miércoles, 19 de marzo de 2014

¿Es PUTIN realmente un adversario ó es un peón del Nuevo Orden Mundial?

¿Es PUTIN realmente un adversario ó es un peón del Nuevo Orden Mundial?

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MIÉRCOLES, 19 DE MARZO DE 2014


Son muchas las apariencias que presentan a Putin como el gran campeón de defensa de la civilización cristiana…frente a la corrupción, la decadencia y el imperio sionista mundial, es decir, del “nuevo (más bién habria que llamarlo VIEJO) orden mundial” resultante de la derrota de Europa en la II Guerra Mundial.
…Sin embargo, parece necesario conocer y estudiar la verosimilitud ó la falsedad de lo que se publica a continuación, y que CLIPEUS ha tomado de diversas fuentes de la Red:

http://www.taringa.net/posts/noticias/15105505/Vladimir-Putin-emocionado-en-Israel.html
Putin: “El pasado judío está grabado en las piedras de Jerusalén”
Muro
Israel El presidente ruso, Vladimir Putin, realizó una visita sorpresa al Muro de los Lamentos (Kotel) el santuario judío más cercano a donde estaba ubicado el Templo de Jerusalén
putin
El dirigente ruso, que realiza una minigira por Oriente Medio, explicó que no quería perderse la posibilidad de visita el Muro porque despierta en él una “especial sensibilidad”, y destacó que desde su punto de vista era la parte más importante de su paso por la zona.
Lamentos
En el Muro de los Lamentos explicó que era su tercera visita al lugar: la primera la hizo antes de ser presidente y la segunda, en 2005, contó que no pudo acercarse a tocar las piedras del Muro porque coincidió con la fiesta judía del Pesaj (Pascua) y estaba abarrotado de gente.
En esta tercera ocasión planificó una visita nocturna para poder rezar con tranquilidad.
kotel
Acompañado por el rabino del Muro, Samuel Rabinovich, y por otro de Rusia, Putin, con una “kipá” (solideo) en la cabeza aprovechó su visita para charlar con la gente que se encontraba a esa hora en el santuario judío.
Entre ellos un ultra ortodoxo de origen ruso con el que habló sobre la existencia de Dios y con el que estuvo de acuerdo en que si todo el mundo fuera creyente “no ocurrirían cosas malas (..) y sólo habría felicidad”.
Vladimir Putin emocionado en Israel
Putin recibió de regalo un libro en ruso sobre la historia del lugar, hizo preguntas de forma constante por todo el recorrido y dijo que “aquí es dónde se ve cómo el pasado judío está grabado en las piedras de Jerusalén”.
 
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Ante la escalada del conflicto en Ucrania y observando con preocupación como muchos católicos apoyan a Putin, creyéndolo un abanderado del cristianismo y de la tradición, es que debo republicar este esclarecedor artículo escrito por un matrimonio nacionalista ruso radicado en Argentina:
¿Por qué los nacionalistas rusos no queremos a Vladimir Putin?
En Occidente muchos piensan que Putin es la encarnación del Cristianismo, la moral y las buenas costumbres. Algo así como un zar pero en el siglo XXI. No es así. Eso es lo él que le vende al mundo pero fronteras adentro de Rusia, la situación es muy diferente: no hay libertad de expresión para quienes se oponen al actual estado de cosas. Las organizaciones nacionalistas están proscriptas por el régimen de Moscú (en este momento hay muchos dirigentes de grupos patriotas que están presos, libres bajo fianza o en el exilio). Muchos dirán que se ha prohibido la “marcha del orgullo gay” y que el lobby homosexual no tiene tanto poder como en otros lados pero es por la presión del Pueblo de Rusia que no se ha dado lugar a la aberración de los sodomitas. La gente todavía conserva la cultura y los valores de la Iglesia Ortodoxa; la gente sueña con el restablecimiento de la dignidad imperial que otrora supo tener el país más grande de toda la Tierra. Otro tanto se ha dicho sobre algunos judíos ricos que están en la cárcel: la opinión pública cree que Putin es “antisemita”, “fascista” y todas las etiquetas simplistas que repiten los burgueses sin cesar. Pero por cada judío detenido hay miles de rusos cristianos que experimentan toda clase de conflictos, hostigamientos y molestias de todo tipo. La persecución es real y trae a la memoria el recuerdo de la triste época soviética. En el Kremlin hay un nuevo Stalin pero con la diferencia de que se presenta a los ojos de todos como un tipo religioso. Su verdadero objetivo es seguir adelante con la Internacional Asiático- Caucasiana, verdadero Imperio del Mal en nuestros días. Todo en el rubio Vladimir es hipocresía: este ex agente de la KGB no es lo que parece. Prefiere hacer amistad con los chechenos en lugar de defender a los de su nación. Un traidor con todas las letras.
Es cierto que hay muchas leyes destacables sancionadas por el gobierno de Putin como la prohibición de propaganda homosexual a menores de edad. Sin embargo, esta es una gota en el mar que no basta para apagar el incendio que consume a Rusia. Allí se está bajo una verdadera tiranía, bajo una nueva Cortina de Hierro pero adornada por íconos cristianos. Apariencias y falsedad. Dos palabras que describen el régimen imperante. ¿Cómo puede ser que se persiga a un ciudadano sólo por un comentario en internet en contra de los extremistas islámicos? La mayoría no sabe lo que padecen los nacionalistas rusos porque ellos no tienen abogados defensores que puedan salvarlos. No existe “El abogado del Diablo” para los cristianos que están tras las rejas por manifestar su descontento ante el avance musulmán en su propia patria. La ley que se queda en el papel no sirve para nada, es puro humo, quimera e ilusión. La realidad es que las políticas de Putin son anticristianas y antinacionalistas y he aquí un breve resumen de los hechos:
1 – Multiculturalismo: La “multietnicidad” es el ideal de Putin. Él le abrió las puertas del país a millones de inmigrantes, en su gran mayoría asiáticos y musulmanes. Hace veinte años no había extranjeros en Rusia. Hoy suman quince millones. Casi todos son hombres en edad militar. Suelen vivir en las grandes ciudades en comunidades cerradas que son culpables de la mayor parte de los crímenes violentos, el narcotráfico y el delito organizado. Verdaderas mafias que asolan a la población local. Moscú ya no es más Moscú. Ahora no pasa un mes sin algún disturbio que ocurre de la siguiente manera: un inmigrante asesina a un ciudadano ruso pero el Estado culpa a quienes se manifiestan en contra de la invasión inmigrante so pretexto de “xenofobia”. Aquellos que convocan a las marchas patrióticas son encarcelados y estos eventos son prohibidos por la policía. Los de afuera siguen matando, robando, violando y traficando drogas. Los nacionalistas, presos…
2 – Censura y proscripción del Nacionalismo: Putin en sus discursos dice que los nacionalistas son enemigos del Estado y es verdad: ¿por qué habría de apoyar la gente de bien a un gobierno igual de tirano y anticristiano que el Bolchevismo? Todas las organizaciones patrióticas influyentes están prohibidas mientras que sus líderes están en prisión, con libertad condicional o emigrados. Tampoco se permite la creación de nuevas agrupaciones de este tipo. Los periódicos de esta tendencia son cerrados. Se censuran libros e internet.
3 – Corrupción del Poder Judicial: Nunca hubo una época en la historia de Rusia en que los tribunales fueran tan dependientes del Poder Ejecutivo a la hora de tomar decisiones. En la actualidad, la tasa de absolución en juicios penales es de alrededor de 0,5%. Durante la época de Stalin fue del 10%. La policía utiliza habitualmente la tortura para obtener confesiones de la gente muchas veces detenida al azar.
4 – Fraudes electorales: Putin destruyó la democracia rusa naciente con fraude electoral. Ninguna elección reciente fue honesta. No se permite registrar a los candidatos “incómodos” en ninguna lista. No existen partidos nacionalistas y cristianos que estén habilitados a presentarse en elecciones. La democracia en Rusia es la tiranía de Putin y los suyos. Corrupción más corrupción.
5 – Más corrupción: De hecho, Putin es un usurpador, un presidente ilegal. En primer lugar, no tenía ningún derecho constitucional a la Presidencia por tercera vez. Sin embargo, como la Corte Suprema está completamente bajo su control, no tuvo ningún problema para hacerlo. En segundo lugar, él no ganó la primera vuelta de las elecciones – es decir, él no obtuvo más del 50% de los votos que le añadieron.
6 – Clientelismo político y separatismo checheno: Las regiones étnicamente rusas del país padecen un aumento de la pobreza. Al mismo tiempo enormes cantidades de dinero van a la región del Cáucaso del Norte, que no tiene su industria y no produce más que crimen y el terrorismo. Es decir, los contribuyentes rusos pagan por la existencia de sus enemigos mortales. Putin realmente reconoció la independencia de Chechenia exiliando 300 mil personas rusas de esta región. Varios bandidos fueron condecorados con el premio más importante de la nación, el premio “Héroe de Rusia”; incluso el presidente de Chechenia, Kadyrov, recibió esta distinción (una ironía que un terrorista obtenga este reconocimiento). Pagos irrecuperables de tributo a Chechenia ascienden hasta mil millones dólares al año. Todos los chechenos ahora apoyan a Putin con sus votos.
7 – Vaciamiento económico: Putin es un ladrón, el hombre más rico del mundo; él y su séquito judío capitalizan todos los recursos del Estado para beneficio de sus familiares (las leyes no permiten que los políticos posean capital y por eso tienen a sus parientes como testaferros): guardan el dinero en los bancos suizos y chipriotas. Compran bienes inmobiliarios en Inglaterra y Estados Unidos. Todos sus hijos estudian y viven allá. Con todo eso ponen cara de que están luchando contra el fenómeno de disminución del capital. Rusia es un país ultra-liberal que sólo sirve a los intereses de grupos oligárquicos que privatizaron toda la riqueza nacional. Los multimillonarios rusos son tanto judíos como musulmanes. Se venden las materias primas y los recursos naturales como el petróleo hacia el Oeste en lugar de desarrollar la economía industrial. Casi no se producen manufacturas para exportaciones. Alemania y Japón venden autos y artículos electrónicos, ¿y la Santa Madre Rusia? Rusia vende petróleo como cualquier país árabe. ¡Mediocre!
8 – Corrupción generalizada: La corrupción impregnó totalmente toda la sociedad rusa. Es casi imposible sin una coima inscribir a un niño en un jardín de infantes, rendir un examen en la universidad, tener la licencia de conducir, recibir la atención médica apta, abrir su negocio, etc. La policía es comprada por criminales extranjeros.
9 – Comunismo en las calles: Las calles llevan los nombres de los verdugos del Terror Rojo que mataron a millones de rusos. El mausoleo de la momia de Lenin se encuentra en la Plaza Roja y en cada ciudad está situado su monumento. La Checa se transformó en la KGB y más tarde en el FSB, que sirve para seguir fomentando el sistema antinacionalista y anticristiano. La fiesta principal en Rusia de Putin es Día de la Victoria del 9 de mayo en 1945. La época de zares no se recuerda. Putin siempre asiste a las reuniones con principal rabino de Rusia, Berl Lazar, pero nunca participó en actos públicos de las organizaciones rusas y monárquicas. Los movimientos juveniles antifascistas de Rusia apoyan mucho a Putin, algo muy malo ya que el “antifascismo” es un nido de zurdos.
10 – Aborto: El aborto está permitido en Rusia. Así se matan millones de bebes por año. Se redujo la tasa de 1 millón de personas por año por causa de las drogas y del alcohol. Esto pasa gracias a los mass-media que se dedican sistemáticamente a la destrucción de la moral tradicional.
Puedo seguir y seguir pero el punto importante aquí es que Putin no es un amigo de los rusos pese a algunas acciones buenas…
Anastasia Kanunnikova
Vladimir Sotnikov

 

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