Internet y en publicaciones del ambiente disidente y europeísta”.
La exposición de Javier Estrada fue muy reflexiva y con un fuerte calado filosófico. Por lo que fue un error por mi parte no haberme bajado el cuaderno y el bolígrafo para coger apuntes.
El conferenciante nos situó bajo la estela de Locchi y su influencia sobre algunos autores encuadrados en la mal llamada Nueva Derecha (Alain de Benoist, Guillaume Faye…) Sin embargo, la reflexión que más me llamó la atención fue la visión de Estrada sobre la Historia. Para él la historia no es lineal, con un fin (como considera el progresismo, adaptación de la linealidad tradicional del judeocristianismo), ni cíclica (concepción mítica del tiempo). La denominó como “esférica”, pues la historia nace del hombre y siempre vuelve a él; porque la historia no es por sí misma, sino que es gracias a nosotros. En definitiva, la historia es un acto de voluntad.
Jrania copia, de la web V Jornadas de la Disidencia, lo siguiente:
A las 20:30 h.( del viernes, 5 de noviembre) tuvo lugar la conferencia de Javier Estrada (España), que por título llevaba “La estela de Giorgio Locchi y las claves culturales de la otra Europa”. Con motivo de la reciente traducción por parte de J. Estrada de textos revolucionarios del pensador italiano, y el prólogo efectuado por él mismo para la edición del libro “Definiciones” (editado por ENR), nos relató como de la obra de Locchi bebieron grandes figuras que revolucionaron la historia de las ideas y la política. La intemporabilidad de la obra y el pensamiento de Locci están preñados de significados ocultos pero que cuentan con una precisión exacta para el lector comprendedor de su obra. Y Estrada supo poner al alcance de todos los allí presentes parte del sentir del contenido de la obra de Locci.

domingo, 14 de noviembre de 2010

A.H. Führer en 1933

A.H. Führer en 1933

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Mucho se ha hablado de los triunfos y fracasos de Hitler. Sobretodo de los fracasos, porque parece que resulta útil hablar solo de sus fracasos. Sin embargo Hitler representa a ese tipo de personas, que se dan muy poco en la historia, capaces de superarse a sí mismos y conseguir objetivos ciertamente inimaginables. Sus conquistas militares son impresionantes. Sus logros sociales y el haber sido capaz de tener a toda una nación en su corazón, también. Tampoco debemos olvidar como un gran triunfo de Hitler el hecho de que sea tan conocido en el mundo entero y de que su figura sea recordada hoy en día, para bien o para mal. Sin embargo todo eso no hubiera sido posible sin lo que yo considero el mayor logro de Hitler: su escalada al poder. El hecho de haber intentado subir al poder mediante un golpe, el famoso Putsch de Munich, y de haber fracasado, hizo recapacitar a Hitler sobre el método a utilizar. Sabemos que ese método le fue bien a Mussolini (aunque el tiempo demostró que Mussolini no tenía todo el apoyo que necesitaba para sostenerse), sabemos que muchos dirigentes y militares han conseguido el poder mediante golpes de estado. El método de Hitler, conseguir el poder mediante armas legales y mediante el apoyo de las urnas, fue ciertamente una hazaña más asombrosa que sus conquistas militares. El hecho de ser un personaje anónimo y alcanzar la cancillería de un país como Alemania, supuso para Hitler un hito difícil de superar. Nadie lo ha logrado en tiempo record como él. De hecho, sus campañas electorales han sido imitadas. Normalmente se intenta soslayar el asunto aduciendo que la subida al poder de Hitler tuvo poco merito e incidiendo que la crisis mundial le aupó al poder. Los historiadores y analistas intentan restar importancia al merito de Hitler pero lo cierto es que hizo un esfuerzo titánico para lograrlo. Siempre me ha sorprendido que digan que Hitler fue poco más que un vago, que no tenía horarios etc. Pero lo cierto es que las energías de Hitler fueron impresionantes. Me gustaría que quienes critican a Hitler me dijeran quién ha logrado en la historia algo tan increíble como llegar al poder de la nada y en semejante tiempo. El mismo Hitler hablaba de 14 años de lucha. Eso es cierto si tenemos en cuenta que Hitler comenzó su carrera política prácticamente cuando finalizó la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, en 1925 Hitler tuvo que comenzar prácticamente de cero, lo que nos indica que Hitler consiguió el poder en tan solo 7 u 8 años.
Cuando Hitler salió de la cárcel, en 1924, tuvo que comenzar desde cero. La mayor parte de sus partidarios se hallaban encarcelados aún o habían desaparecido. Los que seguían, estaban peleados entre sí. Según Joachim Fest, cuando Hitler regresó de Landsberg “es verdad que solo existían ruinas pero también es cierto que ya no existían rivales serios.” Después Hitler quiso legalizar la situación de su partido. Según Fest, Hitler quiso seguir siendo revolucionario “y al mismo tiempo, como defensor de las actuales situaciones, dar la sensación de ser radical y templado, de amenazar el orden y figurar como conservador, quebrantar la ley pero conjurar de la forma más convincente su recomposición.”
La cárcel le sentó bien a Hitler. En una ocasión dijo:
– Aquel periodo me dio la oportunidad de profundizar en varios conceptos de los que sólo tenía un conocimiento instintivo. Fue también durante mi encarcelamiento cuando adquirí esa fe inquebrantable, ese optimismo, esa confianza en nuestro destino que a partir de entonces nada pudo hacer vacilar.
En la biografía de Fest, hay unas declaraciones de Hitler que nos dicen mucho sobre sus métodos:
– Si alguien viene y me quiere imponer condiciones, entonces le digo: “amiguito, ante todo espera un momento y escucha las condiciones que yo te impongo. Yo no aprecio a la gran masa. Después de un año ustedes, mis partidarios, deben juzgar; he obrado correctamente, entonces todo va bien; si no he obrado correctamente, entonces deposito mi cargo en sus manos. Pero hasta entonces vale que: yo dirijo al movimiento completamente solo y nadie puede imponerme condiciones, mientras sea yo el responsable. Y yo me hago totalmente responsable de cuanto pueda suceder en el movimiento. 
A parte de ganar a la población para captar sus votos, Hitler centró sus esfuerzos en ganarse a los industriales, financieros y al propio ejército. Ya antes del golpe de 1923 Hitler buscó el apoyo de la industria alemana, a pesar de que existía un marcado sentimiento anticapitalista en el movimiento. Los empresarios temían al comunismo mucho más que al nacionalsocialismo por lo que no le resultó difícil ganárselos. Por otra parte, Hitler llegó a poseer un ejército mayor que el propio ejército regular. Este detalle es muy importante ya que no conocemos muchos casos, a parte de los comunistas en Rusia, de un movimiento político sostenido por semejante número de paramilitares.
Se ha dicho a menudo que Hitler se vendió a los industriales y al ejército para alcanzar el poder. Sin embargo no cabe duda de que la estrategia de Hitler funcionó: fue lo suficientemente inteligente como para buscar su apoyo para lograr un fin. Hitler nunca se sintió cómodo con los grandes industriales y siempre tuvo un marcado sentimiento anticapitalista. Prefería la compañía de sus modestos sirvientes que estar entre empresarios. Pero no era posible alcanzar el poder sin el apoyo de éstos.
También se ha dicho que Hitler alcanzó el poder gracias a la crisis mundial existente y al empleo de chivos expiatorios, como eran los judíos y los comunistas. Sin embargo hay que estar muy preparado para alcanzar el poder, por mucha crisis que exista. Por otra parte, nunca he estado de acuerdo en que Hitler utilizara a judíos y comunistas como chivos expiatorios. Hitler los combatió porque creía firmemente que debía hacerlo, no para utilizarlos.
En 1932 Hitler envió una carta al Presidente de la república von Hindemburg:
– Puedo asegurarle a vuestra excelencia mi firme decisión de formar un gabinete presidencial propuesto por mi, sujeto a mi dirección y aceptado por vuestra excelencia, con todas las premisas constitucionales necesarias para un largo y fructífero mejoramiento de nuestro pueblo política y económicamente arruinado. Por este motivo, dirijo a vuestra excelencia un solo ruego, el de otorgarme por lo menos, tanta autoridad y poderes como los que antes que yo recibieron hombres que por su parte podían contribuir igual que yo a valorar la autoridad y el prestigio del nombre de vuestra excelencia. No obstante, como estoy obligado a causa de la constitución a tener en cuenta a los partidos para el legal funcionamiento del futuro gobierno, llevo conmigo, señor Presidente del Reich, al partido más grande de todos. Pero mi nombre y la existencia de este gran movimiento alemán, son garantías que se verían anuladas, necesariamente, por un fracaso en nuestros esfuerzos. En tal caso, señor Presidente del Reich, yo no veo después de nosotros una dictadura militar, sino el caos bolchevique. Si después tuviera que persistir en el propósito de volver a formas de gobierno de viejo sello parlamentario, entonces sería necesario, a mi parecer, dar a conocer esta voluntad de vuestra excelencia. Sin embargo, en este caso, me permito con todo respeto, llamarle la atención sobre las repercusiones de una decisión semejante. Yo las lamentaría profundamente. Permítaseme, para concluir, rogar a vuestra excelencia tener en debida cuenta mis motivaciones y desistir del intento de darle esta solución a la crisis.
A penas dos meses de enviar esta carta, Hitler consiguió alcanzar el poder, una gesta que solo él supo lograr de manera magistral.