jueves, 11 de diciembre de 2014

Se publicarán los textos antisemitas de Céline

Se publicarán los textos antisemitas de Céline

By 


Louis-Ferdinand Céline.

Libros

Los panfletos, de uno de los más grandes escritores franceses del siglo pasado, fueron muy populares durante la ocupación nazi, pero desde ese entonces no se publican. Contienen feroces diatribas contra los judíos y delirantes elogios a Hitler.

Por: Revistaarcadia.com.

Publicado el: 2012-09-11

Una pequeña editorial canadiense, Huit, se encargará de la publicación. Los panfletos irán reunidos en un mismo libro que se llamará Escritos polémicos y que contará con los textos  ‘Bagatelas por una masacre’ (1937), ‘La escuela de los cadáveres’ (1938) y ‘Las bellas sábanas’ (1931).
Aunque en Francia es posible conseguir estos textos en almacenes de libros usados –usualmente a precios exorbitantes–, desde la Segunda Guerra Mundial no se han publicado nuevas ediciones, pues la viuda del escritor, Lucette Almanzor, no daba permiso, ya que alegaba que su marido no quería que se volvieran a publicar jamás.
Según la ley canadiense, los libros de un autor son de dominio público cincuenta años después de su muerte y Céline falleció en 1961, por esta razón la editorial ha decidido publicarlos. En Francia, por el contrario, la ley indica que las obras son públicas setenta años después de la muerte del autor, por lo tanto, allí los textos seguirán circulando en secreto o en Internet.
Los textos que se publicarán son denigrantes y violentos. ‘Bagatelas por una masacre’, por ejemplo, contiene feroces diatribas contra los judíos y delirantes elogios a Hitler. En ‘La escuela de los cadáveres’, Céline se confiesa amigo de Hitler y de los alemanes, quienes hacen muy bien en ser racistas, y afirma: “El judío no ha sido jamás perseguido por los arios. Se persigue a él mismo. Es el damnificado por sus propios deseos de carne híbrida”. En ‘Las bellas sábanas’, Céline se postula como Papa de los antijudíos, acusa a los franceses de ser mestizos y estúpidos, y deplora el sentimiento de comunidad de los judíos.
El libro que se publicará en Canadá tendrá una detallada contextualización y estará repleto de pies de página, para que no se le acuse de apologético. Según la editorial, la intención es que esta compilación permita desmitificar los textos de Céline y estudiarlos ya con cierta distancia histórica.
Por su parte, la viuda aún se niega a que los textos sean publicados y el abogado de la familia defiende su posición: “Como su viuda, yo estoy en contra de que estos panfletos sean reeditados. Fueron escritos en las circunstancias específicas de una época. En ese entonces, la mayoría de los franceses y muchos escritores eran antisemitas. Cuando Céline los escribió no sabía de la existencia de los campos de concentración. Como la mayoría de los franceses, Céline solo se enteró de todo después de la guerra”.

&&&&&&&&
Crítica de “BAGATELA PARA UNA MASACRE”
Normance es el volumen II de Fantasía para otra ocasión de Louis Ferdinand Céline. Trata sobre un bombardeo, ese espectáculo para otra ocasión ocurrido en París la noche del 21 al 22 de abril de 1944. Céline dedica el libro a Plinio el viejo (una buena excusa para aquellos que pretendan ennoblecer la plana: dedicarle la obra a un sabio de 2000 años de antigüedad).
¿La razón?
“Plinio el viejo conocido como “el naturalista” (23-79 a.C.) fue el autor de ciento sesenta volúmenes de Historia Natural. Estaba al mando de la flota romana del cabo miseno, cerca de Nápoles, cuando en el año 79 se produjo la erupción que sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano. La grand Enclicopedie, fuente habitual de la erudición de Céline, cuenta así la muerte de Plinio: “subió a un lugar desde el que podía observar aquel fenómeno; después, con su celo científico, quiso examinarlo más de cerca. Avanzó hasta el pie mismo del volcán y allí murió asfixiado por las emanaciones”.
Céline se encontraba la noche del 21 de abril cuando los aliados bombardearon París. ¿La misión de los aliados? Destruir la capital de Francia antes que tal logro se lo endilgaran los alemanes. Arde París, que leí hace veinte años, es otra novela que trata sobre el día que los Nazis dieron la orden expresa de bombardear París, pero un general nazi dijo no, eso no lo hago yo, eso es un obra de arte, y no se bombardeó, claro, porque los Nazis preferían las obras de arte a los seres humanos.
Y le tocó el turno a los aliados, y al recibir la orden de bombardear París el general dijo “¡sí!, ¡eso es una obra de arte! !Yo sí que lo hago!”.
Y París fue bombardeada. Bueno, tècnicamente fueron los suburbios, la periferìa. Pero a Céline le gustaba exagerar. Estaba allí para verlo. Un hermoso juego de pirotecnia, dijo, una Fantasía para otra ocasión.
Con esta novela se concreta la dialéctica de los cataclismos: en Plinio el Vesubio.
En Céline: aviones caza ingleses y bombarderos norteamericanos soltando bomba “indiscriminada” sobre París.
En la primera la hazaña le cuesta la vida al autor.
En la segunda no le cuesta la vida, pero su osadía ya anticipa el juicio al que sería llevado Céline por alta traición.
Céline, el abuso de los puntos suspensivos y los signos de exclamación, el vil pornógrafo, el negador de todo, el doctor Dauchstone, el libidinoso, el traidor, el “más ofensivo de del siglo”, el que predicaba la limpieza de Francia de judíos, el que “mancillaba la patria sagrada y su patrimonio literario”, el que debían ahorcar para que Francia recobrara su nombre, el cerdo, el enemigo público número uno, Céline, sí, el mismo que les dejó de patrimonio a los franceses una de las mejores novelas del siglo XX con lo peor del mismo siglo: Viaje a final de la noche; el que escribió los más honestos panfletos antisemitas: Muerte a crédito y Bagatelas por una masacre; el que escribió doscientas cartas a su esposa Lili mientras esperaba una sentencia de muerte en una cárcel danesa, y quinientas al único editor que no lo abandonó: Gallimard; el que escribió además una saga de memorias compuesta por De un castillo a otro, Norte, Fantasía para otra ocasión, Normance y Rigodón; el mismo Céline de siempre, mi querido Céline, es el autor de esta bagatela de 400 páginas machaconas, con segunda parte, en ambos ejemplares repita y repita lo mismo: que están cagados del susto, que el gordo Normance no lo despierta ni una bomba, que la gente sometida a un cataclismo (como los que se encuentran en medio de un terremoto o una erupción volcánica) se desclasan, bajan de categoría, se convierten en una bestia irracional al servicio del pánico et caétera et caétera.
¿Lo único interesante?
Que cuando hay un cataclismo se borran todas las barreras. Las de clase primero. Luego el tsunami vuelve a su nivel, se enfría la lava, se aleja el huracán y poco a poco aflora desde lo más profundo de nuestra alma toda la mezquindad del ser humano y todo vuelve a su lugar. Fin.
Lo siento Céline: un libro muy flojo, una bagatela sobre otra masacre.
&&&

No hay comentarios: