jueves, 18 de abril de 2013

la degradación del varón, un objetivo del “Sistema”

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18 de  Abril de 2013

la degradación del varón, un objetivo del “Sistema”

Es un fenómeno cada vez más observado la mayor incidencia del fracaso escolar en los varones y en general los mejores resultados escolásticos de las chicas. Cuando se llega a la educación superior se observa también una mayor presencia de mujeres, aunque aquí hay una fuerte connotación sexual según los estudios. En Medicina y Derecho por ejemplo hay fuerte mayoría femenina, mientras lo contrario sucede en estudios técnicos como Ingeniería. Aunque en parte estos resultados puedna estar viciados por propaganda y falsificación –como cualquier tema donde metan mano las feministas- en general parece una realidad incuestionable que exista un cierto desnivel entre los resultados de los dos sexos.
Hay quien subraya que las chicas tienen una maduración más rápida que los chicos, con un cierto tono de triunfalismo, como si esto implicara que son superiores. A estos rebuznos feministas cabría replicar con Schopenhauer que cuanto más noble y elevado es algo o alguien, más tiempo necesita para madurar. Pero en cualquier caso, si las mujeres en una cierta etapa crecen más rápidamente que los hombres se deduce, si acaso, la conveniencia de una educación separada.
Lo cual es conveniente desde muchos otros puntos de vista porque las diferencias fisiológicas, caracteriales, de aptitudes y –como parece establecido- de maduración hacen totalmente aconsejable que unos y otras tengan por lo menos un espacio reservado en el cual están con alumnos de su mismo sexo, que al menos haya una parte de su educación en que no estén mezclados. Pero claro, esto va contra la nefasta ideología de los mentecatos igualitarios, que se empeñan en imponer una igualdad a la fuerza que no existe y es perjudicial para todos.
¿Perjudicial para ambos sexos? Ciertamente, pero aquí como en todo algunos son más iguales que otros. La igualdad a la fuerza en la educación se termina resolviendo, en la práctica, en una educación feminizada, cortada a medida para el sexo femenino, con un cuerpo docente feminizado en su mayor parte y –aun en el caso de maestros varones- frecuentemente de ideas progresistas, lo que quiere decir antiviriles, antipaternas, antimasculinas. Una educación castrante en la cual las tendencias masculinas naturales son reprimidas en una homologación al punto de vista femenino. Este es el ambiente general, pero es que además, para empeorar las cosas, las numerosas víboras feministas presentes en el cuerpo docente, activa y deliberadamente inculcan un sentimiento de inferioridad en los varones en cuanto tienen la ocasión de hacerlo. Esto último es algo que el lector puede creer o no, yo lo creo porque es el resultado de testimonios de varias personas a lo largo del tiempo, que merecen o merecían mi confianza.
Por todos estos motivos no es sorprendente que el fracaso escolar sea prevalentemente masculino, que muchos niños se vuelvan incontrolables porque les han robado su derecho a tener la referencia de figuras masculinas válidas, para confrontarse con ellas, ser educados por ellas, tomarlas como modelo. Nadie les ha enseñado realmente a educar su masculinidad, y menos aún un cuerpo docente feminizado e imbuido de las necedades dañinas de la pedagogía moderna.
Entonces no extrañará a nadie que esta masculinidad no educada correctamente se vuelva incontrolable. Ante las consecuencias de ello, puesto que el sistema educativo y la ideología perversa que lo inspira no reconocerán jamás sus errores, para ocultar su fracaso se sacarán del sombrero explicaciones peregrinas o enfermedades inventadas como la hiperactividad, auténtico fraude y mina de oro para los bandidos de la industria farmacéutica, cuya “solución” es drogar a los niños y adolescentes con psicofármacos cuando ya no se les puede controlar.
La gentuza feminista, por tanto, va consiguiendo poco a poco su objetivo que es aplastar a los varones. Puesto que naturalmente se trata de esto. No de la presunta inferioridad natural de los hombres de la que berrean las feministas, sinolas campañas feministas de castración mental, de feminización de la enseñanza, de propaganda antimasculina, de represión de la masculinidad, de construcción de un sistema educativo cortado con un patrón femenino, y por último de una activa, consciente, infame voluntad por parte de las feministas en la enseñanza de crear un complejo de inferioridad en los niños varones.Esta es la realidad. Pero como buenas marxistas, si la realidad no cuadra con la ideología se interviene sobre la realidad aunque sea en modo brutal.
Como los hombres deben ser inferiores a las mujeres porque así lo quiere el dogma y el proyecto feminista, a este punto es necesario hacerles inferioresatrapándolos desde la más tierna edad.
Estas son las mujeres feministas, que lamentablemente hoy son en mayor o menor medida el prototipo de mujer moderna, que tras una fachada de arrogancia, independencia y agresividad antimasculina esconde un fracaso de profundidad abismal, con el cual antes o después deberá confrontarse. La mujer segura de sí misma y de su feminidad no intentará anular al varón; sólo la mujer fracasada como tal será una odiadora del varón, porque no puede triunfar más que de esta manera.
Y este es el fruto envenenado que ha cosechado la mujer moderna con su apoyo al feminismo. Perjudicar a sus propios hijos, castrarlos mentalmente, criar una generación de medio-hombres destinados a ser ciudadanos de segunda categoría.
Sin extenderme más, doy este enlace a un excelente artículo proveniente de Francia. Ojalá fueran más las mujeres que, como la autora, comprenden el daño que a sus propios hijos está haciendo la nefasta ideología que domina nuestra sociedad.
¿Dónde están los chicos?
Es digno de nota, en referencia a una frase citada en en este artículo, cómo la siempre repugnante Comunidad Europea no tenga nada mejor que proponer que esto:
“Únicamente los docentes (hombres y mujeres) que cuestionan su propio papel de género y el de sus alumnos pueden generar un cambio”.
Es decir más de la misma basura que está en el origen del problema.
La realidad es exactamente opuesta y hay que decirlo fuerte y claro. La degradación y la decadencia actual, en todo este ámbito de cuestiones, vienen de la ideología de género y del feminismo, y sobre todo vienen de la eliminación del Padre. Este es el crimen capital del Occidente moderno. El parricidio. Delito por el que esta sociedad perversa y decadente pagará antes o después, de una manera u otra.
Publicado por Max Romano en miércoles, abril 17, 2013
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FUENTE: http://lonelybear69.blogspot.com.es/2013/04/la-educacion-feminizada.html
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COMENTARIOS:
A.J:
dijo…
La feminización masculina va a la par de la masculinización femenina.
El objetivo(como todo en la ideología totalitaria de nuestro tiempo) es el igualar a todo, la alienación.
Al sistema le interesa una sociedad feminizada ya que el consumismo y la sumisión son carácteres más típicamente femeninos.
El carácter viril es combativo y problemático y eso no interesa para nada al sistema, es decir, a las élites occidentales del capitalismo global y sus mamporreros liberales y progreesistas.
27 de abril de 2013 10:46
Max Romanodijo…
Lo de la fuerte connotación sexual es simplemente que se tienen preferencias distintas según el sexo.
Efectivamente los varones están idiotizados pero no solo en la escuela sino a todos los niveles y por identicas razones.
Los idiotas sesenteros pensaban que la revolución sexual era una maravilla porque los hombres iban a fornicar a todas horas. El significado REAL es que iban a ser dominados totalmente por la mujer.
Eso naturalmente las mujeres lo comprendieron perfectamente, los idiotas de las flores y la paz no lo entendieron jamás, y sus descendientes siguen sin entenderlo.
La igualdad naturalmente no existe ni existirá, es sólo una mentira instrumental para débiles mentales, utilizada cuando es útil para perjudicar al varón.
18 de abril de 2013 12:37