jueves, 30 de octubre de 2014

una pequeña lección de historia (Ukrania)…

una pequeña lección de historia (Ukrania)…

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jueves, 30 de octubre de 2014

UNA PEQUEÑA LECCIÓN DE HISTORIA: AQUELLA VEZ QUE LOS UCRANIANOS FUERON MÁS NAZIS QUE LOS PROPIOS NAZIS

A partir de 2004. el partido neonazi ucraniano bautizado con el nombre de “Partido Social- Nacional de Ucrania” inició un proceso de “lavado de imagen” con el fin de atraer a un importante sector de la población que veía en este partido un discurso demasiado radical. Para ello modificaron su nombre por el de “Svoboda” (libertad) y trataron de cambiar su discurso tradicional por otro aparentemente más moderado… Aunque sin mucho éxito, como hemos visto tras los resultados de las últimas elecciones ucranianas. El fracaso de esta formación se debe a que han ido “a contracorriente” de lo que está siendo la tónica habitual de todas las fuerzas políticas surgidas tras el Euromaidán: un radicalismo nacionalista cada vez más feroz y exagerado, de ahí que grupos más radicales como el de Dimitri Yarosh cosecharan mejores resultados que ellos. Pero el error más garrafal ha sido negar lo que cualquier ucraniano sabe: que el origen del fascismo ucraniano va mucho más allá de la identificación con unos simples colores.
Digamos que el nuevo discurso de Svoboda ha consistido en negar el verdadero rostro del nacionalismo de su país, el cual está relacionado directamente con el fascismo y la ocupación Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Y es que no todos los ucranianos que colaboraron con los nazis provenían de los Banderistas de la rama radical de la OUN, identificados con la bandera rojinegra que tantas veces hemos visto durante el Maidán, sino que incluso la rama más moderada, (la OUN-M), de donde provienen los actuales colores de la bandera nacional de Ucrania, así como el famoso emblema Tryzub (“tridente”) estuvieron muy, pero que muy presentes durante el idilio que mantuvieron con el Tercer Reich.
Cartel publicitario del partido ucraniano Svoboda dice: “Vencimos al fascismo, (y ahora) venceremos al estalinismo! ¡Nuestra bandera es azul y amarilla!”

Sí… Sabemos, sabemos muy bien cómo ustedes “vencieron” al fascismo… Y también sabemos cuáles son los colores de su bandera y el oscuro pasado al que están vinculados…
Empecemos esta pequeña lección de Historia. Aquí vemos a los “luchadores por la independencia” y “vencedores del nazismo” jurando bandera frente al trizub (emblema nacional ucraniano en forma de tridente)…
Bueno, sí… Y también frente a la esvástica del “enemigo fascista”… Fíjense, aparece justo al lado de los supuestos colores “más moderados” del nacionalismo ucraniano… ¡Qué cosas tiene la Historia, eh?
Hay que reconocer que, para “luchar contra el fascimo”, los ucranianos utilizaban un método bastante curioso… Voluntarios de la División SS “Galitzien” posan en una calle de Lviv… Y de nuevo aparece la “bandera moderada”.
¡Vaya, vaya! ¡Estos “nacionalistas que vencieron al fascismo” no paran de deparar sorpresas! Aquí tenemos a un grupo de voluntarios del batallón “Shuma”… Con la badera azul y amarilla que, según Svoboda, representa a “los nacionalistas moderados que lucharon contra el fascismo”…

 ¡Pero es que estos milicianos eran auténticos escuadrones de la muerte! Para quien no lo sepa, los Schutzmannschaft (traducible al español como “Destacamento de protección”, abreviado Shuma en alemán), inicialmente llamados Hilfspolizei (HiPo), eran un batallón de policía auxiliar formado por efectivos colaboracionistas de los países ocupados por los alemanes durante la II Guerra Mundial y puestos bajo la administración militar alemana. Fueron creados para reforzar a las fuerzas ocupacionales alemanas que combatían a la resistencia local. Muchos de ellos participaron en las masacres de judíos del Este de Europa dirigidos por la Ordnungspolizei alemana. Dentro de los territorios que componían la Unión Soviética, los alemanes utilizaron voluntarios para la policía local auxiliar mucho más libremente. Estos voluntarios eran llamados Hilfswilligen, a menudo abreviado a Hiwis. Y al igual que los Schutzmannschaft (escuadrones de ayuda), generalmente reforzaban en sus operaciones a los cuerpos de policía alemanes de la Ordnungspolizei (OrPo). Con el tiempo, sus miembros se contaban por decenas de miles. Cada batallón Schutzmannschaft estaba compuesto por una fuerza de 500 hombres y un número equivalente de personal alemán en una proporción aproximada de 12 a 1. Posteriormente, cuando las bajas alemanas en el Frente del Este aumentaron alarmantemente, muchos batallones de Schutzmannschaft en Estonia, Letonia o Ucrania fueron agregados a las unidades de voluntarios de la Waffen-SS e inscritos a la SS portando sus insignias. En los territorios ocupados por los Nazis en Unión Soviética, las Schutzmannschaften se convirtieron en un componente indispensable para la ejecución en masa de judíos. En lugares tales como Zhitomir, Korosten, Kherson, Kakhovka, Uman y muchos otros por toda Ucrania, la milicia local formaron parte de los “escuadrones de la muerte”. Las milicias eran pagadas por las autoridades alemanas a menudo con los fondos confiscados a los judíos. Los ucranianos eran frecuentemente utilizados para los fusilamientos de las familias judías, de modo que en Radomyshl (Radomyśl), por ejemplo, los Einsatzkommando podían limitarse al asesinato de hombres y mujeres adultos y así, el 6 de septiembre de 1941, se registró que 1.107 judíos adultos fueron fusilados al tiempo que la unidad de milicia ucraniana asistía dando muerte a 561 niños y adolescentes judíos. El 29 de diciembre de 1942, año y medio después del comienzo de la guerra con la URSS, el número de judíos ejecutados en territorio soviético con la ayuda de las Schutzmannschaften ascendía a 363.211 con las bajas de 286 Schutzmänner registrados como “muertos en acción”.
Aquí tenemos a otro insigne nacionalista ucraniano (oriundo de Ternopil, para más señas) y “luchador contra el fascismo”, el “shurmanführer” Eugene Pobiguschy, encargado  de  comandar al unísono al batallón “Nahtigall”, la División SS “Galizien” y por supuesto, al batallón Shuma ucraniano…
¿Da miedo, eh? Pues aún no han visto nada. Ahora presten mucha atención a la siguiente foto que van a ver:
No es ningún fotomontaje, es una imágen de archivo real sobre un hecho histórico que realmente sucedió, exactamente el 28 de abril de 1943…¡Quién lo iba a decir! ¡La esvástica impresa en los colores de la bandera ucraniana! ¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!
Sin embargo, estos maravillosos colores, de los que tanto se enorgullece el cartel de Svoboda con el que comienza este artículo, no fueron “profanados” solamente en estas fotos… ¡Ni mucho menos, oigan!
Estos son miembros de la policía ucraniana al servicio del Tercer Reich. Todos sus miembros llevaban un brazalete con los colores azul y amarillo…
Unos brazaletes que, por cierto, volverieron a ser noticia recientemente, durante la famosa masacre de Odessa…
Otros voluntarios  de la División SS Galitzien, “comprometidos con la lucha contra el fascismo”… Je, je.
Fíjese detenidamente en los símbolos… Vaya, parece que el moderado “Trizub” ha sido de nuevo mancillado por estos jóvenes voluntarios… Qué mala pata.
Y parece que aquí también ocurre tres cuartos de lo mismo… El trizub y sus colores no parecen quedar muy bien parados, no…
Aquí tenemos nada menos que un simbólico hermanamiento entre los líderes de la OUN-M (la organización de nacionalistas ucranianos más moderada, que adoptaron los colores azul y amarillo) y el régimen nazi… ¡Imagínese cómo serían los de la línea dura, los “rojinegros” de la OUN-B de Stepan Bandera!
Todas estas evidencias nos hablan de una verdad histórica que no puede ocultarse de la noche a la mañana. Nos habla de una época en la que los ucranianos se lanzaron a una sangrienta y despiadada aventura fascista… De unos oscuros tiempos en los que llegaron a ser (para desgracia de cientos de miles de personas) incluso más Nazis que los propios Nazis… Y que parece que está de regreso en la Ucrania actual. Jamás olviden esta pequeña lección de Historia, por favor. Mantengan la mirada despierta y la memoria fresca para combatir la amenaza de una locura social que augura tiempos difíciles… Buena suerte.

sábado, 18 de octubre de 2014

¿Fue JP II un “partisano” durante la Guerra?

¿Fue JP II un “partisano” durante la Guerra?

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SÁBADO, 18 DE OCTUBRE DE 2014


SÁBADO, OCTUBRE 18, 2014
¿PARTISANO ARMADO Y VIOLENTO -DE JOVEN- SAN WOJTYLA?
Por impedimentos de orden técnico -¿los duendes de la informática?- me fue ayer imposible colgar mi entrada diaria en este blog. Aquí va pues (como una bomba de relojería)(…)
¿PARTISANO ARMADO -Y VIOLENTO (DE JOVEN)- SAN WOYTLA?
El papa Francisco (Primero) acaba de evocar a su predecesor el papa polaco Juan Pablo Segundo en una breve alocución con motivo del treinta y cinco aniversario de la elección de aquél y de su ascensión al trono pontificio. Y si en vida, durante su pontificado no fue así (o no lo fue del todo), está claro que post mortem la figura de aquel pontífice no es que goce de un consenso (favorable) unánime en el plano político no más que en el religioso.
Lo reconocían amargamente sus más incondicionales adeptos en vísperas de su canonización hace unos meses en alusión a lo que ellos siguen llamando ”lefebvristas” y que es un fantasma que no habrá dejado de alimentarse –de viento- en las mentes de los católicos ma obedientes a la silla/de/pedro. Y de ese disenso indiscutible da idea por paradójico que pueda parecer los encendidos textos hagiográficos que la figura del papa Wojtyla continúa inspirando a algunos, nueve años ya transcurridos de su muerte. Un botón de muestra lo ofrece un texto que caer ahora ante mi vista escrito en vísperas de la canonización del papa polaco–hace unos meses- por un antiguo amigo de hace mil diluvios –quiero decir de mis tiempos de universidad, de antes de mi marcha al seminario de Ecône- que se me cae de las manos (y que me perdone) de la vergüenza ajena, por el incienso que despiden sobe todo esas líneas.
Y también porque no puede remediar el pensar, es cierto, que su autor –que me conoció muy bien- no haya podido deja de traerme a la mente en un momento u otro al escribirlas. Umbral en alguna de sus novelas guerra civilistas da entender en relación con algunos de los personajes eclesiásticos que desfilan por ellas que la forma más eficaz de precipitar la muerte de alguien era el canonizarlo en vida y así en uno de los episodios de “Pio XII, la guardia mora y un general sin un ojo” el protagonista trasunto del autor, se ingenia una maquinación para asesinar al coadjutor –que las beatas de la parroquia tienen ya canonizado en vida- que al final no se concreta, perdonándole la vida como si el propio autor, Umbral hubiera perdonando al personaje -real y ficticio a la vez- él también en el recuerdo cuando menos(…) Y está claro que a un papa polaco canonizado en los medios de la prensa global desde los inicios de su pontificado –como nunca se vio otro caso igual en la historia de la iglesia en la era contemporánea- debería corresponder en el guion que los sabios le tenían asignado una muerte agónica como la que tuvo (a la faz del mundo entero) ¿Fue eutanasiado como el rumor persistente no deja de apuntarlo? Muy posiblemente y nadie puede desde luego impedirnos el pensarlo y el afirmarlo a falta de la prueba del milagro (…)
¿Un atleta de la fe como la propaganda fide nos lo viene vendiendo antes y después de su muerte? Poniendo las cosas en su lugar hay que reconocerle una personalidad atípica en extremo, in necesidad de calificarla de excepcional (lo que añadiría al incensamiento) Un papa eslavo que venia del frío, conforme al clisé de una novela (de un anglosajón) con aires de profecía, grande best-seller de los años del concilio y del posconcilio inmediato –y no menos éxito el del film que inspiraría-, y que cuando Wojtyla fue elegido fue celebrada como un profecía y me refiero a las Sandalias del pecador. El pescador en la mente del autor de la novela lo fue de la opinión unánime de críticos y comentaristas otro prelado de la Europa del Este, y de la Iglesia del Silencio el cardenal Slipyj (al que Pablo VI hizo callar) –“metropolita (así firmaba) de Lvov de los ucranianos” (…)- extrañamente olvidado en los días que corren marcados por una actualidad ucraniana tan candente. Yo no me hubiera imaginado (entre paréntesis) al Cardenal Slipyj bendiciendo hoy el Maidán, de manera alguna (…) A final, el prelado polaco le arrebataría al ucraniano la profecía, por las similitudes que concurrían en uno y otro en parte, sin duda alguna. Los dos venían de la Europa del Este y los dos arrastraban un pasado cargado, y marcado, el uno por persecución y el otro por el silencio y el misterio que le rodeaba (y le sigue rodando post mortem) Con el paso de los años habrán acabado circulando algunas biografías piadosas del papa polaco buscando el detalle y la precisión de datos fechas y lugares como un reconocimiento excito de la enorme laguna que habrá rodeado el pasado del pontífice que venia del frio. Que no dejan de suscitar fatalmente mil interrogantes e todo tipo. Hay un detalle en el que todos o casi todos habrán acabado concordando y es la anomalía que representaba el que justo finalizada la segunda guerra mundial el futuro pontífice, joven eclesiástico pudiera reanudar su carrera eclesiástica tan prometedora, y entrar y salir de su país –en lo sucesivo bajo el régimen comunista- antes incluso de la firma del protocolo Iglesia Estado (14 de abril de 1950)- como si tal cosa -a finales de la década de los cuarenta, con estancias en varios países occidentales, entre ellos Bélgica- pese a la persecución religiosa tan acerba que protagonizó la llamada Republica de Lublin antecedente inmediato –hacia el final de la II Guerra Mundial- del régimen comunista polaco de la posguerra. ¿Por qué?
Esa es la pregunta que muchos se habrán hecho siempre en voz baja aunque solo fuera. Y ninguno de sus biógrafos habrá sabido darle cumplida respuesta hasta ahora. Las hipótesis de explicación no habrán escaseado y a ellas se suma ahora una –prueba documental al canto- que cae ahora en mi manos en vísperas de este aniversario. Y se trata del facsímil de un documento, –sin fecha (aparente)- es cierto- emanante de la Gestapo durante la ocupación alemana en Polonia (con firma o rúbrica Dezernat F VII A.) ¿Partisano armado, Karol Wojtyla –como los de Bandera (hijo de un cura uniata) en la Ucrania vecina- tal y como se desprende de ese documento tan sorprendente y no simplemente un militante de la desobediencia más o menos pasiva que es la imagen subliminal de la actuación de aquel pontífice durante aquellos años de guerra que se nos habrá transmitido prácticamente hasta nuestros días. El documento de la Gestapo alemana (Reichsicherheitshauptamt) (RSH 87) –en Polonia, Cracovia (Aussentstelle Krakau) – que aquí ofrezco a la atención de mis lectores hace mención de un eclesiástico de nombre Karol Wojtyla que se habría hecho culpable de muertes por degollamiento -con un largo cuchillo (sic)- de alemanes étnicos (volksdeutches)- de los territorio de Europa del Este de los que Alemania se había visto despojada tras el tratado de Versalles. A título de hipótesis histórica la validez y veracidad del testimonio se vería pendiente de verificación documental como cualquier otro. O es que alguna ley ue prohíba atribuir un valor de testimonio por mínimo que sea a los vencidos de una guerra. En España no habrá sido el caso desde luego.
Y si Wojtya fue un partisano armado infundido de un odio mortal y militante contra los alemanes (vencidos) eso explica no poco los misterios de su trayectoria y da la clave de no pocos de los enigmas que siempre la rodearon. Porque a un eclesiástico con un pasado así no se le podía tener reservado más que una carrera fulgurante en la Polonia bajo régimen comunista y más aún tras la firma del modus vivendi entre la Iglesia y el régimen que tuvo como coartada principal precisamente el espantajo de la resurrección del revisionismo alemán (sic) que los polacos –tanto los jerarcas del régimen como los obispo católicos- denunciaban en el protocolo Iglesia-Estado aquel y que creían encarnado en las reivindicaciones territoriales que llegó a formular –“de los territorio al Este del Oder”- la jerarquía católica alemana de entonces (en la fase tardía del pontificado de Pio XII), justo antes de la firma del protocolo polaco Iglesia-Estado.
Y la hipótesis explica también el que en el papa del perdón brillara por su ausencia durante su pontificado (interminable) la más mínima palabra o gesto de reconciliación -en la prédica incansable de aquel papa como en sus viajes y giras planetarias apoteósicas- con el pueblo alemán que cargó –hasta hoy- para una inmensa mayoría de católicos del mundo entero con todas las culpas y pecados (de Israel) “Los judios no son inocentes –declaraba uno de los protagonista de una obra polémica de Fassbinder- porque cargaron sobre nosotros todas las culpas” ¿Inocente y santo –para la posteridad- un papa polaco que cargó sobre los alemanes todas las culpas, en la paz como en la guerra?
FUENTE ORIGINAL:

viernes, 3 de octubre de 2014

...donativo de 100000 € para el "holocuento"...

VIERNES, 3 DE OCTUBRE DE 2014


 

LA “CARIDAD” DEL MÁS “HUMILDE”… BERGOGLIO ALABA CON 100 MIL EUROS AL HOLOCUENTO

rabbi

El Vaticano donó 100.000 euros a la Fundación Auschwitz-Birkenau

Respondió a la colecta internacional para sustentar al museo más importante sobre el campo de exterminio nazi. El aporte llegó con una nota firmada por el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, quien expresa el “pleno apoyo” a ese proyecto.

BERGOGLIO donó 100 mil euros a la Fundación de Auschwitz-Birkenau, que gestiona el mayor museo referido al campo de concentración alemán, situado en Oswiecim, en el sur de Polonia. Lo indicó este lunes 29, el presidente de la Fundación y Director del Museo Piotr Cywinski, en una declaración.
El cardenal secretario de estado, Pietro Parolin, en el mensaje que acompaña la donación escribió: “La suma no es grande porque nuestras posibilidades son limitadas, pero con ésta expresamos nuestro pleno apoyo al proyecto emprendido por la Fundación”.
El Vaticano es el país número 31 que contribuye con el “fondo perpetuo”, de 120 millones de euros, establecido por la Fundación Auschwitz Birkenau, para resolver los costos para mantener el museo.
Auschwitz-Birkenau es símbolo del Holocausto, fue el mayor campo de exterminio nazi. Allí entre 1940 y 1945 más de 1,1 millones de prisioneros perdieron su vida, en su mayoría Judíos.
Fue un complejo formado por diversos campos de concentración y exterminio realizado por el régimen nazi, tras la invasión alemana a Polonia en 1939, al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
La UNESCO lo declaró en 1979 como patrimonio de la humanidad, uno de los lugares de mayor simbolismo del Holcausto o Shoah.
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FUENTE:
http://radiocristiandad.wordpress.com/2014/09/30/la-caridad-del-mas-humilde-bergoglio-alaba-con-100-mil-euros-al-holocuento/