domingo, 10 de enero de 2016
“MOROS EN LA COSTA” / FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ (?)
Y en Kabul. Y en las Pirámides. Y en Colonia, Hamburgo, Francfort, Düsseldorf, Zurich, Berlín, Viena, Helsinki, París, Libia… Islam es un sustantivo; islamista, un adjetivo. Sin lo esencial, que es el sustantivo, no existiría el adjetivo. Hay que ser muy ignorante o muy malintencionado para separar lo uno de lo otro. Es lo que hace la izquierda, esa herejía del cristianismo que eleva a dogma la majadería socrática -de ahí la tomaron los evangelios paulinos- que aconseja responder a un bofetón poniendo la otra mejilla. Y es también lo que hace la derecha, esa marca blanca de la izquierda, cuando acusa de islamofobia a quienes proponen el control de las mezquitas, el cierre de las fronteras o la lucha armada para derrotar a quienes están dispuestos a todo y demoniza a Marine Le Pen, a Orban, a Trump y a Putin en contra de lo que sugiere el instinto de conservación. Llegados a tal punto de entreguismo sería cosa de ir pensando en incorporar a los planes de estudios la lectura obligatoria del Corán. Así se enterarían nuestros chavales, que para entonces ya estarán circuncisos, prescindirán del jamón y esclavizarán a sus mujeres, de que en muchos suras de ese libro, y de modo muy especial en el versículo décimo tercero del quinto, se asegura manu militari -la de la ‘sharia’ y la ‘yihad’- que el Islam persigue como postrer objetivo el de convertir a todos los seres humanos, degollar a quienes no se avengan a ello y crucificar a los apóstatas. Es lo que está haciendo el IS y lo que el Islam sobre todo en su versión sunita ha hecho en infinidad de ocasiones, disfrazándose a veces de cordero degollado en la fiesta de Aid-al Kebir, desde que Mahoma, tras sufrir en la Meca un subidón similar al de Saulo en la puerta de Damasco, proclamó la Hégira. Y conste, para que no digan dueñas cristianas ni musulmanas, que no estoy hablando de religión, sino de política. Donoso Cortés, filósofo clarividente cuyo legado también debería estudiarse en las escuelas, dijo que “en toda cuestión política subyace siempre una cuestión teológica”. Y al revés, añado yo. Los buenistas de izquierdas o de derechas que hoy se oponen a cambiar las maduras por las duras son culpables de un delito de alta traición y de otro aún más grave, si eso fuera posible: el de la estupidez. ¿Será congénita o tiene cura? No les darán tiempo para averiguarlo.
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jueves, 7 de enero de 2016
HOMBRES… MUJERES…
Lógicamente, nadie avala la violencia que se ejerza contra la mujer; lo cual ha sucedido a lo largo de la humanidad, especialmente antes del cristianismo; pero esto también es una consecuencia de las diferencias que hay entre hombre y mujer —por ejemplo la fragilidad de ella— y del pecado.
Cada uno ha sido creado con diferentes fines y cualidades.
Nunca nadie le dio mayor valor a la mujer que Nuestro Señor Jesucristo.
Y dentro de las diferentes religiones, no hay religión que cuide y realce a la mujer como la verdadera Religión, la Religión Católica.
La mujer a lo largo de la historia de la humanidad, se ha ido desvirtuando como tal, ha ido perdiendo ese lugar de reina del hogar, de educadora, de protectora, de compañera, de ser la delicadeza, para convertirse en alguien que solo compite con el hombre tratando de demostrar que puede hacer las mismas actividades y que lucha incansablemente por alcanzar ese mismo lugar que no le es propio, perdiendo de esta manera, el “ser” mujer.
Cada uno ha sido creado con diferentes fines y cualidades.
Nunca nadie le dio mayor valor a la mujer que Nuestro Señor Jesucristo.
Y dentro de las diferentes religiones, no hay religión que cuide y realce a la mujer como la verdadera Religión, la Religión Católica.
La mujer a lo largo de la historia de la humanidad, se ha ido desvirtuando como tal, ha ido perdiendo ese lugar de reina del hogar, de educadora, de protectora, de compañera, de ser la delicadeza, para convertirse en alguien que solo compite con el hombre tratando de demostrar que puede hacer las mismas actividades y que lucha incansablemente por alcanzar ese mismo lugar que no le es propio, perdiendo de esta manera, el “ser” mujer.
Hoy, lamentablemente nos enfrentamos a un mundo vacío, carente de valores en pos de esta igualdad, desigualada, que tantas consecuencias ha traído y trae a la sociedad.
Tratemos de no dejarnos confundir con todas estas artimañas del demonio, que sólo busca destruir el corazón de la sociedad, que es la mujer…
Y la mujer no debe olvidar que ha sido formada del hombre; Dios creó a Adán, y de Adán formó a Eva; de ahí la sujeción de la mujer al hombre.
Esta sujeción no debe ser vista como algo malo; eso es propio del modernismo que destruye hasta lo más recóndito de la sociedad; al contrario debe ser vista como algo perfecto porque proviene de Dios que es la perfección absoluta.
Sepamos por tanto, leer entre líneas, y ver dónde el astuto tentador busca hacernos caer
Tratemos de no dejarnos confundir con todas estas artimañas del demonio, que sólo busca destruir el corazón de la sociedad, que es la mujer…
Y la mujer no debe olvidar que ha sido formada del hombre; Dios creó a Adán, y de Adán formó a Eva; de ahí la sujeción de la mujer al hombre.
Esta sujeción no debe ser vista como algo malo; eso es propio del modernismo que destruye hasta lo más recóndito de la sociedad; al contrario debe ser vista como algo perfecto porque proviene de Dios que es la perfección absoluta.
Sepamos por tanto, leer entre líneas, y ver dónde el astuto tentador busca hacernos caer
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