sábado, 19 de septiembre de 2015

vida sana… sin tabaco! !!!

vida sana… sin tabaco!

By 
IGNACIO GONZÁLEZ | Cardiólogo | Pasando consulta

por el dr. ignacio gonzalez

“Está demostrado que el daño coronario de fumar es inmenso”

“Una disposición optimista en la vida parece que genera unos cambios 

químicos en el organismo que favorecen la salud”


19.09.2015 | 05:22

El doctor Ignacio González. lne
Oviedo, Elena FDEZ. -PELLO Ignacio González, cardiólogo y presidente de la Sociedad Asturiana de Cardiología (SAC), da algunas pautas, a aplicar en la vida cotidiana, para mantener sano el corazón y, de paso, el buen humor.
-¿Cómo empezar el día para tener un corazón sano?
-Madrugue, duerma las horas que el organismo le pida y empiece a reír. Póngase ese chandal que tiene olvidado en algún armario y salga a correr o al menos a caminar a una marcha alegre. No es necesario asistir a un gimnasio, basta salir al Campo San Francisco si tiene el privilegio de vivir cerca. Luego regrese a casa, dúchese con el agua más fría que soporte y tómese unos cereales con leche desnatada, algo de fruta y un café con leche. Una rebanada de pan con un poquito de aceite podría ahorrarle dos terrones de azúcar. No olvide coger una manzana y alguna nuez al salir de casa.
– ¿Y en el trabajo?
-A mitad de jornada laboral, comer la manzana que se ha llevado de casa le evitará llegar a casa con ganas de devorar. Si toma un aperitivo no olvide que, a bajas dosis, la elección más correcta es un vino tinto, que tiene un cien por cien de polifenoles; mejor eso que una cerveza o un vino blanco. No acepte “el pinchito” que le ofrezca el camarero y tome aquellas dos nueces que se llevó de casa. A la hora de comer puede combinar proteínas, a poder ser de pescado, con verduras. Evite la carne roja. Se puede comer pasta ó fécula, pero no las combine con proteínas, y beba todos los días un vino tinto, en la comida y la cena. Las frutas combinan bien con las verduras y las pastas. Evite el queso y si lo toma acompáñelo con fruta. Si no consigue evitar la costumbre hispánica de la siesta, al menos no le dedique más de 30 minutos. Salga y diviértase si es de los que tiene jornada laboral corta y cene temprano, para ir a descansar con la digestión hecha. Y si viendo su programa favorito en la televisión tiene un capricho, recuerde que unos pistachos ó un chocolate negro están ayudando a su corazón a no envejecer.
-¿Cuál es el hábito más nocivo para el corazón?
-Bajo ningún concepto fume. Además del poder cancerígeno que el tabaco tiene, está demostrado el daño inmenso sobre el territorio vascular y por lo tanto coronario. Pero si el grado de abstinencia del tabaco es tan alto que no lo puede dejar, debe saber que el cigarrillo rubio es más tóxico que el negro y ambos lo son más que un purito, en el que no hay combustión de papel.
-¿La actitud vital influye en la salud cardiovascular?
-Una disposición optimista en la vida parece que genera unos cambios químicos en el organismo que favorecen la salud. Y una razón para ser optimista es que en los Estados Unidos acaban de aprobar un proyecto para que en el periodo de tres años y de modo progresivo se prohíban los alimentos con ácidos grasos llamados “trans”. Son aceites vegetales tratados con hidrógeno, que se transforman en ácidos grasos más agresivos que incluso los saturados. Con ello consiguen hacerlos más sólidos y menos perecederos -con el riesgo de seamos nosotros los que perezcamos-. Hay un estudio de la investigadora Beatriz Colomb de la Universidad de San Diego, en California, que demuestra el deterioro cognitivo que presentaron, en los test de memoria, los pacientes alimentados con “trans” respecto a los que no los tomaban. Afortunadamente, pronto desaparecerán del mercado.
FUENTE:

viernes, 11 de septiembre de 2015

TERCER INFORME SOBRE LA FELICIDAD MUNDIAL





TERCER INFORME SOBRE LA FELICIDAD MUNDIAL



(FELICIDAD ATEA, HEDONISTA Y NARCISISTA
es el “mundo feliz” del que nos habla Aldous Huxley)


Se ha publicado el tercer informe sobre la felicidad mundial, que elabora la red de soluciones para el desarrollo sostenible de la ONU (SDSN). Este índice de la felicidad fue acuñado y propuesto en 1972 por el entonces rey de Bután, Jigme Singye Wangchuck.
El informe está inspirado en el concepto de “felicidad interna bruta” (FIB) que propone medir la riqueza de las naciones por el bienestar de los ciudadanos, por la alegría de vivir, por la libertad, por la seguridad social etc. etc. Y no sólo por el dinero (pero si quieres ir a vacacionar hay que pagar 200 dlls diarios per cápita, por estar en el reino de Bután), como se hace al medir el producto interno bruto (PIB)
La FIB se sostiene sobre cuatro pilares que deben orientar la política: un desarrollo socioeconómico sostenible y equitativo, la preservación y promoción de la cultura, la conservación del medioambiente y el buen gobierno.
El documento de la ONU destaca seis variables para definir las puntuaciones: el PIB de cada país, la esperanza y calidad de vida de sus ciudadanos, las relaciones sociales, la libertad como toma de decisiones en la vida, la ausencia de corrupción y la solidaridad como valor FUNDAMENTAL de la convivencia humana.
Basta tener dos dedos de frente para ver que estos principios son masónicos.
De un total de ciento cincuenta y ocho países, cinco destacan como los más felices en 2013, 2014 y 2015: Suiza, Islandia, Dinamarca Noruega y Canadá.
Este año, en este mes de septiembre, en la visita de Decimejorge al congreso de los EEUU, se espera la adopción formal por parte de los Estados de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), diseñados “para erradicar la pobreza, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición; garantizar una vida saludable; una educación de calidad inclusiva y equitativa; alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas, cuidado del agua; proteger, cuidar, restaurar y promover los ecosistemas terrestres y marítimos; gestionar los bosques; combatir la desertificación; detener y revertir la degradación de la tierra; frenar la pérdida de diversidad biológica; promover una sociedad pacífica;  acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces y responsables”.
La creciente violencia, inseguridad, desesperanza, desaparición de toda conciencia moral y expansión de formas egoístas de vida, de miedo terrible a vivir una vida verdaderamente cristiana, son sustentadas por leyes, políticas y sobre todo por los desdichados derechos del hombre sin límites, que profundizan la falta de todos los valores humanos y cristianos.
Tercer Informe sobre la felicidad mundial 1.png
“La FIB es mucho más importante que el PIB” (Jigme Singye Wangchuck, ex rey de Bután)
DINAMARCA EL TERCER PAIS MÁS FELÍZ Y PRIMERO EN AÑOS ANTERIORES.
Al comparar la Clasificación por Países del Informe Mundial sobre la felicidad de 2015 con los anteriores Informes, se producirá una combinación de continuidad y cambio. Nueve de los diez países más felices en 2015 también se encontraban entre los diez primeros en 2013. Pero el rango ha cambiado, ocupando ahoraSuiza el primer puesto, seguido de cerca por Islandia y Dinamarca, que venía ocupando el primer puesto.
Petición al primer ministro de Dinamarca (el país con la sociedad más feliz del mundo hasta 2013, hoy tercero) Lars Løkke Rasmussen, Agosto 2015.
Apague todo “Erótic Zoo” (burdeles de bestialidad), cualquier organización que permite el sexo con animales, o casa particular que sea ilegal (o sea que las que sean legales pueden operar) por tener relaciones sexuales consentidas o forzadas con cualquier animal.
Tercer Informe sobre la felicidad mundial 2
La primera ministra saliente, Helle Thorning-Schmidt, da la mano al líder liberal Lars Loekke Rasmussen Jens Dresling / AP
Debra Wattes, defensora de los derechos animales:
“El sexo con un animal es abuso. Un animal no puede hablar por sí mismo. Ellos no pueden comunicarse con un ser humano y decir ¡NO! Los animales son como los niños, que pueden ser manipulados; los animales domésticos son leales y obedientes. Lo único que quieren es ser amados y cuidados. Los animales pueden ser entrenados. ¿Qué sucede cuando un animal entrenado para tener relaciones sexuales con su dueño y él decide violarlo? ¿Cómo una mujer o un hombre puede luchar contra un perro agresivo gruñendo? (o sea que los entrenan para practicar la zoofilia). Y si hay violaciones de mascotas, ¿de quién es la culpa? El propietario y/o el entrenador que, por lo tanto son violadores por poder. ¿Está el gobierno dispuesto a enjuiciar al dueño de una mascota, ya que su mascota fue violada por otra persona? Que sea ilegal tener relaciones sexuales con un animal”.
En países donde la depravación está más avanzada en casos de zoofilia los activistas pro-derechos de los animales afirman que es más el derecho del animal por ser irracional, entonces la causa por la que presentan a los hombres ante los tribunales no es por cometer un grave pecado sino por violar los derechos del animal que son mayores que los del mismo hombre.
CNUMAD incubadora de la carta de la tierra

El “teólogo” Antonio Pagola, colaborador del grupo de gays y lesbianas cristianos de Aldarte, en España parafrasea la exhortación de Jesucristo, dice él, a ser felices llamándolas bienaventuranzas y malaventuranzas: “felices los que saben ser pobres y comparten lo poco que tienen con sus hermanos. Malditos los que solo se preocupan de sus riquezas y sus intereses”. “felices los que conocen el hambre y la necesidad porque no quieren explotar, oprimir y pisotear a los demás, malditos los que son capaces de vivir tranquilos y satisfechos sin preocuparse de los necesitados”, “felices los que lloran las injusticias, las muertes, las torturas, los abusos y el sufrimiento de los débiles, malditos los que se ríen del dolor de los demás mientras disfrutan de sus bienestar”.
Así va el mundo, siguiendo las directivas de su príncipe, amo y señor, mientras la verdadera felicidad, es despreciada y menospreciada porque hoy ni siquiera se conoce, por culpa de los mismos que deberían darla a conocer.
LA FELICIDAD, PUES HAY QUE BUSCARLA.
¿Cuál es esta felicidad?
LA CONTEMPLACIÓN DE DIOS.
No podemos ni debemos buscarla en el Novus Ordo Saeculuorum, es la civilización cristiana, LA CIUDAD CATÓLICA.
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FUENTE:
https://radiocristiandad.wordpress.com/2015/09/10/tercer-informe-sobre-la-felicidad-mundial/#more-39958
 

relato vivo del Madrid del año 1936…

relato vivo del Madrid del año 1936…por Eduardo Ordoñez

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VIERNES, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2015

relato vivo del Madrid del año 1936…por Eduardo Ordoñez

EDUARDO ORDOÑEZ:
¡PARA QUé!
Capítulo 1º: el 5 de julio de 1936
En la calle de Alcalá, enfrente del Retiro madrileño, allá por el año 1936 había una taberna que desentonaba por su vetustez con los edificios de piedra que la rodeaban. Era su propietario, por aquel entonces, un exjugador de foot ball llamado Felix Pérez, muy popular en los años anteriores a 1931. ——1
Cuando comenzaban los calores, a partir de los últimos días de mayo, se formaba después de cenar una peña de abigarrados sentires en las diferentes mesas, como si fuesen reinos de Taifas; pasada la media noche, se hacía la gran rueda y en ella soltábamos lo que a cada uno le dió Dios en saber y entender.
El día 5 de julio de ese año […], rompí a las dos de la noche la conversación, cuando más pimienta tenía, habida cuenta de mi marcha al amanecer para Morata de Tajuña, pueblecito a 30 kilómetros de Madrid, [donde a la sazón vivía un servidor, Florentino Gorosábel, dedicado a la compra-venta de ganado]. — 2
Me despedí de todos mis amigos y decidí irme andando hacia el Hotel Palace.
Bordeando la verja del Retiro entré por la calle Alfonso XII; sentada en un banco estaba una muchacha llorando:
Florentino G: –¿Qué le sucede, señorita?
–¡Nada!
FG:–¿Está herida?
–¡No, señor!
Me senté a su lado y no hizo el menor movimiento. Maquinalmente miré el reloj; eran las dos y media. La luna saltaba entre nubes blancas; el olor a tierra mojada entremezclado con fragancias de violeta salía de los jardines con inquietudes. […].
FG: –¿Por qué llora?
–¡Déjeme, se lo ruego!
Después de andar unos pasos, me rogó le buscara un taxis, teniendo la fortuna que pasara en aquel momento uno ante nosotros.
FG: –¿Dónde quiere que la lleve?
–A Jesús y María, 13.
FG: –¿No quiere tomar algo?
–¡Se lo agradeceré…!  Creo me sentará bien.
El coche enfiló el paseo del Prado y en uno de los bares de la plaza de Atocha nos detuvimos.
FG: –¿Cómo se llama, señorita?
–¡Gloria Ruiz!   ————— 3
[…]
Mi nombre es Florentino Gorosábel…: ¿puedo serle útil en algo?
GR:–Muchas gracias… no se moleste.
FG:–¿Qué le ha sucedido?
GR:–Estoy muy cansada… ¡Se lo ruego…! ¿Podemos marcharnos?
FG:Ahora mismo, señorita.
Pagué las copas; tornamos al taxis, y al cabo de un rato nos detuvimos.
FG:–¿Nos despedimos aquí?
GR:–Sí, señor Gorosábel.
FG:  ¿Puedo verla mañana?
GR:–No es necesario.
FG: –Necesario no hay nada ni nadie… Quiero darle a entender que me gustaría.
GR:–Mañana a las doce estaré esperándole en este sitio… Ha sido muy amable.
FG: — No tiene importancia.
Gloria me dio la mano sin mirarme y desapareció tras la puerta.
Embebido en su recuerdo, di la dirección del hotel al chofer; volví a la realidad cuando dijo:
— Hemos llegado, señor!
Entré en mi cuarto decidido a no marcharme a Morata, al menos en unos días: abrí el balcón y contemplé la calle; algunas prostitutas cerraban los últimos tratos frente a la puerta de la Telefónica; una pobre mujer anunciaba: papel y cerillas, tabaco que no tiene colillas; un chiquillo, con un botijo gritaba: ¡agua fresquita, agua!
[…] Una vez en la cama me pregunté: ¿Quién es esta mujer, Florentino? No sé por qué, vino a mi mente aquel domingo en que don Felix subió”l al púlpito y acusó a toda Morata por haber —4
difundido  que “el Rufo” era el causante de la muerte de su novia “la Chichala”. […].   —  5   y   — 6
[—] El sol entraba a raudales en mi cuarto: hasta mi cama subia el bullicio de la Gran Vía. [—].
Salí lleno de ilusiones; en la Plaza del Progreso eran las doce y desde el inicio de la calle vi a Gloria esperando en el sitio convenido.
[—] Enfrente de ella, quedé mudo y enredado en su mirada.
GR: –¡Buenos días, señor Gorosabel!
FG: ¡Buenos días…!  Señorita Gloria – epetí como un sonámbulo.
GR: –¿Cómo se encuentra?
FG: ¡Usted perdone…! ¿Y usted?
GR: ¡Muy bien, señor Gorosabel!
Gloria sentía un suave goce en contemplarme confundido.
Tomando fuerzas le pregunté:
FG: –Le gustaría una cerveza?
GR: Los hombres son dueños del mundo.
FG: ¡No lo crea…!  Es algunas veces.
GR: Puede… –me dijo sonriendo.
Entramos en un bar; no habiamos hecho más que sentarnos, pedir y ser servidos, cuando una voz a nuestra espalda dijo:
–Vengo de tu casa, Gloria… ¡Perdón! ¿Quieres presentarme a este señor?
F.G: –Mi nombre es Florentino Gorosábel… Pero siéntese, por favor.
MH: — ¡Muchas gracias…! Me llamo Mariano Heredia… para  —servirle… Si soy inoportuno me marcho, señor Gorosábel.
FG: — De ninguna manera, señor Heredia … precisamente soy yo el que tiene que irse … tengo que hacer varias cosas. ¡Tanto gusto, señor Heredia…! y ¡encantado de conocerla, señorita!
En los soportales de la Plaza Mayor me detuve en el escaparate de una joyería.  Me encontraba avergonzado y dolorido. ¿No habría sido una mala interpretación de los hechos?  Sentía todavía su mano temblorosa y en mis ojos la mirada suplicante.
[…] Encerrado en estos pensamientos me encontré en la Puerta del Sol […].
Entré en el café de Levante. […]. Pedí la comida en una mesa solitaria, miré con avidez de vagabundo los seres que en mi entorno había. Algunos picapleitos sin fe en la carrera celebraban consulta; hombres del trato pendientes de la puerta; salpicadas como ceniceros en diferentes mesas había mujeres con sonrisas forzadas.
Al verme solo, telegrafiaron sus iguales misivas; una voz bien conocida me sacó de aquel mundo de entretenimientos.
Capítulo 2º:  “El Peleras” 
el P: — –¿Qué hay, Florentino?
FG: –Más vale llegar a tiempo que rondar un año… ¿Has comido?
Entavía no, ¡galán!
FG: –Pues te quedas y lo haces conmigo.
Era “el Peleras” un labriego de Morata de mediana estatura, —apretado en carnes, bailador, cantaor de flamenco y muy entendido en ganado.
FG: –¡Cuenta, hombre! ¿Y cómo tú por los Madriles?
–Me he levantao con pie de luces. El tio Miguel ma avisao —9
porque tiene unas muletas de primera; como se pongan a tiro, me las llevo toas pa el pueblo.
FG: –Puede ser negocio, “Peleras”.
–Pos si t´animas vamos a medias… que con el ojo tuyo no hay mieo a marrarse.
[…]
FG: Pues no hay más que hablar, ¡Acepto!
[De regreso de Vallecas y tras comprar al tio Miguel, a medias, más de treinta muletas a seis mil reales por yunta, “el Peleras” y yo entramos en el café de Levante]
“El Peleras” pidió una botella de coñac para empezar:
–Esta noche va a ser soná… Me voy a gastar hasta ¡cien reales! ¿Por dónde empezamos Florentino?
FG: — Lo primero que nos hace falta, para cazar la liebre, son dos jacas, ¿no te parece?
–Pues aquí hay una buena maná pastando… Elige, ¡galán!, que la noche es corta… Mira aquella, Florentino, como una onza.
[…]
Las comerciantes, al ver nuestros impulsos, levantaron las tiendas y se acercaron a nuestra mesa.
FG: –¿Cómo te llamas?
–¡Antonia Cruz!   —10
el Peleras”: — Y esa moza que t´acompaña, que entavía no ha dicho esta boca es mía, ¿cómo se llama, Antonia?
–Me llamo Encarna, “Peleras”.   —11
[Desde el café Levante, los cuatro nos fuimos a la calle Arenal. Antonia me cogió del brazo. Cuando subimos a casa Botin, Encarna y “Peleras” ya estaban sentados ante una fuente de ensalada y una jarra de vino.]
Hubo ¡olés!, y “el Peleras” se paseó por el restaurant con gracia; una vez traído el cordero, el camarero, mocito con cara cetrina y torva mirada, nos fue sirviendo; Encarna le sujetó por el brazo:
Encarna: –Mira, Antonia, qué relojillo lleva éste.
–No tiene importancia, señorita; es un reloj de pobre, pintado por un servidor.
–¡Pos sí, señó…! Es grasioso, Encarna.
“El Peleras” y Encarna comían a dos carrillos. Antonia me contó que llevaba tres años en el oficio y le iba peor que una alimaña, no pudiendo cambiar de profesión porque no sabía hacer nada y estaba marcada como una res.
“Peleras” pidió varias veces coñacy se puso a bailar flamenco con Antonia; entre los gritos y palmas vino el recuerdo de Gloria y el deseo de marcharme. Agarré a mi amigo por el brazo y le dije que la función se había acabado.
–Pero, ¡oye!, si acabamos de empezar el queso.
Después de una pequeña discusión, en donde me llamaron aguafiestas, le dí cinco duros a Antonia y me marché para el hotel; “el Peleras” quedó en que iría a buscarme de madrugada.
Capítulo 3º:  Morata de Tajuña
[Cuando “el Peleras” y yo llegamos a Morata, enfrente de mi casa estaban Antonio y Taranta, que al vernos exclamaron sorprendidos:
Taranta:–¡Atizando…!Si es Florentino, ¡Antonio! —12
Antonio: –¡Unda mi madre!; pos es verdá, y “el Peleras”… ¿Las has mercao, Florentino?
FG:– ¡Sí, Antonio!
Antonio: –¡La que se va a formar, Taranta!  — 13
Los vecinos se fueron acercando; hombres, mujeres y niños miraron el ganado con asombro y envidia.
Remedios, la mujer de Antonio, nos hizo unos huevos con chorizo.
[…] En la cocina estaba Remedios esperándonos con la mesa puesta; mientras nos veía comer nos contó lo que se decía en el pueblo respecto a las muletas. —14
[…] Salí de casa con la idea de charlar con don Felix. […], encontrándomelo en la iglesia sentado en el suelo limpiando unos candelabros. […]. Al verme, se levantó muy contento mientras se arreglaba la sotana.
Don Felix:– Ya sé que has mercao unas muletas dignas del señor Obispo… ¿Y qué te trae por aquí?
FG:– En primer lugar, saludarlo… después, charlar un poco con usted.
[Me acordé de las penurias que me contó Taranta… cuando le pregunté por qué se había casado.
Taranta:– ¿No te acuerdas que mi padre murió aplastao con una piedra en la cantera? (…) ¿Qué podía hacer yo, sino trabajar de sol hasta anochecío, por mi madre y mi hermana, para ganar mesmamente pa el cocío…? A después, cuando tuve luces, enganché a la María en la era…  y ya te puedes figurar… ¡a casarse tocan! (…).] —15
[Así fue como le conté la miserable situación económica de Antonio y Taranta, que trabajaban para mí, y cómo les quería beneficiar con parte de mis rentas]
Don Felix:–¿Cuánto ganas, poco más o menos, al año?
FG:– Pito más o menos, cuarenta mil reales, señor cura.
Don Felix:– Pues dales el cinco por ciento de tus beneficios, que viene a ser dos mil reales, y creo que darán más saltos que una cabra salida en el monte.
FG: — Dicho y hecho, don Felix.
Cogí un papel y fui escribiendo en voz alta:
“En Morata, a 6 de julio de 1936; el que suscribe, Florentino Gorosábel, concede de propia voluntad a José Maria Ramirez, —12 conocido por “el Taranta”, y a Antonio García Cano, una  —13 participación del 5 por 100 en todos los negocios que se hagan en mi casa, independiente de los jornales que hasta este momento ganan. […]. Firmado, Florentino Gorosábel.”
Capítulo 4º:  Don Felix García
Terminada la misa, fui con el cura a su casa, tomando chocolate con churros; aconsejándome fuéramos al autobús por sitios distintos, y así, de esta manera, no levantar comentarios ….
[…] En la plaza me encontré con el tío Enrique, el usurero del pueblo, y al darle los buenos días me volvió la espalda.
¡Esta sí que es buena! –me dije–; aquí hay gato encerrado. Tomando asiento, esperé con toda calma, notando el mismo gesto del tio Enrique en todos los pasajeros. (…).
Llegados a Madrid salí de los primeros y esperé al cura en la puerta del hotel Nacional. (…).
Después de hacer varias diligencias acompañando a don Felix, compré un periódico y entramos en un autobús. En cualquier lado del diario donde echaba los ojos, todo era odio, ambición y envidia. […]
Capítulo 5º:  La Violencia
[…] Junto a la cerca de espinos de mi casa estaban en el suelo echando sangre Taranta y Antonio. Arrastrándolos como pude los llevé a mi cuarto, y allí fueron recobrando el sentido; contándome que habían sido molidos a palos y sin saber quienes habían sido.
Les curé con sal y vinagre y de nuevo me fui a casa del cura.
[…]
Con las primeras luces del amanecer, se veía claramente en el lado opuesto de la carretera donde había hallado a los heridos la marca de las ruedas de un auto que el rocío de la noche mantenía frescas.
FG:– ¿Cómo estamos, don Fermín? –dije al médico de Morata mientras curaba a los heridos en el cuarto. Me miró a través de sus gafas negras y respondió:
–Que han tenido más suerte que un torero protegio; la puñalada
Del Antonio, si entra un poco más, lo deja en el sitio, y lo del Taranta, esperemos que no tenga más consecuencia. (…).
==
Nota de CLIPEUS:
Se trata de un resumen de los primeros capítulos de una historia viviva por el autor.
Al parecer, Eduardo Ordoñez fue un letrado que hacia 1952 publicó un corto relato, de unas 160 páginas, en el que da vida a unos pesonajes populares sumidos en el caos social y político del año 1936, el cual desembocó en la rebelión civil y armada de la parte más capacitada y responsable ca de España.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

“CAMBIO” DE SEXO? ¡IMPOSIBLE!

“CAMBIO” DE SEXO? ¡IMPOSIBLE!

“¿Es correcto que un médico realice una operación de cambio de sexo para un paciente?”
Aquí digo: Absolutamente NO, sin ninguna duda.
Considero el deseo de cualquier individuo (que ya está formado, no un hermafrodita, sino alguien que ya está formado y es de un sexo) de decir: “La naturaleza ha cometido un error; realmente soy del sexo opuesto, y tengo que operarme para corregir el error de la naturaleza y darme el cuerpo correcto”, creo que es un ejemplo clásico de anteponer el capricho a la realidad.
La definición de varón o hembra es biológica. Así que decir: “Yo sé más que lo biológico, yo lo sé, independientemente de los hechos” es más que una evasión de la realidad, es una *guerra* contra la realidad. Es una forma de decir: “La realidad me da esto, y yo voy a destrozarlo y convertirlo en algo diferente”.
Os daré una analogía. Es tan malo como… no, no es “tan malo como”, porque cortarte los genitales es lo peor de todo; bueno, puedes sopesar lo que es peor, eso o arrancarte el cerebro, es una decisión difícil… Pero, imagina que alguien dijera: “La verdad es que yo realmente no debería haber tenido dedos, los siento extraños, y raros cuando los muevo; quiero volver a lo que realmente soy, que es una persona sin dedos, y por lo tanto quiero que me los amputen”… y luego imagina que esa persona va a un médico y el médico dice: “Ah, claro, 10 más y puedes entregarle el formulario a la Seguridad Social…”
Eso es absolutamente corrupto. Los médicos que hacen esas operaciones, en mi opinión, son corruptos, sin reservas.  (…).
# # #
Podcast de Leonard Peikoff
“En un podcast anterior usted dijo que es malo ir contra la naturaleza, haciendo un cambio de sexo, porque lo metafísicamente dado es un absoluto. Pero, según esa definición, el género *no es* lo metafísicamente dado, porque ahora podemos cambiarlo si queremos.”
Insisto en que la naturaleza del hombre es inmutable. Desde luego, hay “freaks” (monstruos) en cualquier especie, pero no defines la naturaleza de una especie por referencia a los “freaks”. No puedes cambiar la sexualidad de una persona. No puedes convertir a una mujer en un hombre o viceversa, no importa qué hormonas o cirugía uses. Les acaban faltando ciertas facultades cruciales de cualquiera de los sexos; y el mejor ejemplo de ello es ver el tipo de vida sexual que acaban teniendo, y qué tipo de experiencias placenteras pueden obtener del sexo. Y por lo que yo entiendo y por lo que he leído, ellos simplemente *simulan* el acto sexual, porque no tienen la parte del placer conectada al sistema nervioso.
La naturaleza nos da un absoluto metafísico: es lo uno o lo otro. Si dices: “Pues no me gusta lo que eligió la naturaleza, quiero ser del sexo opuesto”, te estás rebelando contra la naturaleza, contra la realidad.
Pero voy a decir esto: Si fuera verdad que por algún tipo de magia pudieras tomar a un hombre y convertirlo en mujer… OK, vaya, no podría oponerme a eso. Pero no hay tal magia. Estamos hablando de la realidad. Lo único que puedes hacer en la realidad es quitar, destruir, mutilar.
Si estás pensando en esto como un ejemplo de rebelarse contra la naturaleza, este es un paralelo exacto al cambio de sexo: Hay padres (alguien acaba de enviarme este artículo) que han tenido un hijo, no dicen si es varón o hembra, y han decidido educarlo de tal forma que el niño no tenga ni idea de lo que es, y él decidirá, cuando llegue a la madurez, lo que quiere ser. Es similar a la gente que dice: No les hables a tus hijos sobre religión o ateísmo, y cuando cumplan los 18 años les dices: OK, ahora estudia y decide.
Pero en este caso ¿Qué tendría que hacer para mantenerlo en la ignorancia sobre lo que de hecho es un absoluto? Tendrían que… ¿qué? ¿esconder sus genitales…? o decirle que realmente no importan, que no tienen nada que ver con sexualidad… No pueden quitárselos, porque ¿qué pasa si es eso lo que el niño elige..? ¿Tendrían que darle los mismos vestidos, o darle los vestidos opuestos? ¿Van a promover 50% muñecas y 50% ametralladoras…? Bueno, para mí, no hay ningún resultado posible más que un niño destruído. Está completamente acabado. Porque están intentando asumir una posición no absoluta. Están intentando tomar algo inherente en la naturaleza del hombre: o es varón o es hembra – y evadirlo. Eso es simplemente otra forma de tratar de invertirlo, y ambas son igualmente corruptas.
Si me preguntáis… si alguno de vosotros recuerda a Elan… el niño que llegó a Florida y luego Clinton le forzó a volver a la Cuba de Castro, y todos lamentamos el hecho de la desastrosa vida que le esperaba allí… este niño educado por estos padres tendría, en mi opinión, una vida mucho peor que si lo enviaran a una dictadura comunista.
# # #
Podcast de Leonard Peikoff
1 Comentario:
#16 Enzo :
Estoy de acuerdo con el sr. Peikoff.
Por supuesto que un hombre tiene todo el derecho de implantarse senos si así lo desea y eso le hace feliz. También puede tomar hormonas, actuar como una mujer, amputarse su pene y reemplazarlo por una vulva sintética. Pero si hace pleno uso de su razón, jamás podrá decir que es una mujer. Deberá, simplemente, estar contento con el hecho de ser una mujer de mentira, un hombre operado para verse como mujer, lo cual no tendría que suponer un problema, puesto que esa es la condición que eligió. La felicidad la encontrará en esa forma, en la llamada transexualidad.
A mi no me interesa decirle a un transexual que no es una mujer u hombre de verdad. Pero lo que esa persona, ni toda la policía del pensamiento podrá lograr, es que yo ignore su auténtico sexo. Pueden tener mi respeto y admiración (Wendy Carlos es un transexual, pero ante todo es un músico excelente), y por qué no, llegado el caso, mi amistad. Pero no podrán cambiar la realidad, por más que lo deseen.
Si un negro siente que en realidad es un blanco atrapado en el cuerpo equivocado, y se somete a cirugías estéticas para verse como uno, probablemente muchos pondrían el grito en el cielo aludiendo que es una víctima del racismo y sufren de algún tipo de enfermedad mental, al igual que Michael Jackson. Es curioso que la misma lógica no la tengan para con alguien que decide ignorar la realidad y “cambiar” su sexo.
Estoy abierto a cualquier estudio científico sobre el tema.
===
NOTA DE KLYPEUS:
Lo que aquí se demuestra como fundamental no es la calificación moral o criminal que pueda atribuirse a las llamadas operaciones de “cambio de sexo”, sino el hecho más grave e
irrebatible de que el supuesto “cambio de sexo” es absolutamente imposible. Si tal cosa fuera posible, es decir convertir a un hombre en mujer y viceversa, estaríamos ante un caso de manifiesto MILAGRO. Lo que hay en realidad  tras esas supuestas operaciones de cambio de sexo es un perverso plan de la llamada ideologia de género basada en la igualdad objetiva entre varón y hembra. Algo totalmente refutado por la realidad biológica desde hace millones de años tanto entre los seres humanos como entre todos los animales que tienen reproducción sexual. Sigue siendo una ley natural que de alguna forma hay un plan biológico para que nazcan  siempre, en todas las especies animales, mitad de individuos de sexo masculino y mitad de individuos de sexo femenino. La explicación es que la naturaleza  respeta la ley de reproducción y conservación de cada especie animal.

domingo, 6 de septiembre de 2015

el Valle de los Caidos, según Pio Moa



el Valle de los Caidos según Pio Moa



RECUERDOS SUELTOS 2006-05-19

Tres visitas al Valle de los Caídos      Pío Moa


Hace dos semanas visité con la familia el Valle de los Caídos. Aunque
llevo viviendo en Madrid treinta y siete años, con ausencias ocasionales,
sólo había estado allí un par de veces. La primera fue en 1976, con Brotons,
que sería más tarde jefe del Grapo,  y con su mujer, Carmen.Veníamos de
una pequeña marcha de observación a la  Bola del Mundo, principal centro
retransmisor de televisión por entonces, donde pensábamos poner una
bomba.
Fue en otoño, un día frío pero sin nieve aún, y no habíagente por los
alrededores.
Haciéndonos los turistas despistados, nos acercamos a las instalaciones,
las fotografiamos desde todos los lados y entramos en ellas. A un lado había
una amplia nave o sala vacía, con un pasillo a la izquierda, tapizado de
instrumentos electrónicos en uno de sus muros.
Apareció por allí un empleado y fingimos interesarnos por si había en
el edificio algún bar para calentarnos con un café. El empleado hizo un gesto
ambiguo y desapareció por una puerta. Ya nos íbamos cuando nos salieron al
paso, no sé de dónde, dos guardias  civiles. Uno, armado con metralleta,
se situó al fondo, observándonos, y el otro vino a nosotros, con expresión
severa, preguntando qué hacíamos allí.
– Hemos venido de excursión, y pensábamos que a lo mejor había una
cafetería por aquí.
Sin contestar, y mirándome fijamente, nos pidió la documentación.
Le enseñamos los carnés
. Los tomó, los miró por ambos lados, comparando las fotos con nuestras
caras, y no hizo  más preguntas. El PCE (r) tenía un buen aparato de falsificación.
– Váyanse. Aquí no hay ningún bar.
Quedó junto a la puerta, contemplándonos mientras salíamos, como si no estuviera muy
convencido de dejarnos marchar. Nosotros, todavía inquietos, fuimos andando, sin volver
la vista ni apresurarnos, y haciendo como que bromeábamos.
– ¡Qué pinta de fascista, el tío! No me atrevía ni a levantar los ojos –dijo Carmen. Los tres habíamos pasado un mal rato.
Para redondear la jornada nos acercamos al Valle de los Caídos. Pese a mis prejuicios, me impresionó. Es de esos monumentos que dejan a cualquiera boquiabierto. Brotons, que había estudiado varios cursos de ingeniero de Caminos, comentó alegremente:
– En cuanto hagamos la revolución, dinamita y a paseo.
La idea me irritó un poco.
– Esto no puede volarse, hombre. Lo transformaremos en otra cosa, en museo de la revolución, o así.
Pero él insistió en su buen propósito. Me recordó a otro camarada, cuando, viniendo una noche de robar un automóvil, pasamos ante el Museo del Prado: “Esto tendremos que quemarlo”. “¿Por qué? No seas bárbaro”. “Bueno, es arte burgués y feudal, arte al servicio de los explotadores, ¿no? ¿Qué importancia tiene?”. No le faltaba lógica, vistas así las cosas. Durante la guerra, políticos casi tan bárbaros se llevaron las pinturas del museo, exponiéndolas a bombardeos y otros avatares, con el probable fin de pagar con ellas armas soviéticas. A tal atropello lo bautizó su propaganda, y todavía lo hace, “salvamento de los cuadros del Prado”. Con un par.
Mi segunda visita debió de ocurrir hacia finales de 1984, y fui con otros dos, con quienes compartía piso en la calle Atocha: Luis el de Burgos, que preparaba oposiciones, y Daniel Haener, un periodista suizo que escribía una tesis o algo así sobre la implicación de Suiza en la guerra de España. Mi compañera de entonces, Violeta, debía de estar en Navarra, viendo a la familia.
Llegamos en tren a El Escorial, y desde allí subimos por el monte Abantos. Estaba todo nevado, y en lo alto se extendía una planicie o meseta por donde pasaba un camino solitario con rodadas de coches, en medio del bosque de pinos: podía uno imaginarse en Rusia. Luego bajamos hacia Cuelgamuros por un empinado barranco cubierto de nieve, bajo la cual el terreno estaba lleno de pequeñas rocas.
Luis y yo bajábamos con precaución, temiendo rompernos una pierna o torcernos un tobillo si de pronto nos hundíamos en algún hueco entre las piedras, pero el suizo, mucho más avezado (había sido instructor de esquí, creo), bajaba corriendo, casi como si planeara, evitando descargar con fuerza el peso del cuerpo sobre un pie. Enseguida le imitamos, y llegamos abajo sanos y salvos.
Pasamos sobre una verja, quizá era una alambrada, y, haciendo caso omiso de las advertencias de algún tablón, nos aproximamos entre los árboles y las peñas hasta el monumento, fuera de la entrada normal. Apenas había nadie allí, en aquella tarde fría y hosca.
Para entonces mi animosidad hacia el franquismo había cedido algunos grados, una vez hube llegado a la penosa conclusión, tras años de darle vueltas, de que las ideas por las que tanto había peleado eran falsas de raíz, y por tanto engendradoras forzosas de errores y de horrores. Luis el de Burgos, en cambio, si bien nunca había luchado contra aquel régimen, le tenía la inquina, un tanto trivial, propia de los lectores de El País, y no paraba de hacer comentarios despectivos. Por cabrearle, le informé:
– Tengo entendido que no hubo un solo muerto en la construcción del monumento.
– Eso sería un milagro –dijo Daniel–. Las obras de este tamaño siempre causan accidentes mortales.
En la construcción de muchos rascacielos de Nueva York el número de accidentes llegó a ser muy elevado. A decir verdad, hubo muertos en el Valle de los Caídos, pocos para la envergadura de una obra prolongada durante dieciocho años, pero los hubo. No sé de dónde había sacado yo la falsa información.
Daniel, asombrado por la mole y las esculturas de los evangelistas, opinó que aquello le parecía un tanto demoníaco, una expresión de hybris o desmesura. En parte coincidí con él. La severidad del conjunto sobre las grandes rocas y el entorno boscoso y nevado, ciertamente, causaban una impresión profunda, pero extraña, difícil de definir.
En mi última visita, un día ya caluroso de primavera avanzada, lo vi de otro modo. La grandiosidad de la construcción sobrecoge, su austeridad impone, pues, en definitiva, se trata de un monumento funerario. Pero éste se integra en el entorno natural con armonía muy pocas veces lograda en el arte del siglo XX. Pocos monumentos comparables, si alguno, se habrán erigido en esta época en cualquier lugar del mundo, y no me refiero sólo a su aire colosal, pues ha sido un siglo de colosalismos, sino a esa armonía y originalidad. Sostengo que, si no fuera por el prejuicio ideológico, casi todo el mundo coincidiría en estas apreciaciones.
El monumento fue concebido como un símbolo de reconciliación después de la Guerra Civil, pero difícilmente lo aceptarían muchos, al estar dominado por la cruz. Desde hace un año, el anticonstitucional Gobierno de Zapatero se aplica a recuperar los vetustos odios que llevaron al enfrentamiento civil, y a tal fin ha inventado una leyenda nada atípica, quiero decir muy tradicional en el arte de la propaganda izquierdista: el Valle de los Caídos se habría alzado sobre el sudor y la sangre de miles de prisioneros “republicanos” utilizados como trabajadores esclavos, al modo de los campos de exterminio nazis.
Ese engaño inmenso, aunque no mayor que tantos otros, lo difunden dentro y fuera de España los señores y señoras de los “cien años de honradez”, valiéndose de los enormes medios propagandísticos a su disposición y de los fondos públicos, del dinero de todos.
En realidad fueron muy pocos, unos centenares a lo largo de seis años, los presos empleados, al lado de una mayoría de obreros corrientes. Lo hicieron en condiciones privilegiadas para la época, redimiendo penas a razón de hasta cinco días por cada uno de labor, y cobrando el jornal corriente de un peón. Con grandes facilidades para huir, por la naturaleza del lugar y la escasa vigilancia, muy pocos lo intentaron. Por el contrario, muchos de ellos, cuando cumplieron su sentencia, siguieron en la obra como trabajadores libres.
Me preguntaron una vez si me parecía bien la colocación de una lápida en memoria de aquellos presos. No soy quién para decidir, pero tampoco le veo impedimento. Siempre, claro, que el texto de la lápida cuente la verdad, y no algún cuento de los héroes de los cien años de no sé qué.
   

martes, 1 de septiembre de 2015

"El machista a su pesar" / artículo andrófobo y antimasculino en el diario "EL PAIS"

 Juan  Jesus Alvarez escribe en  2019, que el Patriarcado supuestamente  data  entre el Paleolítico y el Neolítico, cuando se desconocía la relación entre el coito y el embarazo.. Dice que Silvia Federici que la mujer ha usado la cobertura del amor para venderse en el trabajo y en el matrimonio. La italiana Silvia, cofundadora del Colectivo  Feminista Internacional, afirmó en 1972 que "eso que llaman amor es trabajo no remunerado".
Arthur Schopenhauer(1788-1860) afirmó que "el aspecto de la mujer revela que no está destinada ni a los grandes trabajos de la inteligencia, ni a los grandes trabajos materiales" Deudor de Kant, Platón y Spinoza, [ A, S.] pedía que la mujer  obedeciera al hombre y fuera la compañera paciente que le serenase.